1. ¿Racional? No lo creo

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No soy convencional por lo que no comenzaré con algo típico, por lo que lo haré con esto:

¡El trabajo apesta! No puedo quejarme de que a mis padres les vaya bien y todo lo demás pero ¿Cambiarme a otro instituto a 100 kilómetros de mi ciudad natal? ¿Enserio? Si, el instituto es lindo, grande y lujoso pero hubiera preferido están de hecho en él con mis únicas mejores amigas.

— ¿Qué te parece? —Preguntó mi madre por la mañana—.

— Quedó de lado —Le observé mientras le veía colocar los cuadros en la sala—.

— ¡Feliz día mis amores! —Gritó mi padre caminando hacia nosotras—.

— ¿Alguna noticia? —Le preguntó mi madre con una sonrisa mientras él le abrazaba por la cintura—.

—Iremos de paseo —Nos avisó sin apartar sus ojos de ella—.

— Bien, iré por mis cosas —Dijo mi madre soltando su agarre para caminar hacia su habitación—.

— Adivino —Me crucé de brazos—. Le debes el olvido de su aniversario —Levanté una ceja—.

— Si, pero como buena hija no dirás nada —Contuve la risa a su rostro asustado, pobre papá—.

— Claro —Dije en tono inocente—. Lo olvidaré —Sonreí abiertamente—.

— Debí saberlo —Suspiró derrotado—. ¿Cuánto me costara?

— Veamos —Lo pensé bien—. Tener la potestad de qué color y que irá en mi habitación —Asentí solemnemente—.

— Bien, no es mucho

— Y...

—No debí hablar tan rápido —Se quejó—.

— El viajar al menos una vez al mes a visitar por dos días a mis amigas por los próximos seis meses de nuestra existencia

— ¿Algo más? —Dijo cruzándose de brazos—.

— Si —Sonreí—. Yo elegiré donde comer hoy —Arrugó el ceño—.

—Pero sólo por hoy lo eligieras

— ¿Trato hecho? —Extendí mi mano—.

— Trato hecho —Me ofreció la suya resignándose a mis deseos—.

— Me gustaría saber que trato están haciendo —Le escuche decir a mamá, era sabido para ella que mis tratos con mi padre involucraban un claro chantaje de mi parte—.

— Solo trato de padre e hija ¿Cierto papa? —Le sonreí—.

— Si —Suspiró pesadamente—. Si ya están listas, vamos

Salimos de la casa a toda prisa, adoré el rostro de mártil de mi padre cuando le dije donde quería comer (lugar que él detesta). Debo hacer la observación de que ¡Amo el auto de mi padre! Un Aston Vanquish año 2007 color gris plomo (uno de los regalitos de su trabajo por el empleado del año por tres años consecutivos).

Disfrute la noche torturando a mi padre con sutiles indirectas para asegurarme de que él cumpliría su promesa (él no lo haría si no lo hubiera hecho) ya que de verdad quería mi habitación a mi gusto y ver a mis amigas, y esa era la única manera de presionarlo para que lo hiciera.

Esa noche no pude dormir, sabía que al día siguiente me esperaba el maravilloso reto de empezar de nuevo en otra institución y de tener que hacer nuevos amigos.

Al día siguiente... Bueno fue como todos los días de mi vida al iniciar en un instituto.

— ¡Tienes 15 minutos! —Gritó mi madre abriendo la puerta de golpe—.

Devotus [Versión Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora