4. Parte II

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                                                               ***

Nicolás bajó rápidamente las escaleras sabiendo que sólo quedaban cinco minutos para que se cumpliera el tiempo que él y Adele habían fijado para verse de nuevo en el jardín y practicar su acento inglés.

Mientras caminaba por el instituto Nico reproducía en su mente las conversaciones con Adele, que a su opinión eran sumamente agradables, no recordaba haber conocido a otra chica tan natural como ella, le hacía sentirse cómodo hablando de cualquier tema. Al momento de llegar al jardín principal Nico se sorprendió por no ver a Adele, no parecía ser la clase de chica que te hacia esperar para hacerse la importante ni mucho menos por descuido. Le esperó por más de media hora pero no llegó.

—Ocupada —Dijo Nico mirando a su alrededor—. Espero que no para responderme —Sacó su celular y le escribió un rápido mensaje—.

Una hora pasó pero Adele no iba a su encuentro ¿Qué le habría pasado?  ¿Acaso se había quedado dormida? Revisó su celular esperando ver un mensaje pero no había ninguno de su parte, por alguna razón se sintió preocupado por ella aunque no hubiera motivos para estarlo.

La hora de almorzar llegó lo cual le dio una idea a Nico, ella debía asistir allí, según lo que le habían dicho los profesores asistir a las comidas era de carácter obligatorio a menos que estuvieras enfermo, Adele no estaba enferma, por lo que no había motivo para que no asistiera. Con la intención de apartar su preocupación camino hacia el salón.

Los alumnos ya se dirigían al salón por lo cual las prácticas de las actividades de danza dieron por terminadas de modo que todos pudieran irse a comer.

Esteban, quien se hallaba fastidiado de escuchar a su compañero hablar sobre lo increíble que era la institución de Inglaterra busco con la mirada a Adele ¿Seguía ella con Nolan? Él esperaba que no, a pesar de saber que toda su desenfrenada necesidad de ella era debido a un Devotus no podía evitarlo, necesitaba saber de ella, necesitaba verla, necesitaba hablarle, necesitaba sentir su energía a su alrededor, era desesperante tener que alejarse de quien se había convertido en su prioridad.

Aun podía recordar el momento en que todo ocurrió, aquella extraña energía fluir descontroladamente por todo su cuerpo haciéndole estremecer, aquella indescriptible euforia que le hacía sentirse más vivo que en cualquier otro momento, lo que estaba más nítido en su memoria era el cálido tacto de Adele, su piel era sumamente suave, aun podía recordar la increíble sensación de sus brazos a su alrededor, su tierna mirada, su radiante sonrisa, su delicado rubor, todo en ella era perfecto.

— ¿Pensando de nuevo en Julieta? —Le preguntó uno de sus amigos ¿Ahora qué demonios quería? Pensó Esteban molesto—.

—No estoy de humor para tus estupideces —Le contestó apurando mas el paso—.

—Tranquilo Romeo, guarda tus energías para el Sr. Marks —Le pidió empujándolo sin mucha fuerza—.

—Ya vete —El sólo pensar en Nolan Marks le hacía perder los nervios—.

— ¿Te parece que esta blusa combine bien con el pantalón? —Preguntó por tercera vez Liss, la pareja de Nolan—.

—Te repito Liss, no soy la persona indicada para que le pidas consejo, soy un hombre —Le repitió Nolan ahora molesto con su pareja—.

Nolan aun no podía creer que Adele le rechazara, no era la respuesta que había esperado de ella, no después de que ella le necesitara tanto, dicho por sus propias palabras, sí, él sabía que había sido muy estúpido seguir el consejo de sus amigos para acabar su relación con ella, pero ellos habían asegurado que las Inglesas serian mejores que ella, bueno, en ese momento sonaba una buena idea pero Liss no resulto ser la clase de chica que fingió ser al principio.

Devotus [Versión Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora