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¿Quién diría que en tan solo pocos meses mi vida cambió rápidamente? Willy había cumplido los 7 meses, su barriga era un poco más grande y la bebé crecía en perfectas condiciones, eso sí nos habían avisado que casi siempre en este mes era un poco riesgoso el hecho de que la pequeña pudiese nacer prematura así que Willy tendría un poco más de cuidado para que nazca a tiempo.
Yo estoy en la escuela esperando a Luzu, después de haberle dicho mi secreto él estaba muy emocionado de ser tío y por ver si yo realmente no decía mentiras con la condición de Willy así que ahora estaba yo aquí esperando a Luzu en las escaleras con el móvil en la mano para ver si Willy necesitaba algo.

-- Hey, ¿listo para presentarme ante Willy y a tu supuesta hija?-. Preguntó Luzu al llegar.

-- Hombre pues si yo estoy listo desde que salí, eres tú el que tarda mil años en salir y por cierto, ¿crees que mentiría con algo así? -. Me había levantado y empezamos a caminar rumbo al departamento de Willy que actualmente también se podría decir que es mío.

-- Pues no me has dado pruebas para creerte-. Seguíamos caminando y ahí fue cuando una idea se me vino a la mente.

-- Mira esto-. Saqué la ecografía del quinto mes de la pequeña, el día que nos dijeron que iba a ser una niña.

-- Buah chaval pero si es un bebé esto, ¿de dónde la sacaste?-. Lo miré con cara de "¿en serio?" después vi como Luzu regresaba su vista a la imagen y abría los ojos como platos-. Samuel, aquí dice que es de Guillermo Díaz, cinco meses, chaval nunca me habías mentido.

-- Te lo dije, ahora por favor regresame la imagen de mi pequeña-. Luzu me regresó la ecografía y la guarde en mi billetera.

-- Samuel siento haber pensado que me mentías es solo que es algo loco.

-- No importa Luzu, pero tienes que respetar a Willy, a él no le gusta salir de casa por su barriga-. Recordé la ultima vez que intenté que saliera, se reusó muchas veces así que mejor no sale.

-- Vale, se me hará extraño verlo gordo pero bueno.

Llegamos a casa y entramos, la casa se escuchaba muy sola pero sabia que Willy no estaría afuera, Luzu se fue a sentar en el sofá y yo a la cocina por algo de beber, al regresar nos pusimos a hablar esperando a Willy pero nunca bajó.

-- Creo que Willy no esta-. Dijo Luzu pero escuchamos unos pasos por el pasillo, al voltear estaba Willy con el cabello despeinado y descalzo caminando por la sala.

-- ¿Willy?-. Le llamé pero al parecer él no recordaba que yo ya estaba aquí.

-- ¿Eh? ¿Samuel, Luzu? No los escuche llegar-. Willy se había volteado a vernos y al parecer estaba dormido.

-- Willy creo que has dormido mucho chaval-. Luzu seguía asombrado, al parecer su barriga le sorprendió.

-- Ella me provoca que este muy cansado todo el tiempo, me agoto fácil y mi madre dijo que era normal-. Willy se sentó a mi lado y puso su cabeza en el hombro, con sus ojos empezándose a cerrar.

-- Willy no duermas, tenemos visitas-. Lo moví un poco y él se levantó con una sonrisa apenado.

-- Lo siento, hola Luzu, perdón por haberme visto así pero estoy agotado.

-- Hola Willy, yo vine a verte y a la pequeña-. Luzu estaba tranquilo pero yo sabía lo que quería hacer-. ¿Puedo tocar?-. Bingo, él quería tocar la barriga de mi Willy.

-- Claro-. Luzu se acercó hasta Willy y colocó su mano en la barriga, él se puso feliz y dio un saltito.

-- Se movió-. Luzu estaba brillando de felicidad.

Mi Secreto | Wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora