Mi Secreto | Wigetta.

Epílogo

Actualmente tengo siete casi ocho meses de embarazo y en ningún momento me han dejado moverme, tanto Samuel como Fany no permitían que hiciera nada en casa a causa que no querían que me hiciera daño ni al bebé que desde que nos enteramos que iba a ser un niño Fany se había puesto como loca al decir que cuidaría mucho a su hermanito, así que el par de locos con los que vivía se volvieron sorpretectores incluso Frank, Alex, Luzu, Lana (la actual esposa de Luzu), mi madre, Carol y el padre de Samuel se habían vuelto aún más locos con este niño que con Fany pero no podía quejarme de que todos cumplían mis deseos por más locos que fueran.
Ahora estoy junto con Fany haciendo su tarea de la escuela esperando a que Samuel llegara del trabajo, yo estaba sentado a su lado en el piso mientras ella dibujaba a su familia incluyendo a un pequeño bulto azul en mis brazos.

-- ¿El pequeño Zeus esta feliz hoy papi?-. Fany desde que supo que el niño se podía mover estando dentro mio siempre preguntaba como se encontraba.

-- ¿Quieres averiguarlo?-. Ella asintió feliz y puso su manita en mi barriga que a diferencia de cuando tuve a Fany ahora era un poco más grande de tamaño.

-- Se movió papi, se movió-. Dijo ella riendo con su voz de niña pequeña.

-- ¿Vez que con que le hables él es feliz?-. Le dije divertido, cada día amanecía con un pequeño bebé pateandome en las mañanas por culpa de que su hermana mayor que le hablaba.

-- Papi yo tenia miedo de que Zeus no me quisiera-. Me dijo derrepente cuando ya estaba recostada en mi hombro.

-- ¿Por qué tenias ese temor pequeña?-. Me sorprendía que tuviese un temor como ese.

-- Porque él podría no quererme y no quería eso papi-. Ella empezaba a sollozar y simplemente la abrace por reflejo.

-- No tienes porque preocuparte pequeña, ya viste que él te ama al igual que nosotros así que no te preocupes más, ¿vale?-. Ella se alejó un poco de mí y asintió para después darme un beso en la mejilla y uno a mi barriga.

-- Yo te quiero Zeus y espero que igual tú a mí-. Se acomodo a mi lado y de un momento a otro ambos nos quedamos dormidos.
Sentía como alguien intentaba despertarme moviéndome suavemente.

-- Willy, Willy, Guillermo despierta-. Escuche la voz de Samuel que intentaba despertarme.

-- ¿Eh? Dejame dormir un momento más por favor-. Suplique estando algo dormido.

-- Willy estas en una posición para nada cómoda para los dos, por lo menos dejame llevarte a la cama-. Con toda la flojera que mi cuerpo poseía me levante del suelo y ahí fue cuando sentí las consecuencias de haber dormido en el piso-. Te lo dije cabezón.

-- No te rías, anda, llevame a la cama que aun tengo un poco de sueño-. Recargue mi cabeza en su hombro y sentí como él tocaba mi barriga y le daba masajes-. ¿Dónde esta Fany?-. Pregunte al darme cuenta que no estaba conmigo.

-- Llegue a casa y ambos estaban dormidos en el piso muy incómodos así que decidí llevar a Fany a su habitación y a ti intentar despertarte-. Samuel me llevó a la cocina y me ayudó a sentarme en la silla enfrente de él.

-- ¿Tienes mucho de haber llegado?-. Pregunté.

-- No, hace unos pocos minutos que llegué, ¿cómo estuviste hoy? ¿algún malestar?-. Ya llegaba el Samuel sobreprotector.

-- No tienes porque preocuparte Samuel, ambos estamos bien y si algo malo sucede ya le enseñaste a Fany como llamarte por alguna emergencia-. Sonreí al ver como su cara se relajaba.

-- Lo sé, es solo que tengo temor por él y por ti, no estoy aquí mucho tiempo a diferencia de como lo estuve con Fany-. Se había acercado a darme un beso el cual alargue unos pocos segundos más-. Solo quiero lo mejor para ustedes dos.