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Llego a casa empapado por la lluvia y decido darme una ducha.
Mientras estoy dentro me suena el móvil que lo tenía apollado sobre el lavabo. Salgo de la ducha y lo cojo.
-¿Quién?- pregunto. -Soy yo. Mañana te quiren ver para el trabajo. Paso a por ti, mándame tu dirección en un mensaje.- me dice Laila con voz algo contenta. -Vale- respondo nervioso. Cuelgo la llamada y le envio mi dirección en el mensaje. Enseguida me responde. -Pasaré a por ti a las once de la mañana- dice contestando a mi mensaje. Dejo el móvil sobre el lavabo y me pongo una toalla sobre la cintura. Salgo del aseo y entro en la habitación. Me pongo las gafas y miro el despertador de mi mesita de noche.
-Las ocho de la tarde, aun es temprano- pienso es voz alta.
Me pongo un chandal y bajo al videoclub de debajo de mi casa. Alquilo una pelicula y compro unas palomitas.
Subo y enciendo el DVD y la pongo. El Diablo Se Viste De Prada, así se llama la película. Me siento en el sofa y comienzo a ver la pelicula. Me quedo dormido.

Me despierto por la mañana con todo el sofá llenl de palomitas. Me esta sonando el móvil. -Mierda es Laila- digo sorprendido. Descuelgo la llamada. -¿Bajas? Llevo diez minutos esperandote- me dice algo cabreada. -Cinco minutos y bajo- le contesto apresurado. Me visto corriendo. Me pongo unos pantalones cortos, unas deportivas y una camiseta llamativa. Cojo un chicle de la cocina y salgo a la calle.
-¡Ya era hora!- me dice Laila mientras baja sus gafas negras de sol. -Lo siento me quedé dormido.- intento explicarme. Seguimos todo el camino escuchando musica hasta llegar al club, que estaba a las afueras del centro de Madrid.
Llegamos y Laila aparca su coche de color blanco justi al lado de la entrada. Miro el club. Sus paredes son amarillas y los neones estan apagados. -Vamos, no te quedes ahí plantado- me dice Laila pasando delante mia. La miro y veo que tiene un estilo muy pin-up y su melena rizada recogida en una coleta.
Subo las escaleras que hay justo antes de entrar y paso dentro.
Entro y veo a Laila hablando con una mujer de unos 50 años. -Este es el chico del que te hablé- le dice Laila a esa extraña señora de melena rubia. La mujer me mira y sigue fumando su cigarro. Se acerca a mi y me va rodeando. -¿Pero qué esta haciendo esta tía?- pienso mientras la miro con cara extraña. -No esta mal, no esta nada mal.- dice la mujer tirando el humo y con un tono algo perverso. -Vamos Claudia no lo asustes así- dice Laila riéndose. Yo le miro muy nervioso. -Muy bien, empiezas esta noche, serás camarero junto a otro chico. Sin cinco euros la hora, estás empezando y tampoco voy a darte una millonada. A las ocho de la tarde nos vemos.- dice muy segura de sí misma con una voz grave. -Tranquila Claudia estaremos aquí- dice Laila cogiéndome del brazo. Salimos del local y volvemos a su coche.
Me explica un poco como va el club. - Esto no es un puticlub eh- me dice muy seria. -¿Entonces qué es?- le pregunto curioso. -Aquí se baila, se hacen bailes eroticos, pero no nos acostamos con nadie.- me explica mientras conduce. Me deja en la puerta de casa. -Te recojo a las siete.- me dice mientras se despide moviendo la mano. Le sonrio y subo a mi casa.
Ya dentro del piso abro el contestador del teléfono fijo. -¿Te apetece cenar esta noche? Noelia, tu y yo, no estaría mal, creo que viene una amiga de Noe, espero que contestes.- dice el mensaje. -Lo siento no puedo, no me encuentro muy bien.- le digo mientras hago una tos falsa.
Voy a la habitación y pongo la musica alta. Me tumbo en la cama y miro al techo con los ojos cerrados.

Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora