Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADA

21

Otra noche más la de ayer, aunque con novedades.
1- Rosa peliroja.
2- Jose no sabía que Marcos también trabajaba allí.
3- Claudia solo abrirá los Jueves y los fines de semana, ya qué el resto de los días no tiene muchas visitas.
4- Laila sigue sin hablarme, bueno aunque eso no es una novedad.

Ayer fue una noche bastante tranquila en el Rocket's, lo mas destacado de anoche lo ya mencionado antes.

-Buenos días.- dice una voz de mujer.
Me giro y veo a Rosa desnuda mirándome.
-Hola.- digo un poco incómodo. -¿Cómo es qué los dos estamos...?-
-Estabas muy borracho como para acordarte.-
Le miro extrañado, no me acuerdo de nada, aunque por el dolor de cabeza, supongo que tendrá razón.
Se levanta y se viste.
-¿Te vas?- le pregunto.
-¿Quieres que me quede?- me pregunta en un tono de voz muy cálido y seductor.
Los dos sonreimos y salimos fuera.
-Buenos dias parejita.- dice Jose tan inoportuno como siempre.
Le miro intentando decirle que se calle.
-¿Qué tal anoche?- nos pregunta a Rosa y a mí con cara de pervertido.
-Jose, cállate.- le digo serio.
Rosa me mira un poco extrañada.
-Creo que es hora de irme, hasta otra chicos.-
Se despide de Jose con dos besos.
A mi simplemente me guiña un ojo y se marcha.
Se cierra la puerta y comienzo a hablar con Jose.
-¿Qué hice anoche Jose?-
-Después de salir del club fuimos a tomar la última copa a un local, estabas bastante nervioso y...
Comienzo a recordar.

*flashback*

Estamos en un local bastante moderno, lleno de gente. Estoy bastante borracho.
-Rosa, ¿tienes más coca?-
-Sí.-
Saco un billete, le pago y me da un gramo. Subo unas escaleras estrechas hasta llegar al baño.
Preparo una ralla y la esnifo.
Cuando termino levanto la cabeza y me doy cuenta de que hay un chico de unos 15 años mirandome.
-¿Qué?- le pregunto vacilante.
El chico se va y me quedo solo. Cuando voy a salir entra Rosa y comenzamos a besarnos. Entramos a uno de las servicios y allí continuamos.
Me da un pequeño empujón y me sienta en el váter. Me baja el pantalón y baja el suyo. Se sienta sobre mí y empieza a mover sus caderas provocandome.
Ese lugar era muy pequeño y decimos salir fuera, dándonos todo igual. La levanto y la apoyo sobre el lavabo pegando su espalda sobre el espejo. Ella gime mi nombre, cosa que me encanta.
Perdemos la noción del tiempo mientras recorro todo su cuerpo dándole besos mientras ella me pide más formando una sicofonia sexual en la cual solo existimos los dos. Puedo oir su respiración alborortada sobre mi oreja mientras me remueve el pelo. Yo en cambio, tengo un mano metida sobre su camiseta, pudiendo sentir sus pechos y el acelerado ritmo de su pecho. Ella, deja de tocarme el pelo para arañar mi espalda mientras su respiracion alborotada se acelera dejando al descubierto lo mucho que le estaba gustando.

Terminamos y ella se levanta. Se mete una ralla de coca, me mira con sensualidad y mete una mano en mi pantalón tocando mi pene aún erecto. Yo me muerdo el labio inferior y la miro con deseo, quiero que siga, se acerca a mis labios aún rojos por el mordisco. Me da un breve beso y saca su mano de mi pantalón, dejándome con las ganas de continuar.
Nos arreglamos un poco y salimos del local, ya era algo tarde.
Jose parece un poco incómodo, pero no me importa mucho, ha estado todo el rato marcandome como si fuese mi madre.
-No bebas mucho, deja de beber.-repito sus palabras con voz aguda en mi cabeza.

No quiero recordar más aquella noche. ¿Por qué después de meterme me siento mal? Siento la mejor sensación del mundo durante un momento para que luego se acabe en seguida.
Paso de rallarme la cabeza y decido pasar el dia con Jose, bueno, "pasar el día" sólo habla de Noelia y no para de llamarla.
Cojo mi taza y bebo un poco de mi café con leche calentito mientras veo a Jose llamar a Noelia.
Rompe a llorar pidiendole disculpas, lo miro con la misma expresión de indiferencia y sigo bebiendo.
Cierro los ojos y me pongo en su lugar.
Me acerco a él y comenzamos a hablar, más bien, comienzo a consolarle.

En mitad de la conversación, me llaga un mensaje del grupo del club.
-Venir todos a las 11:30 al Rocket's, necesito hablar con vosotros.- ponía Claudia. Es bastante raro que hablemos por ese grupo, ya que casi nunca hablamos.
Miro el reloj y marcan las 10:24.
-Jose, perdona, pero me ha surgido un imprevisto y tengo que ir al club.-
-No pasa nada, tranquilo.- dice poniendo una sonrisa triste que hacen que sus ojos parezcan más llorosos.
-Podemos seguir hablando, tengo que irme en una hora.- le digo algo comprensivo al ver su cara de tristeza.

Continuamos hablando hasta que es la hora de marcharme.
Salgo de casa y voy algo apresurado, ya que salía con un poco de retraso. Miro al cielo, esta nublado y hace un poco de frío, por lo que froto mis manos por los brazos.

Llego al club cinco minutos tarde. Estaban todos ya allí sentados sobre las mesas. Todos me miran, que incómodo.
Me siento en una mesa, tal y como estaban los demás y miro a Claudia, no tiene buena cara y tiene los ojos llorosos.
Comienza a hablar y rompe a llorar.