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De nuevo en el Rocket's, esta iba a ser la primera noche de Andrea, y no había querido decir nada de lo que iba a bailar o lo que iba a llevar.
Me acerco al camerino y toco a la puerta. Andrea asoma un poco la cabeza.
-Suerte.-
-Álex, me da mucha vergüenza. ¿Hay mucha gente?-
-Está lleno, mucho más que anoche.-
Ella saca un brazo y me golpea.
-No me asustes imbécil.-
-Andrea, no pasa nada, sabes que lo vas a hacer genial, no te pongas nerviosa.-
-Muchas gracias de verdad.- dice sonriendo.
Antes de que pueda contestarle, cierra la puerta en mis narices y me quedo como un tonto ahí. Suelto una pequeño sonrisa y vuelvo a la barra. Sinceramente si hay mucha más gente que ayer.
Actuación tras actuación al fín llego la suya, aunque no estaba sola en el escenario, también estaban Valeria y Laila. Van vestidas de profesiones. Andrea es policia, Valeria obrera y Laila enfermera. Interpretan una de las canciones mas provocadoras que existe, Satisfaction de Benny Benassi.
Terminan la actuación entre grandes aplausos y se baja el telón dando fín a la noche de hoy.

Salimos a celebrar lo bien que ha ido la noche, pero lo hacemos de forma tranquila, salimos a cenar a un restuarante italiano. Estamos hablando sobre el próximo evento del Rocket's la noche de Halloween. Ahí es donde me doy cuenta que en poco menos de tres semanas me tendría que marchar, si no recuerdo mal, el dia 11 de Noviembre tengo el vuelo hacia allá y el día 12 tengo que presentarme en la empresa.
-¿Por qué no le damos una temática sádica ese día?- menciona Andrea haciendo que vuelva a prestar la atención.
-No estaría mal, además, es un tema que llama mucho la atención.- añade Marcos.
Debatiendo sobre la noche de Halloween en el club, nos hemos dado cuenta de que el restaurante ya esta vacío y solo quedamos nosotros.
Pagamos todos a medias y nos dirigimos cada uno a nuestra casa.
De camino a casa, vuelvo solo y hace bastante frío, por lo que intento ir un poco rápido para llegar lo antes posible.
Oigo una voz llamandome y que cada vez se me acerca más. Me giro y veo a Karen. Se acerca a mí.
-¿Cómo estás?- pregunta pasando su mano sobre mi brazo.
-Bien.-
-Ha sido todo tan de repente.- añade ella muy sentimental.
-La verdad es que sí.- digo dando paso a un incomodo silencio. -Bueno me tengo que marchar.-
-No, espera.- me frena.
La miro extrañado.
-Desde que Rosa murió, me siento muy sola.- dice tristona.
-Yo también.-
-¿Te importaría pasar esta noche conmigo?-
-No creo que sea una buena idea Karen, lo siento.-
-Por favor.- insiste ella.
Miro a mi alrededor suelto un suspiro.
-Está bieeen.- digo alargando.
-Gracias.- exclama ella abrazandome.

El camino hasta su casa estuvimos hablando de Rosa.

Llegamos a su casa, tan acojedora y tan seductora como siempre.
Es un poco incomodo estar aquí. Karen entra a la habitación y yo me quedo sentado en el sofá.
-Álex.- grita ella desde la habitación. -¿Puedes venir?-
Me quedo callado y me levanto algo extrañado.
Entro en la habitación y la veo con una bata.
La miro inquieto.
-¿Qué querías?-
-A ti.-
Me quedo parado sin mirar a ningún sitio fijo.
-Vamos, no creeras que te he buscado para que solo vinieras a hacerme compañía.-
Intento marcharme pero antes de que pueda hacerlo, Karen deja su bata azul oscuro caer dejandome ver su cuerpo totalmente desnudo.
Se acerca a mi comienza a besarme. Mete la mano en mi pantalón tocando mi pene provocándome así una erección.
-Vamos a jugar un poco.-
Agarro su cabeza y la bajo hasta la altura de mi polla. Bajo mi pantalón y Karen se la lleva a la boca.
Justo antes de que me corra lo saca de y deja que mi semen recorra toda su cara. Sonríe mostrando una dentadura perfecta.
Se vuelve a poner en pie y se chupa un dedo de una manera muy seductora. Abre un cajon y saca una toalla con la que limpia su rostro. Me coge la mano y me lleva hasta un armario. Lo abre y hay todo tipo de artefacto sádico, desde cuerda hasta fustas.
-Quiero seguir jugando.- dice mordiendo su labio.
Me pongo aún mas cachondo y no me opongo.
Cojo un poco de cuerda y le ato las manos al cabezal de la cama. Ella sonrie muy excitante.
Termino de quitarme la ropa y comenzamos el juego.
Totalmente desnudos, ella abre sus piernas dejando ver su feminidad totalmente excitada. Me acerco al armario y saco esa fusta color marron y recorro su abdomen hasta llegar a la entrepierna, donde doy un azote que hace que muerda sus labios evitando así soltar un gemido. Me encanta tener el control en esta situación tan erótica.
Acerco mi boca a su entrepierna, aún roja por el azote, y le meto la lengua. La beso como si fuese la última vez que lo fuese a hacer y ella gime en voz baja. Ese líquido que sale de su interior me demuestra lo mucho que le está gustando.
Termino y recorro mi lengua por mis labios para coger así, ese rico sabor de su feminidad. Le meto mi polla en su vagina totalmente húmeda por mi saliva. Me encanta. Ella grita y grita mientras yo la observo removerse de placer. Acelero el ritmo y me recuesto sobre ella. Cuando estoy apunto de correrme me saco de su interior dejando que me semen salga disparado hacia ella. Ella mira excitante.
La desato y ella toma el control. Me hace ponerme de pie para atarme a un pequeño enganche del techo con mis brazos totalmente alargados hacía él.
Con la misma fusta que había utilizado antes, ella la pasa sobre mi espalda hasta llegar a los testículos, hasta dar un pequeño azote, lo que hace que grite, aún que no de dolor, si no de placer. Con mis testículos totalmente rojos por el azote, Karen los chupa haciendo que el calor y la irritación que había dejado con el azote, se mezcle con su fría saliva. Mientras lo hace, me masturba.

Aún atado, Karen da un pequeño salto y se agarra a mí. Como si de una strepeer se tratara. Me besa mientas yo intento introducirme dentro de ella, cosa difícil, pero que logro tras algunos intentos.
Antes de que pueda volver a correrme, su feminidad ya había soltado todo el líquido de placer que le permitia.
Me saca de su interior dejando que mi pene caliente empiece a coger algo de frío y ella se baja de mi de otro pequeño salto. Vuelve al armario y saca un pañuelo azul oscuro, y lo pone sobre mis ojos imponiendome ver la excitante situación.
Ya con los ojos tapados, noto como engancha algo sobre mi miembro, me pregunto qué estará haciendo, pero el hecho de no ver, hace que la situación sea más morbosa.
De repente, esa cosa rara enganchada a mí comienza a vibrar y Karen me amordaza la boca con cuerda. No puedo gritar, ni gemir. Ese estimulador esta haciendo grandes cosas conmigo, pese a mis intentos de poder gemir, resulta imposible. Noto que me corro, el estimulador esta haciendo efecto, y al fín, lo hago, no se dónde he podido eyacular, pero la cosa es que lo he hecho.
Karen me libera de las cuerdas, de la mordaza, del estimulador y por fin recupero mi visión. Miro a mi alrededor para saber donde me había corrido.
-No lo busques, no lo vas a encontrar.- dice sabiendo perfectamente lo que buscaba.
Yo le miro extrañado.
-Me lo ha tragado.- añade.
La miro con cierto asco, pero a la vez con mucha sensualidad.
-¿Volveremos a jugar?- dice ella de manera muy excitante.
-No lo sé, creo que esto está mal, deberíamos respetar a Rosa.-
-Álex, a ella no le molestaría.- dice rodenado mi cara sus manos.
Nos miramos un instante y decido dejar esa situación incomoda para vestirme.
-Me he quedado con hambre.- dice mientras estoy subiendo mi pantalón vaquero.
Me giro y me doy cuenta de que esta volviendo a mirar mi pene aún medio erecto.
Sonrió y vuelvo a bajar mi pantalón. Se lleva un dedo a la boca y lo chupa con mucha sensualidad mientras cierra los ojos para dar sensación de placer.
Me acerco a ella le doy un beso y ella vuelve a ese placentero trabajo.

Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora