Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADA

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No consigo dejar la mente en blanco, Inesa, indirectamente me había confirmado que María tenía algo que ver en todo esto, pero sigo sin entender el cómo ha llegado ella a todo esto. No puedo quedarme con la duda y cojo el móvil, pasando de todos los mensajes que Sofía me había dejado y decido seguir el consejo de Jhon y hablar con Darren, a ver si él puede ayudarme, sinceramente me toca ser un falso, ya que ambos dos sabemos que no nos podemos ni ver.
Marco su número, que gracias al destino agradezco saberme casi toda la agenda de Sofía.

-¿Darren?- pregunto deseando que contesten con un sí.

-Sí, ¿quién es?-

En mi mente aparece un público dándome aplausos por lo bien que lo he hecho.

-Necesito saber algo, y tu lo sabes, y bueno, ya que con Jhon has hablado, me preguntaba si podriamos hablar.

-Sí, bueno, ¿qué quieres saber?-

-¿Sofía alguna vez te ha mencionado a una María que es rubia?-

-No, no me suena.- yo suspiro con tono de alivio. -Bueno no, espera, si me llego a mencionar algo, ¿de España verdad?-

-Sí.- mi voz, sin yo querelo esta temblando.

-Sí, deberías darle las gracias a esa chica, ella habló con Sofía y no sé cómo, pero la convenció para que te contratará.-

¿Hola? Que se pare el mundo que yo me bajo ya.

-¿Sigues ahí?-

-Si si, siento agobiarte la verdad, pero, ¿sabes algo más?-

-Pues a ver, no se mucho más, sé que se conocieron en la presentación en la Universidad de Madrid del libro de Sofía y sé que la chica de puso muy pesada y con tal de que se callara acabó por cogerte. Y creo que ya no se nada más.

-Muchísimas gracias de verdad.-

-¿No te lo había contado Sofía?

-No la verdad, no entiendo por que nunca me lo dijo.-

-Bueno...-

-Darren, muchísimas gracias de verdad, te debo una. Gracias.-

-Nada.- cuelga y me tumbo sobre la cama, esta vez con las persianas subidas y fumo otro de mis cigarrilos.

Dios, espera, ¿por qué Darren me cuenta todo si le caigo tan mal? Llego a pensar por un breve instante que puede que no le caiga tan mal, pero sé que eso es imposible.

《Nada es lo que parece, y no todos son lo que dicen ser.》

El recuerdo de las palabras de Jhon hacen que me levante de la cama con la clara idea de que se podría haber estado refiriendo a Darren. Un amigo nunca traicionaría a una amiga, por mucho que lo esté haciendo mal, lo peor de todo es que no solo lo había hecho una vez, si no dos. Esta conspiración es la que me anima a escuchar la cantidad de mensajes de voz que había dejado Sofía.
Uno por uno escucho esos mensajes mientras mi cajetilla de tabaco empieza a vaciarse a la misma velocidad en la que la cebeza se me llena de ideas y conspiraciones absurdas.

Sus mensajes no parecen decirme nada nuevo, pero todo cambia cuando entre uno de los mensajes en el que pide perdón, cuenta algo que, hace que todas las piezas de este rompecabezas empiezen a encajar.

... Nunca debí confiar en ese capullo, y menos desde la vez que intentó tener algo conmigo. Debería haberlo echado a la primera pero soy una tonta. Dijo que llevaba mucho tiempo queriendome y que ese sometimiento no se iba a ir, siempre estaría en su corazón e intento besarme pero yo le rechacé y se molesto mucho. Darren pensaba que le daba a entender que me gustaba y que intentaba ponerle celoso contigo. Dejó de hablarme y yo decidí hacer lo mismo, nos distanciamos bastante en tan poco tiempo, era mi mejor amigo, ¿cómo podía esperar algo de él? Él ha hecho todo esto, no me quito la culpa de haber estado contigo teniendo pareja, pero tú eres distinto, te necesito. Intento alejarme de ti, sé que eres algo prohibido para mí, pero esto ya no solo lleva a lo pasional, si no a lo sentimental.
Estuve pasando malas rachas con Jhon y en una de esas apareciste de la nada y lo cambiaste todo, la forma en la que ver el mundo.
Soy la mayor idiota de este planeta, y aún que no lo creas, aun que no lo diga nunca, siento algo, no sé que es, llamalo amor, mariposas en el estomago o destino. Pero desde que llegaste sólo puedo pensar en ti.
Por favor contestame cuando lo escuches.

Esta claro que no le voy a contestar, me hace sentir cierta ternura, e incluso esas mariposas de las que habla, pero esta vez no seré un idiota y haré lo que realmente necesito.
Esta sensación es muy rara, entre satisfacción y rabia.
Intento creer a Sofía, y por su voz ronca y desgastada parece haber estado llorando bastante tiempo.
Termino de fumar y comienzo a empaquetar mis cosas otra vez, esta vez sabiendo que posiblemente no volvería. Necesito huir a una ciudad nueva, pensar y poder olvidarme de todo esto y poder centrarme de una vez por todas y enpezar mi nueva vida en la ciudad que nunca duerme. Reservo un billete, no sin antes hacer unas llamadas y asegurarme un sitio para dormir en la gran manzana.