33

1.3K 76 0
                                    

Mierda, mierda y mierda, me he quedado dormido, y con la misma ropa que llevaba ayer.
Corriendo me cambio de ropa, cambio mis zapatos por unas deportivas blancas de Nike, mi camisa blanca por una camisa de cuadros blancos, negros y grises y esta vez si, cojo una chaqueta de las gordas.
Corro hasta el trabajo todo lo que puedo y con suerte, llego a tiempo de entrar.
Subo en el ascensor coincidiendo con el mismo chico de ayer. No entiendo mucho de aquí, pero parece que no le caigo muy bien.
Llego a mi sitio y esta Sofía de pie esperándome.
-Llegas tarde.- dice en tono serio.
-Cuando intento disculparme me interrumpe.
-¿Y este look?- me mira de arriba abajo.
-Lo siento muchísimo, no iba a llegar a tiempo y... -
-Me encanta.- suelta ella, a sí como sí nada.
-¿Qué?-
-Si, las zapatillas blancas con el contraste de la elegancia de la americana color negra, queda perfecto.- sonríe ella.
-Gracias.- sonrio yo.
-Y ahora vuleve a tu trabajo, y que no vuelva a pasar.-
-Oh si, se lo juro.-
-"Se lo juro".- repite ella. -¿Qué soy una abuela? No me llames de usted.
-Oh no, no eres una abuela, eres guapísima.-
Mierda, ¿pero qué cojones acabo de decir?
-Y, ¿qué más?- pregunta haciendo que le de a la conversación un toque más erótico.
Pues tienes un culazo con esos pantalones negros de cintura alta, pienso, pero se que no le puedo decir eso.
-Tienes una sonrisa maravillosa.- le digo.
-Muchas gracias.- sonríe.

Vuelvo a mi sitio y comienzo a controlar su agenda de hoy. Reuniones, sesiones de fotos, millones de cosas, y yo que pensaba que este tipo de personas vivían del cuento.

-Álex, que no se te olvide que dentro de dos semanas tenemos el Victoria's Secret Fashion Show.- dice con un acento totalmente cambiado.
-Yo ahora mismo no puedo permitirme un viaje a Londres, me acabo de mudar aquí y...-
-No te preocupes, todo corre a cargo de la empresa.-
-Está bien.-
Antes de que ella se siente añade:
-Y si dejas de mirarme el culo, mejor.-
Me sonrojo y pido disculpas. No se como se ha dado cuenta, ¿tanto se me ha notado?
-En verdad, me encanta.- mueve su pelo. -Me haces sentirme más guapa de lo que soy.-
Sonrio. Es tan como yo, lo que hace que me planteé si me esta empezando a gustar mi jefa, cosa que intento quitarme enseguida de la cabeza, ¿cómo me iba a gustar mi jefa? Es imposible.
Vuelvo a mi sitio y le recuerdo todos sus eventos de hoy.
-Puff, cancelalos.- suspira ella. -No, mejor que vaya Darren.-
-¿Quién?-
-Pásame con Darren.- me ordena ella.
-No se quien es Darren.-
-Oh por Dios, voy a tener que buscarme otro agente.- dice seria. -Aún que no creo que encuentre a uno tan guapo como tú.- pone cara perversa y sonríe haciendo que la tensión vuelva a la normalidad.
Se levanta de su mesa y se pone a mi lado y busca en una agenda telefónica su número, coge el teléfono fijo y marca el número. Mientras lo hace muestra un sugerente escote. Intento no mirar, pero es algo imposible.
-Darren, te necesito aquí.- dice fría y seca.
Cuelga y de repente aparece ese chico rubio tan extravagante.
Me vuelve a mirar con superioridad y se va direccion a Sofía.
Están como quience minutos hablando, bueno "hablando" parece que discutan y no se por qué me da que yo soy el causante de esa discusión.
Salen los dos y Darren, con cara de enfado sale sin mirarme, como si le hubiera hecho algo.
-No le hagas caso, es un estúpido envidioso.-
Le miro extrañado.
-Nada, da igual.- contesta ella.

Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora