-Álex, despierta, Álex.-
Esa voz resuena en mi cabeza. Abro los ojos y veo a mi hermana justo delante de mí.
-Me voy ya a la estación.-
-Espera que te acompaño.-Me visto rápidamente y salimos en busca de un taxi.
Un buen rato después, encontramos un taxi bastante acogedor que nos llevo la estación de tren de Atocha. Ya allí, tomamos algo de beber en una de las cafeterías de la estación. Hace frio, por lo que tomo un cafe caliente.
Mi hermana es mi confidente, mi mejor amiga y a la persona que más quiero, y no podía ocultarle nada de lo que estaba pasando en estos momentos por mí vida.
Sin dudarlo, le cuento el tema Rosa, dejando aparte el tema de salir y las drogas, ya que pienso que es un tema muy delicado.
Al acabar la larga conversación mientras esperamos al tren, tras un silencio no tan silencioso por el alboroto de la cafetería añade ella:-Y, ¿por qué no le pides de salir a esta tal Rosa?-
Yo la miro pensando fríamente la pregunta, no se que contestar, miro la taza y le doy pequeñas vueltas.
-No será porque sigues esperando a qué María venga, ¿verdad?- añade ella.
La vuelvo a mirar, sin gestos ni palabras ella sola había dado en el centro de la diana.
-Álex, no esperes a alguien que te dejó hace meses, si realmente sientes algo por Rosa, adelante.-
Roza mi mano y me lanza uan mirada de confianza.
Salimos de esa cafetería bastante moderna y nos dirijimos al andén donde el tren esperaba a mi hermana.
-Ya sabes, adelante y a por todas.- dice mientras me abraza.
Yo le devuelvo el abrazo y nos despedimos.
Sube al tren y cuando aun está ña puerta abierta, se gira. Me echa una sonrisa y me lanza un beso. Le devuelvo la sonrisa y las puertas se cierran dejando ver en ese limpio metal mi reflejo mirándome.Llegó la hora, Rosa me espera en la puerta, voy bastante arreglado, unos vaqueros, botines negros, camisa blanca y chaqueta de lana azul de trenca.
Nos ponemos en camino a la fiesta, vamos caminando por el centro de Madrid cogidos de la mano mezclandonos entre la multitud.
Estamos conversando sobre el trabajo hasta que nos paramos en una lujosa puerta de un edificio bastante alto.
Subimos hasta la azotea.
Está llena de gente, luces y música alta. Todos van vestidos super arreglados, al igual que nosotros.-Vamos, te presentaré a la amiga que organiza la fiesta.-
Me arrastra de mi mano y me guía entre la multitud. Vemos a una chica morena de pelo negro, corto y rizado. Me resulta familiar.
Se gira y me doy cuenta de que es Karen, la amante de Jose.
Nos saluda simpáticamente y nos invita a una copa.
Parece que no me guarda mucho rencor.Comenzamos a beber, estamos bailando y nos lo estamos pasando bastante bien. No se como ni cuándo pero acabamos en una lujosa habitación, de colores calidos y decoración moderna. Estamos Rosa y yo basándonos cuando entra Karen. Aparta a Rosa y coge mi cara con sus manos. Me besa.
-¿Qué haces?- digo cortando el beso.
-No me dirás que nunca has hecho esto.- añade en tono muy seductor.
-¿Hacer el qué?- pregunto confuso.
Karen y Rosa se miran y sonríen.
-Álex, Álex, Álex.- dice Rosa desabrochando mi camisa. -Vamos a tener una noche especial.-
Rosa y Karen empiezan a besarse mientras Rosa baja su pantalón y Karen su falda negra. Las miro fijamente y empiezo a ponerme cachondo, la situación lo merece.
Continuamos la situación hasta que quedamos los teres desnudos. Karen tiene un cuerpo moreno muy caliente.
Karen se acerca a mi muy lentamente, lo que le hace mas seductora. Nos besamos dejándonos llevar por la situación. Comienzo a sentir un gran alivio en la intrepierna, me doy cuenta de que está Rosa masturbandome. Sonrío y sigo besando a Karen, besa tan bien.
En mitad del acto, Karen nos interrumpe.
-Vamos a llevar esto a un punto más, oscuro.- pone una mirada felina muy excitante.
Sale de la enorme cama en la que estamos y abre un armario de madera color marrón oscuro.
Saca un caja y la abre sobre la cama. En ella habían condones, un par de esposas, un antifaz y algunos lubricantes de varios sabores.
Al ver todo lo que contiene la caja me puedo imaginar lo que me esperaba esa noche por lo que me provoca una erección aún mayor.
-Vamos a jugar.- dice muy juguetona.
Cojo uno de los preservativos y me lo pongo. Karen coje las esposas y me ata al cabezal de la cama y Rosa coje uno de los lunricantes y lo pasa por todo mi vientre hasta llegar al pene. Comienza a chupar todo por donde el lubricante había dejado rasto. Karen se masturba viéndonos.
Finalmente Karen se sube sobre mí y mete me pene en su vagina. Lo hacemos. Es una forma extraña ya que nunca lo he hecho esposado y por eso lleva ella el ritmo. Rosa pone su feminidad sobre mi boca y comiemzo a probar dicha maravilla. Mientras estoy metiendo le lengua es su vagina Karen y Rosa se besan mientras las dos sueltan algún que otro gemido.
Cambiamos de posiciones, esta vez la esposada es Karen, pero Rosa y yo decidimos bendarle los ojos con aquel antifaz azul oscuro.
Atada y con el antifaz puesto, Rosa y yo tenemos la opurtunidad de experimentar con ella el punto de mayor erotismo.
Busco un poco de hielo en lo que parece ser la cocina y sin mucha tardanza, lo encuentro, estoy un poco incómodo ya que voy desnudo por una casa desconocida, aún que en el fondo me gusta. Entro otra vez a la habitación con una bolsa de hielos. Saco uno y lo pongo sobre la vagina de Karen. Retuerce sus piernas mientras muerde su labio. Comienzo a chupar su feminidad aún fría por el efecto del hielo mientras Rosa pasa otro cubito sobre sus pechos y barriga. Ella mueve sus brazos dejando que el sonido de las esposas y de sus gemidos de apoderen de la habitación. Después continúo masturbandole haciendo remover sus caderas por la cama.Acabamos los tres tirados en la cama con las respiración alterada.
Volvemos a la fiesta como si nada hubiera pasado, pero antes de volver a la azotea Rosa se encierra en el baño. Intento entrar pero la puerta esta cerrada. Sale Rosa con la nariz totalmente blanca. La miro y le indico que se limpie.
Ya en la azotea continuamos bailando.
Mientras bailamos la pierdo de vita y comienzo a buscarla con la mirada. La veo sobre una barra preparando una ralla de coca. Me acerco a ella y soplo aquel odioso pero a la vez tan maravilloso polvo blanco.
-¿Qué haces?- grita.
-Rosa ya has tenido bastante esta noche, tranquilizate.-
-No eres nadie para mí, deja de controlarme.-
El corazón se me rompe el mil y un pedazos. Me marcho y dejo que continúe haciendo esa mierda.De nuevo la vuelvo a ver, hace bastante que no la veía. Suena 7/11 de Beyoncé. Voy contetillo por el efecto del cubata que me estaba bebiendo.
Alzo mi vaso al ritmo del estribillo. "Don't you drop that alcohol " Bailo y lo estoy pasando bien cuando veo a Rosa con la mirada perdida y más palida de lo normal. La miro e intento acercarme a ella entre la multitud, ante de que pueda acercarme a ella, cae al suelo y derrama todo su vaso. Voy corriendo gritando su nombre. Parece que nadie se ha dado cuenta. Me arrodillo junto a ella y comienzo a abofetear su cara con la intención de despertarla. No se mueve. Istérico comienzo a gritar su nombre. Todos los de la fiesta ya se habían dado cuenta de lo sucedido. Rosa no tenía pulso.
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Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADA
De TodoTras la marcha de su novia, Álex, un estudiante de DADE (Derecho, Administración y Direccion de Empresas) comienza su nueva vida en el mundo de la noche, el cuál hace del protagonista una persona arrogante y basada en sus pensamientos, pensamientos...