3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Seis. Amor como un Trueno.

Me costó mucho trabajo hacer esto, pero no puedo dejar de subir y tampoco de escribir (aunque me falta tiempo). Jo en la foto.

¡Perdón por los errores!

¡Espero que les guste!

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Me despertaron los perros; de alguna manera había dormido la mitad de la mañana y tan pronto como me di cuenta salté de la cama y corrí abajo a prisa. ¿Qué tal que Tom olvidaba llevar a Günther a la escuela? ¿Qué tal que sí lo llevaba y olvidaba hacerle el almuerzo?

- ¡Ay, Dios mío! Lo siento muchísimo, ¿por qué no me despertaron? – Corrí a la cocina dónde Tom estaba sentado con Lily en su regazo mientras él le ayudaba a beber un poco de jugo de manzana de su vasito entrenador.

- Buenos días a ti también... - Me dijo cuándo miré alrededor. – Lo dejé hace como dos horas, Jo. Está bien. – Suspiré y lo miré a él y a Lena; ella parecía estar mucho mejor ahora de lo que había estado toda la semana anterior.

- ¿Le hiciste el almuerzo? – Asintió. - ¿No olvidaste la leche de chocolate? – Asintió de nuevo y alejó el vasito de la boca de Lena al caminar hacia mí.

- Está bien, ya sé cómo es. Necesitas dormir. – Alcé la vista hacia él y luego hacia Lena, ella me estaba examinando.

- ¿Qué pasa, amor? – Le hice cosquillas y ella se rio bajito en brazos de Tom. - ¡Qué pasa! – Me acerqué a ella y froté mi nariz contra su mejilla mientras ella reía. - ¡Ay, eres tan bonita! ¡Sí, eres tan bonita! – Le dije en ese tono especial para bebés. - ¡Eres una cosita hermosa! – Le besé la mejilla y le eché un vistazo a la expresión de Tom.

- A veces eres tan jodidamente linda... luego intentas decirme que hacer y como lo arruinas... - Tom me dijo antes de que sacara a Lena de sus brazos, lo cual no salió nada bien. - ¡Oye, oye, solo es Jo! – Le dijo al verla aferrarse a él, me alejé y la voz de Tom la tranquilizó.

- ¡Eso no fue lindo, amor! – Cepillé con los dedos el corto y suave cabello rubio de Lena. – Y gracias, estaba un poquito cansada... de ser una mamá horrible. – Me dejé caer en una de las sillas.

- ¡Ah, no eres una mamá horrible; eres grandiosa! – Tom dijo. – Seguimos aprendiendo; digo... está mañana Günther me dijo que extrañaba a su abuela guapa y le pregunté "¿cuál?" y él me dijo: "exacto", ¡así nada más! – Me reí por lo bajo. – Y luego fue arriba. – Le sonreí a Tom pero aún me sentía muy mal por el resfrío de Lena. – Amo que te preocupes pero a veces nos enfermamos... ¡también los niños!

Hice un puchero y dejé caer mis brazos a ambos lados. – Me voy a dar una ducha, luego me puedes contar todo acerca de Florida, ¿sí? – Tom sonrió y me di la vuelta para irme.

- ¡Oye, Bill va a comer con nosotros! – Le hice una seña con las manos. – Puede que traiga a alguien... - Me detuve y me di la vuelta.

- ¿Qué? – Tom encogió los hombros y luego fue él quien se dio la vuelta.

Fui escaleras arriba y me di una rápida ducha antes de peinarme y maquillarme tanto como siempre, salí del baño y encontré a Tom sentado en la cama viendo la pantalla de su móvil mientras Lena jugaba con su osito de felpa, sentada entre las dos piernas de Tom, ella balbuceaba, fingiendo que le hablaba a su osito.

Lo único que llevaba puesto era mi ropa interior y una bata de baño, así que fui hasta el closet del otro lado de la habitación.

- ¿Y... a qué tipo de "alguien" llevará Bill a comer? – Le pregunté a Tom al ver mi ropa, decidiendo si ponerme jeans o una falda.