3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Ocho. Quítate Los Zapatos, Suéltate El Cabello (Y Vuélvete Loco)

Eminem. Yup. 

¡Jo en la foto!

Es corto pero tuve examenes y subí dos historias hoy así que ésto es éxito para mí, ¿de acuerdo? 

¡Perdón por no subir capítulo, intentaré volver a subir como antes!

(¡Espero que no haya errores porque tengo mucho sueño!)

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-Muchas gracias por la oportunidad!- Alex me dijo mientras que a Tom le costaba trabajo dejar a Lena. Ella estaba en su andadera y no podía importarle menos que nos fuéramos porque ahora ella estaba persiguiendo a Rize alrededor de la sala de estar.

-No hay problema, pero por favor: no le digas a tu mamá que estoy animándote para lo del concierto...- Él asintió con la cabeza.

-No te preocupes por eso.- Me dijo. -¿Debo llevarlos a dormir a la misma hora que mi hermano va a la cama?- Esta vez yo asentí. -Está bien.- Tom pasó junto al chico y lo miró fijamente durante unos segundos.

Tuve la conversación con Tom después de la fiesta de Günther: él no estaba para nada entusiasmado por dejar a los dos niños a casa con un chico de catorce años, para ser justos, yo sabía que había estado en casa a solas con Jimmy antes y yo no creí que sería una cosa muy importante para él cuidar a nuestros dos pequeños ya que le ayudaría y yo ciertamente necesitaba salir con Tom y tener algo desvergonzada diversión con él, al igual que como solíamos hacer antes de que Günther naciera.

-En caso de una emergencia... vamos a dejarlo claro, chico: no tienes nada, llámanos.- Me reí un poco en mis zapatos de tacón alto y golpeé a Tom ligeramente con mi bolso de color rosa. -Pórtate bien, Alex.-

-¡Yo siempre lo estoy, señor!-, Dijo Alex y Tom cerró los ojos para luego darme esa mirada en sus ojos que me suplicaba que no lo obligara a hacerlo. -¡Disfruten de su noche!-

-¡Gracias, lo haremos!- Yo prácticamente empujé a Tom fuera de la casa.

Tom abrió la puerta del coche para mí como de costumbre y luego se subió también. No dijimos nada de camino al cine. Me resultaba muy divertido que él fuera un blandengue ahora, preocupándose por sus hijos y siendo tan protector, mientras que en las entrevistas no podía parecer que le importara casi nada.

- ¡Sabes que necesitamos esto!- Yo le dije, todavía estábamos a pocos minutos de nuestro destino. Puse mis manos sobre mis jeans y suspiré cuando él no dijo nada. Yo sabía muy bien que estaba molesto porque no habíamos pedido la ayuda de Bill - como siempre hacíamos - pero yo no quería hablar con él, sin embargo, estaba siendo infantil, pero todavía me sentía con ganas de decirle cosas muy hirientes a mi amigo y no quería eso, y por ello preferí no correr el riesgo al hablarle.

-¿Qué cosa? ¿Alejarte de tus hijos?-, me preguntó con un tono frío. -¿O verte bien en frente de un chico?

-Tom ...- me gruñó, por supuesto que iba a hacer esto. Él siempre hacía esto. -¿Sabes qué? Tal vez sí necesitaba eso, tal vez también necesito que salgamos... y que actúes como sí realmente te importara -, le dije con calma.

-¿Qué?- Se detuvo en una luz roja. -¡No, no, tú sabes que me importas!

-Oh, por favor, ¡no seas tan romántico!- Escupí con todo el sarcasmo que pude reunir.

-¡Sabes que no puedo decir buena mierda! ¿Qué es lo que quieres de mí? ¡Ya dejé a mi hijo y mi bebé solo con un maldito chico de quince años! ¿Sabes qué tipo de basura yo estaba haciendo a su edad?