3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Veintisiete. Tausend Sterne Ziehen Vorbei.

Y aquí el siguiente capítulo!! 

¡Muchas gracias a sleepingbeauty89 por la traducción: de nuevo te la debo!

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 Sonreí a Tom, podía ser tan tonto a veces.

-¿Por qué estás tan celoso? – le pregunté, acababa de contarle sobre la conversación que tuve con Georg.

-Puedes hacer lo que sea que quieras.- Me dijo. – Pero él es del tipo que vive del otro lado del mundo.

-Vamos, él sólo quería saber cuándo iría de visita.- Dije. –No es como si fuésemos a salir.

Estábamos en el living, Bill había salido con la última adhesión de la familia, un Bulldog Inglés llamado Pumba que todos adoramos. Volví mi vista a mi teléfono mientras recostaba mi espalda en su costado, su brazo estaba en el respaldo del sofá mientras chequeaba algo en su propio teléfono.

-Respuesta honesta.- Declaró y dejé mi teléfono sobre el sofá.

-Suéltalo.- Dije y miré directo a la pared.

-Si él te lo preguntara otra vez...- Sabía a lo que se refería.- ¿Lo harías? ¿Dirías que sí?

Mordí mi labio, esa era una pregunta complicada. Georg y yo nunca habíamos tenido nada romántico pero mamá siempre me decía lo fáciles que deberían ser las cosas con un chico como él. Deseaba que pudiera encontrar un chico como él, pero ahora que Tom preguntaba... ¡Georg era un chico como Georg!

Estaba eso que tenía por Tom, sin embargo... Siempre me ha gustado y estaba segura de que él era la razón por la que yo no encontraba a nadie con quien quedar. Porque nadie era crudo, divertido y honesto como él, ni siquiera Georg.

-Yo... lo intentaría.- Dije.

Tom se movió detrás de mí y me senté derecha, nos miramos uno al otro.

-¿Qué?- Reí.

-¿Sabes que eso arruinaría su amistad, verdad?- Asentí y suspiré.

-Bueno, tú no sabes si el intentará invitarme a salir. Así que nada se está arruinando. Además, -Miré al techo.- él es tan dulce, sé que funcionaría.

Tom tomó su teléfono y arqueó una ceja.

-Entonces hazlo.- Dejó salir.

Rodé mis ojos y tomé mi teléfono para ver la hora, ignorando mi reloj de muñeca.

-Okay, gato gruñon; necesito llegar a mi casa.- Dije. –Tengo una cita mañana en la noche, no lo olvides, ¡en caso de que necesite una mano! –Dije y besé su mejilla mientras él pretendía no prestarme atención. -¡Por favor! –Me levanté y tomé mi chaqueta y bolso de la entrada.

Tom me siguió y asintió.

-¡Y aféitate!- Bromeé mientras el abría la puerta para mí.

-Te acompaño hasta tu auto, está oscuro.- Dijo ignorándome y mirando el cielo.

Fuimos fuera y lo saludé con la mano desde mi asiento del auto antes de encender el motor. Él me devolvió el saludo y me fui.

Mi apartamento no estaba muy lejos del de los chicos para la paz mental de mi padre; llegué a casa y cuando me adentré completamente en el lugar dejé las llaves en la mesa junto a la puerta. Fui a mi habitación y me lancé en la cama cubriendo mi rostro con ambas manos. Ese día había estado trabajando hasta al menos las 6 p.m. y todo lo que quería ahora era ir a la cama, pero necesitaba remover la increíble cantidad de maquillaje de esa mañana y quitarme la ropa.