Capítulo Veintiuno. Manos Para Mí Mismo.

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¡Capítulo! Espero que no haya errores porque en la versión en inglés si los hay... (ups?)

No me odien, yo amo a Bill. 

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Bill

Le sonreí, se estaba pintando las uñas de negro otra vez y siempre me entretenía ver cuánto se concentraba en no pintarse los dedos; que siempre lograba mantener limpios.

- ¿Has pensado en usar un color diferente?- Le pregunté.

- ¡Lo estoy haciendo!- Dijo y alzó la mirada hacia mí. - ¿No puedes ver la diferencia? ¡Eran Negro Marfil, y ahora son gris carbón!

- Realmente sólo veo negro.- Le dije para molestarla, y porque en parte los dos colores eran lo mismo para mí.

Ella se quedó sin aliento.

- ¡Oh Dios mío! ¡No te sabes tus colores! - Ella frunció el ceño. – Antes tenías a alguien que te pintaba las uñas, ¿no es así?- Asentí con la cabeza.

- ¡Pero son varoniles ahora!- Le mostré mis puños y ella sonrió y asintió con la cabeza.

Mi ridícula expresión de hombre varonil cambió de inmediato y le devolví la sonrisa.

- ¿Qué tienes planeado para mañana?- Le pregunté, últimamente tenía un montón de cosas que hacer con Jo y yo no podía salir con ninguna de las dos.

- Dormiré hasta tarde.- Cerró los ojos con orgullo y me di cuenta de la sombra de ojos de color marrón claro en sus párpados.

Ella siempre se veía bien, no importaba la cantidad o el color de su maquillaje. Angie era simplemente hermosa.

- ¿Puedo unirme?- Le pregunté por estupidez, lo que en realidad quería hacer era pensarlo y decir algo un poco más decente.

Por alguna razón no podía dejar de decir lo que estaba pensando cuando estaba con ella...

- Oh, Bill, eso me gustaría.- Ella murmuró y sus manos se congelaron.

Al parecer, yo no era el único que no podía mantener sus pensamientos para sí mismo.

La vi abrir la boca y tratar de articular palabra pero nada salió de su boca y terminó con el ceño fruncido y cerrando los ojos.

- Quiero decir-como... podríamos pasar el rato y ver una película o algo así.- Traté.

- Oh, ¡sí!- Angie sopló su cabello rubio hacia un lado. - ¡Lo sé; estaba pensando lo mismo! - Sus ojos verdes no apartaron la vista de sus uñas.

No podía soportarla así, hubo un atisbo de rubor en sus mejillas y no me habló más después de eso.

Me apoyé en su hombro y se manchó el dedo meñique con la pintura de uñas.

- ¡Ah!- se quedó sin aliento, - no lo hiciste...- se volvió hacia mí y sus ojos se veían casi asesinos.

- Puede que lo haya hecho.- Me le quedé viendo al tirarme hacia atrás en mi propio sofá.

Angie cerró la pequeña botella de esmalte de uñas y la dejó sobre la mesa, sopló sus uñas y agarró su teléfono. La observé con atención, pero no podía ver lo que estaba haciendo en la pantalla de su móvil.

De repente mi teléfono empezó a sonar y lo saqué del bolsillo delantero mis pantalones para ver lo que había aparecido en mi pantalla.

- Eres un hombre muerto.- Ella había enviado mensajes de texto, lo leí en voz alta una vez que me di cuenta que era la suyo.

3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora