3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Treinta y Ocho. Perdido En Conversaciones De Almohada Vacía.

¡No! Quería subirlo el Viernes pero... supongo que ya no es Viernes... Es que éste capítulo y el de ayer son hermanitos :B Espero que les guste!!!

Intentaré ordenar mi vida para subir todos los días, así que esperen otro capítulo mucho más tarde hoy. 

¡Disfrutenlo! (No lo revisé)

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// Me había pasado todo un mes con Matt en Nueva York, odiaba estar lejos de mis amigos por tanto tiempo, pero no había otra manera de hacerlo; tenía pinturas que terminar y ya que eran acerca de la ciudad, no era como que pudiera encontrar la inspiración que necesitaba en un glamoroso restaurante en el centro de Los Ángeles. Aunque echaba de menos a mis amigos... Me hubiera gustado tomar el auto y conducir a su casa a jugar con sus perros durante la conversación con Bill y hacerle bromas a Tom porque su barba estaba fuera de control; quería ir a su cocina y hacerles algo saludable y casero, ellos siempre estaban comiendo fuera... de verdad que los extrañaba.

Todas las noches me resultaba difícil conciliar el sueño en los brazos de Matt, que era atractivo, lo sabía, pero él no era el chico con quien quería dormir. Me hacía sentir enferma, hasta me odie un par de veces en que no encontré una excusa para evitarlo. Al principio traté de convencerme de que él era un gran hombre, pero entonces no podía engañarme a mí misma... Él no tenía el mismo aroma, no sonaba como él, no se veía como él... quería despertar con un infantil guitarrista alemán abrazándome...

La propuesta de Matt no me hacía las cosas más fáciles; lo primero que pensé cuando me mostró el anillo fue "es el fin". Yo sabía que después de eso... no volvería con Tom, que no podía hacer eso.

Me tenía tan distraída, me llevaba de aquí para allá, y me enseñó un poco acerca de sus cámaras y algunos conceptos básicos sobre ángulos, haciendo comentarios curiosos durante películas – a Matt le encantaba ver viejos clásicos, algunas nuevas películas lo molestaban - y nos divertimos. Sólo quería tiempo lejos de él y lo tuve.

No esperaba darle un beso de despedida en el aeropuerto, pero tenía que hacerlo. Su madre había caído enferma el día antes de nuestro vuelo a España, y aunque mi madre quería conocerlo, me sentí aliviada. La salud de su madre hizo que me preocupara, pero no había nada que pudiera hacer y no iba a perderme la boda de mi madre.

- ¡Mamá!- La abrazé cuando me recibió en el aeropuerto, ella me abrazó de vuelta y una vez que se soltó miró a su alrededor.

- ¿Dónde está el señor Viejo?- Frunció el ceño.

- Mamá... - Me quejé un poco y entorné los ojos, pero todavía tenía que sonreír al verla en persona. - Él está en Nueva York, madre enfermó...

- ¿Qué tanto?- Mamá puso su brazo alrededor de mis hombros, ya que fuimos a la salida.

- Ella tiene esta... condición del corazón, es malo.- Dije mirando a otro lado.

- Oh, ¿estás segura de que va a ponerse mejor?- Preguntó mamá, preocupada.

Encogí los hombros y asentí, ella me sonrió y después de poner todo en la parte de atrás de su coche, se fue a casa.

El día pasó rápido, mamá y yo pasamos el resto del día hablando, me encantaba ver su emoción y no podía esperar para verla felizmente casada con Fernando. Mi madre se merecía ser feliz, y yo sabía que casarse en ese momento de su vida era bastante sin sentido, pero de cualquier modo sentía como si estuviera haciendo una gran diferencia en su vida.