3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Cuarenta. Ven a casa.

¡Hoy subo temprano!
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Tuve que sacar a Lena de su carriola porque se veía que tenía sueño después de comer; la había llevado conmigo a la oficina, visitamos el pequeño taller de nuestro principal diseñador y Angie había insistido en que quería almorzar conmigo y hablar de algunos negocios.

Georg y Allison tenían un bonito apartamento en un elegante edificio, por lo que tomé el ascensor hasta su piso y empujé el cochecito de Lena hacia la puerta. Toqué el timbre y esperé a que Allison abriera, después de que lo hizo corrió hacia el interior.

- ¡Hola! - Ella gritó desde la sala al dejarme en la puerta para entrar y cerrar detrás de mí.

- ¿Hola? - Traté de hacer que sonara normal, pero sonaba dudosa y extraña, - ¿Qué pasa? ¿Cómo estás? - Cerré la puerta y llevé a Lena a la sala antes de seguir a Allison.

Su sala de estar era una pequeña habitación con una ventana grande y un par de sofás de color marrón claro alrededor de una pequeña mesa de café sobre una alfombra azul oscuro y una pantalla de televisión en la pared opuesta a los sofás, un gran librero detrás del sofá lo hizo ver un poco más grande de lo que era. Dejé el cochecito de Lena cerca de uno de los sofás, sabiendo que iba a reconocer el lugar cuando se despertara y no se asustaría si yo no estaba allí.

- ¡Ah, bien! - Allison gritó desde el dormitorio.

Seguí el sonido de su voz y me detuvé cerca de la puerta, por alguna razón, no me sentía muy cómoda con entrar en la habitación de ella y Georg.

- ¿Sí? - Miré hacia el techo, cubriendome la frente con la mano. - ¿Cómo va todo con Georg?

Escuché a Allison bufar e inclinar la cabeza hacia un lado. No estaba siendo demasiado sutil, pero necesitaba conseguir que me hablara.

- Bueno, él está actuando raro y yo estoy actuando raro y... ¡supongo que lo ha visto venir! - Ella volvió a gritar, yendo de aquí para allí rápidamente.

Me mordí el labio mientras caminaba a la puerta de su habitación, ella salió en ese momento; sostenía un vestido en su mano cuando la vi.

- ¿Por qué no has entrado? - Ella me preguntó.

- Wow... - Solté sin apartar la mirada de ese vestido en sus manos. - ¿Qué estás haciendo?

Allison se dio la vuelta y regresó a su habitación. La seguí esta vez y sentí que mi corazón se hundía dentro de mi pecho cuando vi su ropa amontonada en la cama junto a un par de maletas negras. ¡No tenía ningún sentido!

- ¡Allison! - Fui hasta la cama y vi la maleta casi completamente llena. - ¡Qué demonios estás haciendo! - Entré en pánico.

- Te lo dije, Georg y yo no estamos funcionando... - Ella explicó en voz baja, sus manos trabajando tan rápido como podían para doblar la ropa y ponerla en las maletas. - Así que voy a volver a Los Ángeles; tengo mi billete de avión listo y he terminado con él, con Alemania, ¡con todo!

Me senté en la cama al lado de la maleta, dándole la espalda a mi amiga mientras trataba de entender lo que estaba pasando y cómo estaba sucediendo.

- Ally, no puedes hacer esto. - Dije en voz baja después de unos minutos, - Georg está loco por ti, ¡estoy segura de que ustedes pueden solucionarlo!

Traté de sonreírle, pero Allison tenía una expresión de lo más seria y decidida en su rostro. Me volví hacia ella, guardó otro vestido y se volvió hacia mí agitando las manos con las palmas abiertas.