3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Cuarenta y dos. Haces Que Mi Corazón Se Detenga.

Ayer tenía que subir esto... Pero me quedé dormida 🙈

¡Disfrutenlo!

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Almorzar con Matt no era algo que estuviera deseando hacer, por lo que mientras estaba de pie frente a él con mi abrigo beige y mi pequeña hija en mis brazos aparté la vista de la camioneta esperando por mí, Jessica estaba de pie junto a mí , esperando que yo dijera algo.

-Vamos, ¡me debes ese almuerzo desde la última vez que nos encontramos en Nueva York!- Matt me sonrió y parpadeé varias veces, mirando a otro lado.

-¡Mami, hambre!- Lena dijo y me acomodé el bolso en el hombro antes de sujetarla con ambas manos otra vez.

-Yo sé, bebé, lo sé...- Traté de encontrar una excusa, pero tal vez era demasiado, evitar a Matt no iba a hacer las cosas más fáciles. -Bueno.

Me volví a Jessica y me disculpé.

-Estoy almorzando con Matt, lo siento.- Ella asintió con la cabeza e hizo caso omiso de mi disculpa con una sonrisa de suficiencia.

-¿Quieres que me lleve a Lena?- Se ofreció, intentando abrazarla.

Lena se animó ante la mención de su nombre y cuando vio llegar a Jessica puso sus cortos brazos alrededor de mi cuello, gritando.

-¡Mami!- Puse mi mano en su espalda, manteniéndola cerca.

-Todo está bien, cariño.- Le dije en voz baja al oído antes de dirigirme a Jessica, -me quedo con ella, gracias.

Mientras Jessica se fue en la SUV, Matt apuntó a un Mercedes negro cerca del final de la calle. Caminé con él en silencio, su cabello se veía oscuro, con unas cuantas canas más ahora, y más líneas alrededor de los ojos.

-¡Ya habla!- Señaló a Lena, que se aferraba a mi cuello.

Asentí con una sonrisa reprimida mientras seguimos caminando.

-Sí... y Günther ya escribe, así que ... tenemos las manos llenas-. Bromeé.

-Me imagino, ¡Dylan no ha tenido a su primer niño todavía y ya va preparando hasta las tuercas de la casa!- Él se rió entre dientes.

Matt ocultó las manos en los bolsillos y miró hacia abajo, respirando en su bufanda antes de mirarme con una expresión de niño alegre. Le devolví la sonrisa y aparté el pensamiento de Tom, y sus cálidos ojos castaños que se parecía en nada a los de Matt.

-Tengo que asegurarme de enviar un buen regalo, ha sido siempre muy atento con nosotros.- Señalé a la muñeca de Lena y Matt se estiró para mirar el brazalete.

-Él piensa en ti como una hermana.- Dijo en tono serio -, la hermana que casi tuvo, de todos modos.

Nuestros ojos se encontraron y me topé con pesar en su expresión, aunque yo estaba sosteniendo en mis brazos a una de las razones más importantes por qué nunca me arrepentiría de haber dejado a Mat. Se dio la vuelta y abrió la puerta del coche, ayudándome a subir.

Matt me había llevado a un pequeño café en una calle estrecha, caminamos a través de un par de tiendas para llegar allí y yo me enamoré de la terraza; mesas que nos rodeaban por todas partes y personas charlando junto a nosotros, los camareros y camareras dando vueltas, los ciclistas que pasaban, las mujeres compartiendo los rumores más calientes alrededor de tazas de café, chicos jóvenes que reían por descuido de alguna broma estúpida, amantes jóvenes mirandose a los ojos desde detrás de sus tazas. Debía admitir, tenía su encanto.