3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Tres. Como Los Chicos Populares. Parte 2.

La verdad es que "Como los chicos populares" era un capítulo pero hubo una serie de eventos desafortunados y tuve que divirlo en dos para subirlo.

Me parece que es bastante largo, ¡disfrútenlo!

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Günther terminó la tarea temprano solo porque Tom le prometió que jugaría a la pelota con él cuando terminara y claro: mientras yo le ayudaba a terminar su tarea de matemáticas Tom se hacía cargo de algunos asuntos de la banda con Bill, que tenía a Lena sentada en su regazo, la niña adorando jugar con sus numerosos anillos y brazaletes.

- ¡Lena, necesitas un par de aretes! - Bill le dijo mientras ella examinaba sus anillos de oro.

- No, no los necesita. - Tom respondió rápidamente, en su usual afán sobreprotector.

- Yo me haré cargo de eso, Bill. - Dije cuando Günther corrió de vuelta hacia su mochila junto a la entrada y guardaba sus cosas. - ¿Has hablado con Ge?" - Le pregunté y Günther corrió de vuelta.

- ¡Papá, papá! ¡Lo prometiste! - Saltó y jaló de los pantalones de Tom; él se sacó la gorra de la cabeza y la puso en la mía cuando pasó a mi lado sentada en el suelo.

- ¿Me la puedo quedar? - Bromeé y Tom se rio antes de decirme que no. - Me la voy a quedar.

- Me llamó ésta mañana antes de su vuelo, estaba con Gustav. - Me respondió e inclinó la cabeza hacia un lado. - ¿Por qué?

- No me acuerdo de la última vez que él llamó... - Encogí los hombros. - O que yo lo haya llamado... - Bill se llevó la mano a su sombrero y Lena empezó a estirar las manos hacía él.

- ¡Eres una beba muy linda! - Bill le dedicó una de sus mejores sonrisas y ella se rio en respuesta. - ¡Sí, tío Bill te va a extrañar como un tonto! - Le dijo y se olvidó lo absurdamente lista que ella era, la ayudó a apoyarse en sus piecitos descalzos sobre sus rodillas y la sostuvo para que estuviera de pie. ¿Y qué es lo primero que ella hace? Coger el precioso sobrero de Bill. - No, Lena... ¡No estropees mi look! - Intentó apartar su pequeña mano de su sombrero pero no podía porque debía sostenerla para que no se cayera.

Me reí y me puse de pie, ayudándole al alejar a mi pequeña de él y su sombrero.

- ¡Niña traviesa! - Frote mi nariz con la suya y ella se rio un poco más. - Nada de coger sombreros, ¿bien? - Le besé las mejillas y la cargué contra mi pecho, aunque no se calmó, se removió en mis brazos y tuve que ponerla en el suelo y sostenerla por las manos para que pudiera dar unos pasitos por ahí.

- Siempre me distraigo con ella... - Bill se disculpó y nos siguió. - ¿Por qué no han hablado? ¿Se pelearon?

- No, es... es solo que es por Allison, creo. Hablé con ella más temprano y... ella solo... se ha quejado mucho y para no hacerte el cuento largo: ¡Quiere el anillo! - Le dije mientras Lena intentaba correr hacia la parte de atrás para ir al jardín, donde Tom y Gün estaban jugando con la pelota; Fernando era un abuelo orgulloso por eso: era un fanático del club Barcelona. Yo lo odiaba. Pero a Tom no podía interesarle menos, en realidad nunca le interesaron mucho los deportes, solo se ejercitaba porque era un poco pretencioso y odiaba lo fuerte que Georg se estaba poniendo hacía unos años.

- ¿El anillo? - Los ojos de Bill debieron abrirse de par en par porque su voz se elevó una octava entera. - ¿De nuestro Georg? Bueno, él ha hablado de eso...

- El problema es que ellos ya hablaron sobe niños pero lo que Allison quiere es un matrimonio, digo, no puedo culparla, tiene un muy buen punto: ¡no estaría bien ser demasiado viejo para correr detrás de tu hijo! - En ese momento tuve que alzar a Lena y abrir la puerta hacia el jardín. - ¿Vienes?