Capítulo Treinta y nueve. Nunca Tendré Suficiente.

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Primero que nada perdón, la cosa es que llevo al menos unos dos años escribiendo sin parar y creo que mi mente dijo "BASTA!" y he estado muy cansada hasta hace unos días, pasé casi un mes con la mente en blanco, o sea nada de ideas y nada de ganas de tocar el documento de la traducción... pero estoy volviendo a mi usual rutina de "imaginar, escribir, y traducir" poco a poco...

Una vez que aclaramos eso... SÉ QUE HAY ALGUIEN DE COLOMBIA LEYENDO ESTO, y necesito que me ayuden con dos cositas por favor! Si me pueden contar un poquito de alguna tradición y sobre apoditos graciosos que le pongan a los niños/niñas, se los voy a agradecer MUCHO!

Y ya, les dejo el capítulo - que no leí antes de subir, así que puede haber errores, pero ya me conocen por ser así de descuidada(ups!).

¡Ojalá les guste!

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Volvimos a casa y los chicos se reunieron en el estudio mientras iba a la oficina con Angie para hacer más trabajo.

Necesitábamos llenar las tiendas de nuevo, nos iba de maravilla, así que podíamos empezar a llenar los estantes con ropa nueva cada dos semanas si era posible, al menos eso era lo que estaba previsto, y los diseñadores estaban encantados de saber que íbamos a tomar más de sus creaciones para las siguientes colecciones.

No podía dejar a los niños solos en casa, así que los traje conmigo a la oficina y aunque Günther era bastante obediente, Lena era ruidosa y quería caminar por el lugar para explorar su entorno.

Era una mañana dura, pero cuando llegué con los niños al coche de nuevo recibí una llamada de Tom.

- ¡Hola! ¿Qué tal? ¿Ya terminaron? - Le pregunté mientras levantaba el teléfono, abrí la puerta del coche y esperé a que el conductor arrancara.

La desventaja de tener un accidente de coche y estar casada con Tom era que ahora no iba a conducir en Alemania otra vez, o eso es lo que parecía.

- En realidad... - Tom sonaba estresado, gruñó, - tendremos que empezar de nuevo.

Mi boca se abrió y suspiré, había ocurrido una vez más que los chicos tenían que volver a escribir todo su álbum, pero no era algo que los chicos quisieran tener que hacer... habían esperado volver a escribir algunas canciones, no un álbum completo. Era estresante al principio y tenían que encontrar su ritmo de nuevo, tenían que ser creativos y encontrar de nuevo lo que querían obtener del álbum que estaban escribiendo.

- Si no se siente bien, no se siente bien.- Dije y Tom estuvo de acuerdo. - ¿Dónde estás ahora?

- Todavía estamos en el estudio, ¿tú?

- Estoy en camino a casa de tus padres. - Le dije y me di vuelta para darle a Günther una advertencia cuando empezó a patear la parte de atrás de mi asiento. - ¡Gün!

El pequeño rubio dejó de reír y sus ojos se abrieron tan amplios como eran y puso su barbilla hacia abajo después de ser retado.

- ¿Qué hizo el pequeño?- Tom se echó a reír a través del teléfono.

- Lo conoces; pateado mi asiento... – Puse los ojos en blanco mientras el conductor giraba a la izquierda.

- Entonces, ¿qué puedes tener que hacer en casa de mis padres?- Preguntó Tom.

- Bueno, ya que estarás ocupado en el estudio y todos sabemos cómo será eso, tu padre se ofreció a darle a Gün sus lecciones diarias de guitarra.- Sonreí y volví a mirar por la ventana. - Le dije que no tenía que hacerlo, pero...

3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora