3. Can You Hear Me Calling? *En Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Dos. Como Los Chicos Populares. Parte 1.

Primero perdón por subir hasta ahora, tuve unos pequeños problemas con la computadora pero aquí está el capítulo:

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- Bien, ¿ya tienes todo? – Le pregunté a Tom y él cerró su increíblemente gran maleta mientras asentía con la cabeza. Llevaba a Lena en mi brazo y ella me pinchaba la mejilla con sus deditos felizmente. – Detente, cariño... - Alejé su mano con suavidad. Casi siempre llevaba el chupón en la boca desde que le habían comenzado a salir los dientes y aparentemente morderlo le ayudaba con el dolor.

- ¡Ah, se me olvidó meterte ahí! ¿Cómo lidiamos con eso? – Él dijo y se rascó la barbilla haciéndome sonreír.

- Creo que deberías llamar a Bill. ¿Ya guardaste tu agenda? – Le pregunté y negó con la cabeza.

- Lo llamaré después de comer, probablemente está ocupado ahora, y ¿necesitas la agenda? – Asentí y él fue hacía su mochila y la sacó, dejándola sobre la cama.

Senté a Lena en mi regazo y revisé su agenda, ya había revisado mi correo antes y si no estaba equivocada, ésta sesión de fotos en la que Michael insistía tanto que hiciera sería durante el tiempo que estaríamos en Hamburgo. Suspiré al confirmarlo.

- ¿Qué pasa? – Tom me preguntó al terminar de revisar que tuviera todo lo que necesitaba en su equipaje de mano.

- Yo... - Siempre me sentía con miedo de decirle a Tom acerca de cosas de modelaje, parecía que él lo odiaba y no era capaz de ocultarlo. – Michael llamó. – Dije y me prestó toda su atención cruzando los brazos sobre el pecho. - ¿Conoces a una revista llamada "Superior"? – Asintió y se frotó la nariz al mirar hacia abajo al piso. – Tan solo pensaba que podría hacer ésta... - Dije avergonzada.

- ¿Es un día ocupado? – Me preguntó señalando hacia su agenda sobre la cama. Miré la página y asentí.

- Estaremos en Hamburgo y... - Dejé que mi voz se apagara.

Hubo silencio por unos segundos hasta que Tom gruñó y se sentó a mi lado. – Si quieres hacerlo, entonces deberías. – Dijo, su mano encontrando el camino hacia la mía. Alcé la mirada hacia su rostro y lo consideré; tal vez solo lo decía para hacerme sentir mejor pero en verdad no podía tomar el trabajo.

- No puedo... - Susurré y él empujó la agenda hacia un lado, colocando su brazo sobre mis hombros para que mi cabeza pudiera descansar en su pecho. Él descanso su barbilla sobre mi cabeza.

- Si tú quieres... ¡Hazlo! – Hizo una pausa. – Tienen oficinas en Alemania, llámalos y pídeles que sea allá. No puedo obligarte a no hacer algo que obviamente extrañas hacer, Jo. Sería un tipo de mierda si lo hiciera.

- Tú nunca has sido ese tipo de chico. Aun cuando lo aparentabas. – Me reí y él abrió la boca en sorpresa.

- ¿Qué? – Alcé la mirada hacia él mientras sostenía a Lena cerca de mí. - ¡¿Qué se supone que quiere decir eso?!

- Rastas, ropa enorme, gorras New Era... Tom... Presumías tener muchas chicas en tu cama... - Dije en voz baja para que Lena no pudiera escuchar.

- No mentía, y más vale que estés agradecida por esas chicas: aprendí mucho de ellas... - Dijo en voz baja también, aunque no parecía que lo hiciera por su hija sino que más bien como que intentaba hacer que me interesara.

- Iré a hacer algunas llamadas... - Me puse de pie y puse a Lena de pie en el suelo mientras la sostenía de las manos para que pudiera caminar un poco. – No me mires el trasero.