Siguiente parada: Investigación y preguntas.

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(Dan)

Hoy; 24 de Diciembre, víspera de Navidad.

Claro, las personas son difíciles de tratar, no son fáciles de comprender y tampoco de convencer. No estoy segura de quien ha sido la más difícil de convencer, si Ivonne, Marie o Flor, pero bueno cada una tiene aquel especial efecto. Es algo preocupante que no supiésemos algo sobre Ren, que estuviese tan desconectada y que su familia pareciese haberse escondido junto con ella de cualquiera. Luce como un juego, donde ellos se esconden y nosotras intentamos andar tras su rastro.

En la biblioteca, la cual jamás había tenido el agrado de ir, no es que no me gusten las bibliotecas sino que me encantan más no había podido ir en ninguna de las oportunidades que me dieron las chicas, lo siento ya estoy divagando, bueno ahí estamos sentados. Sí, Iván también ha venido, se me hace que ha sido el más sencillo de convencer, extrañamente. Su comportamiento algo evasivo con el grupo, igual o peor con Kat e Ivonne, me impresionó pero no dije nada, sólo se lo llegué a mencionar una vez a Ren hace como una semana por teléfono, pero no creo que lo haya tomado en cuenta.

Y recuerda Dan, nos vemos en tres días, ya habían pasado los dichosos tres días. Sentados en las escaleras de la biblioteca estamos esperando a Ren. A pesar de que dijeron bastantes cosas (como preguntas y negaciones para venir) ahora están completamente callados, y eso me parece extraño.

—Bueno, ¿y qué han hecho? —es lo primero que se me ocurre decir para intentar alivianar el ambiente extrañamente silencioso que nos rodea.

—Sigo sin entender que es lo que hacemos aquí, Ren seguro no vendrá Dan —dice Ivonne al recargarse un poco más en el barandal (creo que se considera así) de piedra que hay, y también bajar su pierna derecha al siguiente escalón, y por supuesto cruzándose de brazos y desviado la vista hacia el techo del edificio, nada más la he seguido por un momento para ver que está en su mirada. Se le nota molesta, claro que lo está, con tan sólo mencionar a Ren se ha molestado y no entiendo el porqué; al parecer he estado muy desconectada de lo que los demás han hecho.

—No puedes estar segura de ello —fue mi respuesta, tengo las esperanzas puestas en Ren, ya que puede que llegue a retrasarse pero siempre ha cumplido con su palabra.

—Y tú tampoco puedes estarlo —Que tus palabras sean usadas en tu contra sí que duele. Hago una mueca y siento un pequeño retorcijón de incomodidad.

Me removí en el escalón en el que estaba sentada. Silencio, silencio, es simplemente extraño no puedo evitar que aquello ronde por mi mente.

—Deberíamos irnos, al parecer no vendrá —comenta Ivonne, y Marie asiente levantándose.

—Claro —Iván se encoge de hombros, restándole importancia.

¿Qué acaso no veían que podría ser importante?

—Esperen —Sam se levantó también, pero para detenerlos. Los tres voltearon a verla y se detuvieron a medio camino para bajar las escaleras.

— ¿Qué, Sam? Hemos esperado por casi tres horas y media y no está aquí, tampoco ha dado ningún indicio de que en realidad venga.

Tenía razón Ivonne, no era seguro que Ren llegase. Ni siquiera sabemos en donde ha estado, que le ha pasado, absolutamente nada. Estoy a punto de asentir, para permitirles que se vayan de una vez pero...:

— ¡NO SE ATREVAN A DAR UN PASO FUERA DE ESE TERRENO, AHÍ VOY! —En realidad todos nos sorprendimos al escuchar aquel grito.

Venía corriendo, desde calle abajo, apurada y con una mochila en la espalda. En realidad no tardó tanto en llegar a nuestro lado. Y ahí con una exclamación, no más bien un grito de pura emoción, nos abrazamos fuertemente. Pero me sentí mal al oír que se quejaba, e intentaba alejarse.

Historia de Winwilds.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora