Amenaza

218 18 3
                                    

Después del maravilloso encuentro nos dirigimos al castillo en compañía de una escolta de 10 hombres. Mientras Asger se distraía en hablar con un soldado y decía una y mil maravillas del arte de pelar con espada los demás sólo éramos espectadores de su gran instrucción. El Rey de Holland estaba al frente del grupo y yo junto con él. No habíamos intercambiado palabra desde que llegó.Quería tener la valentía de interceptarlo y hablar con él, actuab de manera infantil a mi parecer, no me dirigía la vista actuabamanera infantil a mi parecer, no me dirigía la vista, ni siquiera la palabra para cosas sencillas, solo estaba a su lado como una vil piedra. Cuando llegamos los representantes del Consejo estaba a nuestra espera , al vernos mostraron su reverencia , y a primera fila Frans acaparaba la atención de muchos y tal vez el disgusto del joven rey. 

- Mi Señor es un gusto poder verle después de tanto tiempo-

- El placer es todo mío Rey Frans- decía con diplomacia Jonathan

- De acuerdo con el Consejo, usted llegaría mañana por la mañana.

- Los cambios de planes pueden ser repentinos y sobre todo cuando hay que atender asuntos importantes no cree?- El rey Danes se quedo callado un momento para luego responder

- Totalmente de acuerdo.

- Parece que se encontraron en el camino Mi Rey. - Gordon interrumpió observándonos, a Asger y a mí.

- En efecto,

-Y como fué que se encontraron?- dijo Alvin un miembro del consejo.-

- Me imagino que La Reina fue en espera de su marido.

- Eso significa que estaba sola?- la preocupación de Alvin alertó a todos que se encontraban con nosotros, y la mirada de Jonathan perforaba mi ser.

- No me encontraba sola, no es necesario tanta atención.

- Perdone mi Reina, pero no podía dejar la sola, uno nunca sabe los peligros que rondan entre las sombras.- comento Asger

-Y aún a simple vista...- aunque haya sido en un susurro los que alcanzamos a oírlo resulto un poco incomodo. No importaba si eramos pocas personas, las miradas sorprendidas de los demás hacían más grande el problema. Asger solo mantenía su postura correcta, Frans sonreía por lo bajo, la mandíbula de Jonathan se quedo quieta, y podía sentir su tensión como mi propio latido usando sus ojos como navajas y su molestia expuesta.

- Creo que es mejor retirarnos, ha sido un día pesado para todos.- Frans se despidió con una reverencia y media vuelta y junto con él su hijo no sin antes mostrar a su primo una sonrisa extraña.

- Desirée ve a tu habitación- dijo seco Jonathan cuando ellos ya se encontraban lejos

- No tiene..-

- Tu Rey ha dado una orden- Si el estaba enojado yo lo estaba mucho más, no me gustaba la forma que decía las cosas. Y como acto de rebeldía me quede en mi lugar sin mover un solo dedo. Erguí el cuello para que supiera que estaba hablando en serio.

- Mi Reina por favor...- suplicó Alvin. Él y los demás tenían una cara de preocupación a como Jonathan podría reaccionar, lamentablemente soy una cobarde y termine por acatar la orden

Y a regañadientes presuré mis pasos para alejarme lo más pronto posible a mi recámara sin decir nada , no importaba que mis pies estuvieran cansados mantenía mi objetivo de encerrarme y ya. Tome el mismo camino a las puertas blancas, con pisadas tan fuertes que parecía marcha, estaba enojada con todos: Con Frans y Asger por llegar, con Alvin por comportarse como un cobarde al igual que Robert, con Jonathan por actuar de tal manera, conmigo por obedecer le.

HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora