Una historia detrás

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S E G U N D A     P A R T E


Las ruedas de los carros se mueven con rapidez , las herraduras de los caballos resuenan en el camino mientras estos galopan con fuerza aún cansados después de tanto tiempo trotar. Era de mañana,  la niebla se disipa poco a poco en el transcurso de ese frío día, la Tierra a la que íbamos es mucho más cálida que Holland; las tierras del norte estaban rodeadas de grandes bosques lúgubres pero al llegar a tan famosa tierra era como vivir en la eterna primavera- o al menos eso he escuchado- ,  los grandes pinos ocultaban al cielo haciendo parecer de noche,  de vez en cuando me asomaba por la ventanilla del carruaje y se distinguían los lobos rondando entre la oscuridad haciendo guardia en protección de algo secreto. 
Estaba en uno de los cinco carruajes que forman parte de nuestra guardia junto con el Rey. Una carta redactada por el Regente Arthur daba especificaciones de que sólo requería de nuestra presencia( la de Jonathan y la mía) no quería más miembros del Consejo o de la corte sin embargo se nos permitió traer nuestra guardia personal,  un total de 25 personas. La excusa que Jonathan puso al respecto es que en el camino podíamos interceptar con vándalos, animales salvajes o sufrir otro atentado, a lo cual ya estábamos preparados.
Habíamos viajado durante 2 días, La baja temperatura estaba presente aún dentro del carruaje, tenía un abrigo de pelaje cubriendo mi cuerpo pero aún con una sensación en mi interior que ni el.calor del sol podía quitar,  un revolteo en mi estómago no me dejaba en paz aveces con ganas de vomitar. Sin embargo por lo cansada, enferma o paranoica  que pudiera estar Jonathan era la gracia de todo el camino de sufrimiento , aveces intercambiábamos anécdotas y experiencias sacándome una gran sonrisa, otras compartíamos caricias y besos haciendo me olvidar un poco la locura que padecía... y en la mayoría del tiempo sólo nos admirábamos el uno al otro causando desearle nuevamente. Cuando nuestro destino estaba más cerca él notaba mi nerviosismo y preocupación, el me alentaba diciendo que sólo mostrara mi sensatez y seguridad, habían estado esperando a un verdadero representante de su tierra durante mucho tiempo, tan sólo quieren asegurarse de la veracidad de mi reclamación y mi linaje para darlo a la persona correcta.

-Pero tal vez no esté preparada para asumir un cargo así-  admití mirándolo a los ojos

- Dale una oportunidad, conoce todo lo que te espera y enfrenta tus miedos, dones ocultos podrían surgir haciéndote más fuerte. - dice él

- Tus alentadoras palabras me hacen temblar más-  reí nerviosa  mostrando más mi miedo. El sólo ríe conmigo y acuna mi cabeza sobre su pecho mientras yo lo abrazo con la esperanza de que los nervios se desprendan de mí. En estos momentos él era mi ancla.

- Mantente firme, aunque se combinen la tierra y el infierno no prevalecerán si estoy yo para vencerlos .- Y en lo más profundo de mi corazón anhelaba que eso fuera verdad.

De repente el carro se para, Jonathan se asoma por la ventanilla soltandonos de nuestra posición por un momento.

-Ya llegamos-  anuncia él

Saco un poco mi cabeza por la ventana y sólo unas grandes puertas sirve de obstrucción para adentrarnos más, una fila de 10 guardias protegen las grandes puertas de madera en posición de guardia.

-Pero hay una puerta y soldados allá- reclame

- Estamos a las afueras, no dejan entrar a cualquiera.- dijo tranquilo mientras mi miedo subía hasta mi cabeza
Sin despegar mi vista del cristal un guardia sale de su posición y camina hacia nosotros. Los colores café y azul decoran su uniforme junto con un sombrero negro, la mano de aquel hombre siempre estaba en su espada en vaina.

-Por cualquier cosa que ocurra no abandones el carruaje, él tocará y se abrirá la puerta pero permanece en tu lugar.- dijo autoritario el Rey y yo asentí

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