Nicole (parte 2)

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La seriedad invadió el rostro de Jonathan, su quijada quedó quieta y tensa, sus manos eran puños,  los nudillos eran blancos de tanto apretar , y la sangre se subió a su rostro. Estaba totalmente arrepentida de pronunciar ese nombre pero lo hecho hecho está.

-Por qué quieres saber de ella?

- Ella es un misterio para mi Jonathan,  y quiero saber...

-No necesitas saber nada de eso- y con grandes zancadas caminaba hacia la puerta así que me apresure en obstruir la salida de mi habitación sosteniendo las perillas y mi cuerpo tapando la puerta.

-Dijiste que sería una pena esperar y no obtener resultados.

-Desiree abre la puerta....

- Alguna vez dijiste que te podría decir cualquier cosa, tu mismo insististe en que te lo preguntara, por favor... 

- Esto es diferente. 

-Por qué tiene que serlo?

-De seguro Robert te dijo algo...- con afán empezaba a buscar la manera de evitar que abriera la puerta. 

-Yo le pregunté a él, pero no dijo realmente lo que pasó!... sólo dijo que... algunas personas te marcan de una manera profunda.

-Y así fue.- muchas emociones pasaban por los ojos del Rey, primero una sombra de tristeza y luego coraje y enfado.

Y si no estaba preparado para decirlo?. Estoy presionando lo. Me equivoque,  estoy reclamando algo que no me corresponde y que tal ves nunca sabré, es una espinilla que está presente en mí mas creo que algunas cosas es mejor guardarlas en una caja con llave para nunca abrir.
Miraba el suelo, apenada por hacer dicha pregunta.

-Lo lamento... creo que no es el momento. - dije en voz baja sin despegar mi vista del suelo- Debes estar cansado,  es mejor que te deje ir.

Solte mi agarre contra la puerta y la abrí para que se fuera. Por un momento los dos nos quedamos en nuestras posiciones sin decir nada, hasta que Jonathan se dirigió a la puerta cerrándola con sumo cuidado, no dije nada y sólo observe lo que hacía. Caminó al centro de mi recámara tomando una silla y colocar la enfrente de mi cama, con una seña me invitó a sentarme en mi cama. Sin poder creerlo me senté donde se me indicó. El siempre se erguía cuando se sentaba , sintiéndose seguro de sí mismo ; y con una exhalación profunda comenzó a relatar    

-La conocí en un baile organizado por mi tío.  La primera vez que la vi se me hizo sin importancia,  una muchacha cualquiera. Pero llamó la atención de Ricardo-
-Mas ella lo rechazó - dijo eso entre risas, amargas-  algo a lo que mi primo no estaba acostumbrado, así que me pidió de favor entregar le una carta expresando su supuesto cariño por ella, Nicole no era una.muchacha de Realeza por lo tanto no era vista con buenos ojos por el rey por lo tanto  Ricardo intentó un cortejo discreto . La primera vez que le di una carta fue al sur del Bosque Greedy, cerca del Castillo, la carta no decía mucho sólo una supuesta atracción provocaba la redacción de dichas cartas pero algo que mi primo no contemplo  es que en vez de que Nicole conociera más al hijo del Rey en ese entonces, me estaba conociendo más a mí y yo a ella . Al paso del tiempo la entrega de notas ya no se volvió una excusa para verla y siendo el bosque nuestro lugar secreto.
Me contaba cosas de su vida, sus gustos, sus temores y alegrías. Sus ojos verdes me hacían feliz cuando la veía , su belleza era única y especial, su actitud ante la vida era tan jovial, simplemente sensacional . El amor te hace torpe e insensato, el mismo Eros no se salvó del poder de sus flechas. Así que,  si ni el mismo Dios del amor esta a salvó, quién lo está?.
Ricardo al no ver resultados en Nicole se olvidó de ella rápidamente, tomando esa ventaja como mi gran oportunidad.
Me entregué a ella en cuerpo y alma teniendo la remota esperanza de que algún día se convertiría en mi esposa, y ese sueño se estaba convirtiendo en realidad... Decidí después de mucho tiempo presentar la como mi prometida. El rey obviamente se opuso a tal compromiso buscando con afán cualquier manera para cambiar de opinión, y no sólo el, casi todo el consejo la quería fuera de la Corte y del Castillo.
Yo inocentemente defendía a la.mujer que creía amarme, pero al final todo resultó ser una simulación, una farsa, un teatro.

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