23 de marzo marca la alarma de mi móvil.
23 de marzo...
23 de marzo...
¡Es el cumpleaños de Marie!
Me levanté. Corrí hacia la ducha como alma que llevaba el diablo.
Cuando estuve lista, me encaminé hacia la cocina.
-buenos días mamá, buenos días papá, buenos días estúpido- saludé en cuanto entré al comedor.
-hola estúpida- me dijo lanzándome el periódico de la mañana.
Fui al frigorífico. Cogí el jugo de naranja y me serví en un vaso.
-chao chicos, os quiero- dijo papá mientras salía por la puerta trasera.
-chao- gritamos todos al unísono.
-sabes ¿quién cumpleaños hoy?- le pregunté a Sebastián.
-wow, wow hoy es 23 ¿cierto?- dijo Sebastián poniéndose blanco como la nieve.
-ahaaa- le dije dando un sorbo a mi jugo.
-¡ay joder! Que no le he comprado nada- masculló, poniéndose en pie.
Empecé a reír, junto a mamá.
-Me voy ¿Te vienes?- me preguntó. Asentí. Me encaminé al tocador.
Cuando salí, mamá estaba en el fregadero.
-hey Monse- me llamó, secándose las manos en su delantal -ya sabéis que vuestro aniversario es la semana que viene, y a papá en el trabajo le han llenado esa semana de deberes, por lo que me ha dicho que fuéramos a almorzar y tal vez a ver una película esta tarde.
-¡hala Que bien! me alegro por ustedes- la abracé -pero ¿y la cena por el cumpleaños de Marie?
-por eso te comentaba, sé que Marie y tú sois como hermanas, anda tú y Sebastián a pasársela bien, que nosotros haremos lo mismo ¿vale?- me dijo, guiñándome el ojo con complicidad. Rodeé los ojos riendo -le explicáis a Marie que no pudimos ir, pero que le deseamos lo mejor, ¿vale?
-vale, chao que se me hace tarde- le di un beso en la mejilla. Tomé mi bolso, el móvil, y me encamine a la puerta principal.
El día en el colegio fue una pasada. Sebastián le regaló a Marie una rosa preciosa, que saber de dónde sacó.
Al ser pasadas las dos, veinte, llegué a casa. Sebastián como de costumbre, fue a dejar a Marie.
Cuando entré, la pantalla de mi móvil se iluminó con el sobrenombre de: ESTÚPIDO!!!
-¿sí?- contesté mientras subía los escalones.
-Monse, me voy a quedar en la casa de Marie, porque necesitan un poco de ayuda por acá.
-vale pero, ¿yo como me voy?- le dije.
-tengo que ir a por ropa, te paso a recoger como dentro de tres horas- de fondo se escuchaba Alice, la mamá de Marie, diciendo: ¿Sebastián me dais una mano con estas cajas? - ¡en un momento!, bueno chao que tengo que ayudar- me dijo y con esto la línea quedó en silencio.
-Okeeeey- dije mientras miraba la pantalla de mi móvil.
Dejé mi bolso en la silla del escritorio. Me desanudé la trenza y empecé a peinar mi cabello.
Entré a la ducha, conecté el iPod y por los altavoces se empezó a escuchar:
"La La Land" de Demi Lovato.