Capítulo 8

89 3 0
                                    


Llegando a la camioneta, Alex corrió a abrirme la puerta.
-oye gracias, pero yo también tengo un par de estas- le dije mientras levantaba mis manos.
-si pero mientras pueda hacerlo, lo haré- dijo caminando hacia mí.
-Alex, ¿te puedo preguntar algo?
-siempre.
-enserio ¿que hablaron tú y Sebastián?, nunca lo había visto... tan así- le dije mirando sus ojos un tanto divertidos.
-jajaj lo siento pero ¡los chicos no hablamos de vuestras cosas de chicos, con quienes no son chicos!- dijo riendo y provocando que yo también riera- y además si él me hace caso, es posible que recibas una llamada esta noche.
-mmm okey- dije antes de que me besara -Alex, se, nos, hace, tarde- dije entre beso y beso -y no quiero que mamá se preocupe.
-ok- dijo dándome un último beso y subiendo a la camioneta.

Mamá estaba mirando por la ventana cuando entré.
-¿hey, espiando entre las cortinas?- dije mientras me encaminaba a saludarla.
-ehh nop- dijo dándome un beso en la mejilla -y ¿tú hermano?
-que se ha ido para dejar a Marie a casa- dije cruzando los dedos para que no fuera a preguntame por Alex.
-y ese era Alex ¿cierto?- dijo señalando hacia donde hace minutos estaba la camioneta.
-mmm sí- ¡maldición!
-Monserrat, sabes que si tienes algo que contarme aquí estoy- dijo acercándose.
-mamá- dije cerrando un ojo mientras esperaba su reacción -Alex y yo... mmm estamos saliendo.
-ya era hora- musitó con una gran sonrisa.
-momento ¿Qué?- dije algo sorprendida -esa no era la reacción que esperaba de una madre, que se acaba de enterar de que su hija sale con un chico mayor.
-¡ay Monse!, a Alex le gustas hace bastante tiempo ya, siempre que venía a casa con tu hermano, él era diferente contigo. Aparte de que el día que te vino a dejar de la enfermería, el llamó por la noche para saber cómo estabas, pero como tú estabas con Marie, no te pasé la llamada.
-entonces ¿no te molesta?- pregunté algo confundida.
-no cariño, Alex es un buen chico, los conocemos desde que se mudó a la ciudad- dijo mamá con un tono dulce.
Me abalance a por ella, y le susurré -gracias- dándole un fuerte abrazo y un beso en la mejilla
-de nada cariño- dijo devolviéndome el beso.
Cuando subía las gradas, luego de este extraño momento con mamá, Sebastián iba entrando a la sala, un poco tarde para el toque de queda.
Llegué a mi habitación, me puse el pijama.
Sonó mi móvil, miré la pantalla y parpadeaba el nombre de MARIE!!!
¿A de ser esta la llamada que me dijo Alex?
-¿hola?
-¿puedo dormir en tu casa?- dijo algo entusiasmada.
-ehh ok, solo que ya son las once y veinte ¿no es tarde?
-mmm no importa, necesito hablar contigo y no por teléfono- la línea quedó en silencio.
¿Qué le sucede?
Quince minutos más tarde, me llegó un texto.
Monse abre stoy afuera.
Cuando abrí la puerta allí estaba Marie en el porche, con el abrigo de ¿Sebastián?, y una gran sonrisa en la cara.
-Marie ¿Qué pasa? Me tienes preocupada.
-vamos al cuarto- susurró halándome de la mano, tan rápido que tropecé dos veces en las escaleras.
Cuando entramos a mi habitación, Marie se tumbó en la cama.
-ahora sí ¿qué sucede?- le dije mientras me tumbaba a su lado.
-¡soy tu cuñada!- aguarden.
¿Qué?

I See Thousand StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora