Capítulo 8: El día de molestemos a Clea.

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La hermosa de Clea en Multimedia. *-* 

Sí, amo a Holland <3

Clea POV:

-¿Qué pasó? -puse mi chaqueta en la silla y me senté cruzando mis piernas sobre la mesita de café que había enfrente mío.

-Clea... -dijo pesadamente mi padre y me acomodé en mi asiento.

-Si es por las tutorías, yo me presenté pero él... -me excusé levantando mis manos en el aire, pero él negó con la cabeza.

-Es sobre eso, pero no exactamente eso- ¿Qué? ¿Estaban todos locos hoy? -Butler renunció a las tutorías.

No es que me importara, pero, ¿por qué?

-¿Puede acaso hacer eso? -pregunté.

-Sí, claro que sí Clea -dijo como si mi pregunta hubiera sido estúpida u obvia.

-Es que creí que lo habían obligado, eso dijo él al menos.

-No, él me pidió que le asignara clases. No sé por qué razón. Quizás su madre lo obligara, y ahora se arrepintió.

Eso era extraño, de alguna forma no tenía el mínimo sentido, pero lo ignoré.

-¿Eso significa que se acabaron las tutorías?  -dije sonriente.

-No, no te ilusiones. Conseguiré más estudiantes. Todavía debes terminar de pagar el auto de la señorita Johns.

Mi suerta era una mierda.

-Vale, avísame cuando eso pase. Mientras tanto, vuelvo a mi casa.

Me levanté del asiento, le di un beso en la mejilla y me giré cuando recordé algo.

-¿Puedes devolverme mi auto aunque sea? Odio el autobús -junté mis manos en señal de súplica y luego de pensar un momento me entregó las llaves.

-No más travesuras -dijo señalando las llaves en mi mano y yo asentí.

-No más -lo besé en la mejilla y salí.

Por ahora.

Jess POV:

-¿Eres idiota? -bufó Romeo. Estaba parado frente a mí con el ceño fruncido y un montón de furia.

Me reí un poco por su posición un tanto femenina.

-Relájate hombre. Esto no es tan grave -dije cambiando la televisión.

-Sí que lo es imbécil -tomó mi control y me golpeó detrás de la cabeza.

-Cálmate Romeo y no seas marica. Es una estúpida apuesta -espeté molesto y me levanté para enfrentarlo.

-No, no es solo una puesta. Tú no conoces a Clea en absoluto. Además lo prometiste -acusó señalándome con el control.

Tenía razón. 

Romeo: 1, Jess: 0.

-De acuerdo -bufé, tomando el control de sus manos y me tiré pesadamente en el sofá. -Pero no será tan fácil, ella es... -negué con la cabeza riendo.

-Yo te avisé -dijo y se sentó a mi lado.

-¿Cuando se volvió tan dura con los demás? -pregunté y lo miré inquisitivamente.

-No lo sé, de hecho no es así, pero ha pasado por muchas cosas difíciles.

Asentí.

-Entiendo ese sentimiento.

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