*Babaaaa*
Clea POV:
-Iré por un trago -gritó Butler sobre la música y yo asentí, mientras me sentaba en la barra. -No muevas tu culo de aquí Clea -volvió a gritar y se alejó un poco de mí para pedirle alcohol al Barman.
El lugar estaba, asquerosamente, repleto de gente y, a pesar de que solo traía un top de encaje blanco que apenas cubría mi busto y vientre y unos vaqueros ajustados, estaba comenzando a sentir demasiado calor. Hoy era un día especialmente concurrido, no tengo ni idea de por qué, pero me irrita. Aunque eso significa que hay una mínima posibilidad de encontrar algún chico más sexy que Jess, que me haga olvidar de una vez por todas su mirada, el sabor de sus labios, el cosquilleo que logró que sintiera en todo mi cuerpo la manera en la que me acarició.
Sí, definitivamente necesito un trago y un lindo chico.
-Hola dulzura -oí una grave voz que pronunció cada palabra con firmeza en mi oído.
Brindemos por mi suerte.
Sus ojos son de un azul eléctrico que apenas se distingue cuando sonríe, y su cabello es de un color rubio oscuro que le llega apenas a los hombros y está peinado hacia un costado, pero en él se ve demasiado sexy. Y ni hablemos de su sonrisa, sonrisas como esas fueron creadas para ser demostradas. No es de una complexión ancha, aunque parece bastante fuerte. Pero no tanto como Jess.
Un momento. ¿Enserio lo estoy comparando con Butler?
-Hola... -alargué la frase esperando que rellenara el espacio con su nombre.
-Milo -gritó sobre la música, volvió a sonreír y creo que mi corazón se aceleró.
-Soy Clea -sonreí seductoramente y me acerqué a él.
-Lindo nombre -susurró ahora en mi oído, haciéndome estremecer por completo.
Cada parte de este chico parece sacada de una película. ¡Y está hablando conmigo!
-¿Te gustaría tomar algo? -se acercó más y puso su brazo alrededor de mi cintura, para atraerme hacia él.
-Claro -contesté.
Él sonrió, satisfecho, y levantó dos dedos en una clara seña al Barman.
-¿Qué van a pedir? -preguntó con una sonrisa.
Es increíble. Es igual de lindo que Milo.
-Un whisky, doble -contesté y Milo me miró sorprendido. -¿Nunca has visto a una chica beber Whisky? -le pregunté.
-Es que... eres demasiado perfecta para ser real. Dime ahora que eres hombre, lesbiana o menor, porque no me lo creo.
El barman llegó con los Whiskys y yo lo tomé todo de un sorbo, dejando el vaso de un golpe sobre la barra.
-Uhmmm, estoy muy segura de que tengo una vagina, me gustan los hombres y nací hace 22 años.
-Y también eres hermosa Clea -susurró cerca de mis labios, y no pude evitar sonreír.
Sin embargo, algo no andaba bien conmigo. Podía estar a punto de besar al chico más lindo en todo este lugar, pero mi cabeza no estaba ahí en absoluto. No sentía nada parecido a la emoción, al deseo. De hecho, me sentía mal, y no sabía exactamente la razón.
Cuando sus labios casi rozaron los míos, una mano presionó con fuerza mi hombro, alejándome de él. Y en serio lo agradecí, hasta que vi de quien se trataba. Su cuerpo se metió en el medio de ambos, separándonos. Suspiré pesadamente y entrecerré mis ojos, para buscar calma en mi interior y no comenzar a gritarle.
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Apostando a tu amor
Romance-¡Nunca podría enamorarme de alguien como tú idiota!- Grité molesta, pero soné demasiado a la defensiva. -¿Por qué no?- Preguntó con una sonrisa divertida en su rostro y se acercó más a mí. Bufé. -Por muchas razones- Dije alejándome de él, sin éxito...