Capítulo 19 - Cansada

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- Vuelve a la cama- me ordenó mi madre. - Suficiente con que ya hayas hecho la declaración, descansarás hasta que estés bien.

- No puedo quedarme aquí, siendo que mi amiga esta desaparecida- me justifiqué.

- No me interesa, para eso están los oficiales- continuó.

- ¡Aunque sea déjame ir a ver la competencia!- le grité.

- ¡Estas castigada hasta que estés bajo este techo, Azul Wilson!- siguió y se fue dando un fuerte portazo que quedó retumbando en mi habitación.

Enojada, frustrada y furiosa, opté por sentarme en mi cama y ver si tenía algún mensaje de mis amigos con novedades.

7 días.

Una semana.

Era la cantidad de día que había pasado desde esa noche, hay muchos sospechosos, ningún detenido y mi amiga todavía no aparece.

No tenía ningún mensaje. Estaba planeando obedecer a mi madre, pero me acordé que los participantes eran seis y mi amiga faltaban, y obligatoriamente debían cumplir ese número. Además, mi muñeca ya esta curada, bueno, algo así. Sin embargo, mi madre me dijo que hasta por un tiempo estaba totalmente prohibido que me acercara al mar... Sino me enviaría con mi padre. Pero no tiene por qué enterarse...

Tome mi traje y mire mi balcón, era unos tres metros, pero hice algo de gimnasia artística, así que un poco flexible soy. Me lancé y caí sobre mis rodillas, no diré que no me dolió para no mentir, porque algo sentí. Sin embargo, me levanté y me encamine a mi Jeep, al cual ya lo habían arreglado.

***

Luego de unos minutos, llegué. Y con mi traje ya puesto me dirigí hacia la sala de inscripciones.

- Voy a suplantar a Sonnia Turner- le dije y el rápido miró la planilla.

- Ese grupo ya se encuentra sobre el agua- me informó.

- ¿Quién la suplanta?- le pregunté.

- Yo, pero sólo vine a hacer presencia- me informo la rubia de Jake. Le arrebaté la tabla que ésta traía.

- Déjame ir a mi, estoy bien- le dije y sin antes de esperar su respuesta le dije mi nombre al señor canoso que tenía la planilla y me dirigí corriendo hacia el agua, cuando vi que ya era tiempo de entrarme al agua, lo hice.

Jake me ahogara cuando acabe la competencia y mi primo seguro lo hará ahora.

Por si no saben, ninguno me ha dirigido la palabra desde aquella noche.

- ¿BluBlu?- me preguntó Jake, muy sorprendido.

- No hay tiempo para hablar, dentro de tres minutos se cierra la ronda- le dije.

- Ve por ésta ola- me dijo mi amiga con una amplia sonrisa. 

Ignorando los gritos de reproche de mi primo y de su amigo, seguí adelante. Ya tenía todo el equilibrio y la posición perfectamente pensada, sólo quedaba hacerlo. Era una ola muy salvaje, pero nada que yo no haya visto antes. La ola se acercó a mi y rápidamente me subí a la tabla. Lamentablemente, estaba mal encerada. La superficie estaba totalmente resbalosa, lo que provocó que no me sostuviera  ni 5 segundos sobre ella. Me hundí y antes que la ola me tragara, Jake tomó de mi brazo y me ayudó a salir a la superficie.

- Gracias- le dije, pero cuando vio que me encontraba "bien" me soltó y se fue nadando.

Tomé la tabla y me dirigí hacia la costa. Cuando llegué, me senté rendida en la arena.

Ya no sirvo, para nada.

El llanto me gano y la tristeza se apoderó de mi. Pero el enojo me sobrepasaba... Me levanté y me dirigí Sasha quien se encontraba luciendo su figura.

Hasta el atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora