XXVII-. Does he know?.

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¿Él sabe que estás enfermo? ¿Él sabe que eres bipolar? ¿Él sabe que tienes que tomar medicamentos ahora? ¿Él sabe cuan inestable eres?.

Cada palabra me carcomía, llorando en el suelo de mi habitación, con un cigarro entre los dedos, y es que lo sé, soy tan patético. Cada palabra me estaba perforando el corazón porque no, él no sabía.

- Frank, cariño-. Comenzó a hablar mi madre, asomando su cabeza por la puerta-. ¿Te irás a despedir de Gerard?-. Preguntó y en ese momento me quise abofetear con todas las fuerzas que tenía.

- ¡Dios!-. Dije dando un salto-. ¡Gerard me va a odiar!-. Dije y miré a los ojos de mi madre, con el "gracias" plasmado en mi mirada.

Ella se hizo a un lado y casi di un salto al piso de abajo, pero no, no lo haría. Corrí escaleras abajo y salí de la casa lo más rápido que pude, y el camino me lo sabía de memoria, claro, tantos días acompañándolo para que nada le pasara no fueron en vano. Al ser bajito, porque sí, soy bajito como no tienen idea, me costaba un poco evitar ciertos objetos que había en las aceras.

Decidí correr por el centro de la calle, viendo un camión con la puerta trasera abierta, y a un chico de cabello negro parado allí, esperando por mí.

- ¡Creí que no vendrías, Iero!-. Chilló Gerard, con las lágrimas bajando por sus mejillas.

- Gee, Gerard-. Llamé suavemente, tomé de su mentón y sequé cada una de las lágrimas-. Jamás me iría sin despedirme-. Susurré y junté mi frente con la suya, sin poder parar de sonreír.

- Eres una niña-. Gruñó entre risas, antes de darme un pequeño beso en los labios, mordiendo ligeramente mi labio inferior, se sentía perfecto.

Le apreté contra mi y besé suavemente su mejilla sonrosada, la cual tenía pequeños rastros de lágrimas. Y es que justo aquí desearía bajarle el cielo lleno de estrellas, pero recordé lo que habían dicho en el hospital, y me tensé notablemente.

- Frank, ¿Que tienes?-. Preguntó haciendo un poco más pequeña su sonrisa, pero nunca la quitó de entre sus labios.

- Es sólo que... No quiero que te vayas-. Murmuré mirándole a los ojos, mentira piadosa.

- Frankie...-. Susurró y volvió a unir nuestros labios y me sentía tan vulnerable en este momento.

- Gerard yo...-. ¿Le diría? ¿Él sabría?-. Yo... Quiero...

- ¿Que quieres, amor?.

- ¡Quedate, por favor!-. Rogué con mis ojos inundados en lágrimas estúpidas, él volteó a ver a su madre y cierta esperanza brilló para mí.

- Yo... No...-. Susurró y me miró a los ojos-. No me siento listo-. Dijo y de cierto modo me rompió el corazón.

Y de pronto las ganas de llorar fueron casi inevitables, yo quería decirle, yo quería que se quedara, yo quería amarlo, yo quería estar a su lado por el resto de mi patética vida. Apoyé mi frente en su hombro, con pequeñas lágrimas saliendo de mis ojos, apretándole fuertemente contra mí.

- Gerard-. Susurré suavemente y me acerqué a su oído-. ¿Sabías que soy un enfermo mental?-. Dije con asco de mí mismo, soltando más lágrimas.

- ¿Q-que?.

- Si, soy un enfermo-. Gruñí y mordí mi labio un momento, para luego seguir hablando-. Doy asco, ¿No?.

Esoeraba que se apartara, que me viese feo, me insultara y después se largase al estúpido Melbourne, pero no, no, él me abrazó tan fuerte como pudo, aferrando sus manos a mi espalda.

Y joder, nunca me sentí más enamorado de alguien.

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Tengo tres cositas que decirles.

1-. A esto le quedan aproximadamente cinco capítulos o menos, y el epílogo.

2-. Me he divertido mucho con todas y en serio me gusta su apoyo con sus votos.

3-. Si miran los capítulos III y VIII verán que hay fotos de Jay-Jay y Lucas. <3

- May~. ♡

The only hope for me is you. { Frerard }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora