Él. (HunHan)

Capítulo 6: Juntos.

Narra Luhan.

Ya había pasado un mes desde que Sehun y yo nos convertimos en amantes. Ambos comprendimos ese día, que somos compatibles. Tenemos mucho en común, nos entendemos.... Nos veíamos cuatro días a la semana. Pero en dos semanas seria diferente. Se organizaría un viaje de negocios en China, y Sehun era uno de los representantes de su empresa. Y lo positivo era que mi padre me pidió acompañarlo así que yo también iría. Podríamos pasear por las calles sin tener miedo de ser vistos por su esposa. Aun no le había dicho que sabia que estaba casado. Pero era lo de menos.

-Entonces..- dijo Sehun sentándose en la cama. Ya había retirado su corbata y los primeros botones de su camisa estaban sueltos.

-Yo también voy a ir, exigencia de mi padre, no andes por ahí pensado que yo le pedí.- me senté sobre sus piernas e inmediato él colocó sus manos en mi cintura.- Dime que al menos me darás una noche de cita o una cena.

-Eso será sorpresa hasta que llegue el momento.- dijo dejando besos desde mi oreja hasta la clavícula.

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Narra BaekHyun.

De nuevo me encontraba sólo. Sehun había tomado la costumbre de beber mucho y ese habito me empezaba a molestar. Actuaba un poco distante, sobre todo cuando trataba de que él me tomara.

Hace un mes, comencé con el tratamiento de fertilidad. La ciencia había avanzado mucho es por eso que los hombres tenían la posibilidad de concebir. Originalmente nacen con un solo óvulo, pero si tu quieres tener otro hijo, puedes acudir a una clínica para que te ayuden...

Y los efectos secundarios del tratamiento me pasaban factura. Cada vez me sentía mas sensible, hormonal... Pero mi esposo se negaba a complacerme. A causa de eso, terminé encontrando un nuevo mejor amigo, el alcohol. Bebía en su mayoría ron, te nubla todo y al día siguiente no recuerdas lo que has hecho.

Bebí mas de mi segundo vaso, aun estaba en mis cinco sentidos y me encontraba... excitado. Culpa del tratamiento. Me daba vergüenza tener que recurrir a mi mismo para darme placer, por eso hoy no le haría caso, aunque fuese doloroso.

El timbre sonó, logrando que salga de mi ensoñación. Al abrir la puerta encontré a Chanyeol. Uno de mis mejores amigos. Y también de Sehun.

-¿Estas bebiendo?.- preguntó sorprendido.

-Si.- afirme. Fui al bar y le preparé un vaso a Chanyeol.- Espero que te agrade.

-Gracias.- dijo bebiendo un poco.- ¿Y Sehun?

-En algún bar de la ciudad, solo o con algunos amigos.- respondí restándole importancia.

-Últimamente está bebiendo mucho.- continuó.

-Si, tanto que sus amigos tienen que llevárselo a sus casas.. Quizás inconsciente.- me levanté a servir mi tercer vaso.

-¿Y tú.. Le estas siguiendo los pasos?.- preguntó divertido. Reí por su mal chiste.

-Ya no es como antes.- me mira sin entender.- Para muy estresado y eso a hecho que me descuide. Me siento solo.. Por eso bebo.

-¿Y lo del bebe?.- frunció el ceño.

-La doctora dice que ya puedo intentar, pero como te dije, Sehun me ha descuidado.- terminé y volví a servir mas ron en mi vaso.

-Creo que ya deberías parar.- dijo señalando la botella.

-No quiero, me hace sentir mejor.- respondí sirviendo nuevamente aquel liquido en mi vaso.

-Opino que debes descansar.- dijo levantándose para coger la botella y dejarla en su lugar. Volvió por mí. Me ayudó a levantarme y caminar hasta mi habitación. Me dejó caer suavemente en la cama.- Yo voy a lavar las copas y me iré. Si necesitas algo, llámame.

-Chanyeol.- susurré. Él volvió a agacharse a mi altura. Y pasé mis brazos por su cuello atrayéndolo hacia mí, juntando nuestros labios en un beso desesperado. Cinco vasos de ron no me nublan los sentidos, yo era consciente de que estaba besando al mejor amigo de mi esposo. Que le estaba siendo infiel, pero no podía detenerme. Me sentía demasiado sólo y Chanyeol era el único que se preocupaba por mí. Sentí como se acomodaba encima mio, comenzando a bajar sus labios por mi cuello.

-Has que pare ahora sino no me detendré.- susurró contra mi piel mordiendo ahí mismo.

-Agh.- gemí en respuesta. Fue inevitable.

-Ya no hay vuelta atrás.- dijo quitando mi camiseta.

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Narra Lay.

-Luhan...- lo seguí hasta su habitación.- Creo que dejé bien en claro cual era el trato.- me miro molesto.- Tu dejas de salir en las noches y yo te ayudo con el ....

-¡LAY!.- interrumpió.- No hago lo que hacia antes.

-Entonces, ¿donde estuviste anoche?.- pregunté.

-Con mis amigos.- se sentó en su cama. Quizás yo estaba exagerando, Luhan aun era un adolescente y era obvio que él quisiera salir con sus amigos. Lo positivo de todo es que si noté un cambio en él. Su ropa provocativa ya no estaba más en su armario. Vestía mas elegante y mostraba menos piel.

-Lo lamento.- dije.- Es solo que aún sales muy de noche y no vuelves hasta el día siguiente.

-Quizás tenga a alguien.- susurró tan bajo que apenas llegué a escuchar.

-¿Tienes pareja?.- pregunté sorprendido entendiendo sus palabras.

-Quizá.- rápidamente se sonrojó.

-Me alegro por ti.- lo abracé. Efectivamente olía a una colonia diferente a la suya.- ¿Y...tu.. Tu tienes relaciones?.

-Lay eso no te incumbe.- me apartó de un solo movimiento.

-Lo digo porque quiero que te cuides.- expliqué mi punto de vista.- Un bebe puede ser hermoso pero cuando no está planeado suelen llegar muchos problemas.

-Para tu información tomo píldoras.- dijo yendo al baño.

-Me alegra que tengas precaución.- salí dándole la privacidad para su ducha.

Caminé hasta mi habitación pensando aún en las palabras que dijo ayer Kris. No entendía. Quizás él tenga razón, pero no lograba entender lo tonto que fui. La puerta volvió abrirse. Kris pasó por ella, hasta llegar frente a mí. Me extendió una bolsa pequeña.

-Hay que despejar dudas.- dijo. No dije nada, tomé el paquete y fui al baño.

Esperé el tiempo indicado, y miré. Sentí un peso menos de encima y me alegré. Salí a darle las buenas nuevas a Kris.

-¿Y?.- preguntó impaciente.

-Negativo.- sonreí. Pero él no.- ¿Que?

-¿Y eso te alegra?.- preguntó indignado.

-Por supuesto que sí.- dije molesto.

-¿POR QUE?

-Porque no quiero que mi primer hijo sea consecuencia de un calentón de una noche.- expliqué.

-Así que eso soy para ti.- dijo parándose frente a mí.- Un calentón de una noche.

-Lo eres Kris. Y siempre lo serás. Tu no eres como Suho. - lo empuje.- Además esa noche fue un error, yo no te he perdonado aun. Creo que jamas lo haré.

-Luhan....

-Era un niño.- lo interrumpi.- Y eso jamas te lo voy a perdonar.

-Es tu hermano.- me señaló.

-Exacto, te metiste..

-Y solo será eso.- dijo interrumpiendo.- No puedes amar de otra manera a TÚ HERMANO. Aquí entre nos, tú eres el que mas asco da.