Epílogo.

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Antes de leer les recomiendo la canción que inspiró este último capítulo.

Jin ---> Gone.

Narra Luhan.

-¡OMMA!.- gritó Jin al verme parado entre los demás padres. Sonreí por lo emocionado que estaba, me sentía demasiado orgulloso de que mi hijo me viera con esa felicidad.- Omma te extrañe.

-Yo también, mi pequeño.- lo cargue.

-Si también me extrañas entonces no me traigas a este lugar.- reí.

-Jin, todos asistimos a la escuela.- en sus lindos labios se formó un puchero.

-No quiero.- negó.

-¿Por que?

-Porque me separa de Omma.- bese su mejilla derecha.- Omma.- chilló limpiando el lugar besado. Repentinamente ocultó su rostro en el espacio de mi cuello y hombro.

-¿Jin?

-Omma quiero helado.- sollozó.

-¿Jin que sucede?.- pregunte preocupado.

-Omma ya no quiero volver.- rompió en llanto. Levanté su rostro y fui capaz de ver la mirada de tristeza.

-¿Por que? ¿Alguien te hace daño?.- asintió.- ¿Quien?

-Los ni~ños.- hipo.

-¿Tus compañeros?.- volvió asentir.- Pero ¿por que?

-Por...- señaló su pierna. De inmediato entendí a que se refería. Suspire tratando de guardar mis lágrimas. Tenía que ser fuerte para que Jin se sintiera seguro. "No puedes derrumbarte, no ahora Luhan" repetí en mi mente.

-Jin, ¿Recuerdas lo que siempre te digo?.- asintió.- Bien, ¿Puedes decirme?

-No importa que seas diferente, lo diferente es mejor.- murmuró. Besé sus mejillas y limpie sus lágrimas.

-Recuerda eso siempre.- mire su pierna. Por el short que traía puesto se apreciaba esa horrible cicatriz.- Eres especial. Único. ¿De acuerdo?

-Si.

-¿De que sabor quieres el helado?.- sonrió. Ese es el rostro que quiero que tenga siempre, ese rostro sonriente.

-De menta con chispas de chocolate.- aplaudió entusiasmado.

Jin aun seguía en mi brazos. Solo por hoy quería que sintiera que estaba bien venir a mis brazos a llorar, contarme lo que sucede, lo que lo daña. Recordaba muy bien el día en que preguntó que era eso en su pierna. Jamás supe contestarle, solo le dije aquella frase, "No importa que seas diferente, lo diferente es mejor"

Cada cumpleaños de Jin, me era imposible no sentirme mal. Fue ese día, hace cuatro años.. Esa horrible mujer, si no estuviera muerta la haría pagar por lo que le hizo a mi familia. Lo único que me dijeron fue que la mujer disparó y los policías dispararon, y una de esas balas rozó la pierna de Jin, dejándole esa horrible cicatriz. Jamás creí eso de que solo lo rozó, nunca un simple rose dejaría tal cicatriz.

Afortunadamente Jin podía caminar, correr, era un niño normal. Su pierna funcionaba bien, solo que no tenia un buen aspecto. Hablaría con la directora, esos niños no deberían de estar haciéndole aquello a mi pequeño.

Llegamos a la heladería, ordene para los dos y me senté junto a la ventana. Jin estaba en mi regazo, emocionado porque comería su postre favorito.

Ya con los helados, comíamos y reíamos.- Jin.

-¿Si omma?

-¿Que aprendiste hoy?

Él. (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora