Él. (HunHan)

Capítulo 3: Tratando de salvar lo descuidado.

Narra Sehun.

-Voy a tomar una ducha.- dijo Luhan levantándose de la cama, mostrando su glorioso cuerpo desnudo.- ¿Quieres venir conmigo?

-Claro.- como negarse a tal criatura. Porque para mí Luhan no era humano. Era perfección.

Ambos entramos a la ducha, el agua caía mojandonos por completo. Quería seguir el rastro de algunas gotas que viajaban por el cuerpo de Luhan. Desde su cuello hasta sus tobillos. Y lo hice, lamí el camino. En repuesta obtuve un grandioso gemido.- Estas muy sensible.- dije.

-Tu me pones sensible.- respondió colocando sus brazos alrededor de mi cuello.- Ahora haste cargo.

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-Luhan.- lo llamé y logré captar su atención.- Yo...

-¿Que?

-Yo...- no sabia como decirlo. El sexo con él era caliente como el infierno y llegabas hasta el paraiso. Ambos siempre al mismo tiempo. Pero nuestras conversaciones eran todo lo que no sabría describir por ser maravillosas. No sabia como decirle que ya no nos veríamos mas. Que lo que sea que nosotros tengamos acabo.

-Solo...- dijo mirando la puerta.- Llama cuando realmente te des cuenta de esto.

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Caminé hasta la cocina de mi casa. En esta se encontraba BaekHyun caminado de un lado al otro. Viéndolo me sentí una porquería. Él era mi esposo, la persona que me amaba y a quien se supone yo debo amar. Pero aquí estoy yo, llegando de ver al hombre que me alteraba por completo. En resumen, mi amante. No había otra palabra para describir lo que Luhan era para mi.

-Tierra llamando a Sehun.- sonrió desde la encimera.- ¿Por que no viniste a dormir?

-Me reuní con mis amigos de la universidad.- repondí.

-Chanyeol lo comentó.- dijo frunciendo el ceño.- Llamó hoy en la mañana, quería hablar contigo pero le dije que no estabas y él me respondió que tu te fuiste primero. ¿A donde fuiste?

-De ahí fui a ver a mis amigos del trabajo.- mentí. Y seria la última mentira que le diría.- Habían acordado en salir a liberar tensión. Fuí y me pase de copas. A las finales tuve que dormir en casa de uno de ellos.

-Últimamente te estas pasando de copas.- dijo abrazandome.- Tu no eres así, ¿Que pasa?

-Mucho trabajo.- respondí.

-Tu padre hablo ayer.- contó. Por su mirada nada bueno había dicho.- Quiere un nieto. Y quiere conocerlo antes de que se muera.

-Hablaré con él para que no te moleste.

-Yo también lo quiero, Sehun.- espetó.

-Bien.- este tema me molestaba. Amaba mucho a los niños pero me encantaría que siga su naturaleza, que fluya sólo. Sin embargo las circunstancias ameritaban lo otro.- Hoy llamaré a una clínica para que puedas empezar con tratamientos que te ayuden a ser mas fértil.

-Gracias.

-Voy a ducharme.- dije alejándome de ahí. Empezaba a sentirme culpable de ver a Luhan. Pero ya no lo llamaría, ya no. Tendría un hijo, consentiría a BaekHyun en todo y mi conciencia quedaría limpia de culpa. Hoy mismo empezaría a remediar mis errores.

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Narra Lay.

Me encontraba en la habitación de Luhan. Al parecer no había llegado a dormir y de cierto modo estaba agradecido, así podría pensar mas en lo que quería decirle. Pero por otro lado estaba preocupado, ¿Donde demonios había dormido? ¿Con quien había pasado la noche?

Muchas preguntas sin respuestas, Luhan no daba detalles de lo que hacia cuando salía, pero con la resiente revelación del pervertido de Kris, temía que mis sospechas sean ciertas. Estaba tardando así que me acomode en su cama para dar una siesta.

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-¿Que estas haciendo aquí?.- preguntó Luhan quitando las mantas que había cogido, logrando que despierte por completo.

-Necesito hablar contigo.- lo mire. Y me arrepentí. Su cara estaba de un color rosa fuerte, sus ojos estaban rojos e hinchados, su cuello tenía mordeduras y chupetones, vestía ropa demasiado provocadora... Y reveladora. ¿Cuando fue que descuide a mi hermanito?.- ¿Que paso contigo?

-Nada que te importe.- dijo. Se quitó sus zapatos y se tumbó en su cama, tapándose con las mantas que usé yo.

-Luhan, confía en mí.- me senté a su lado.

-Déjame solo.- pidió.

-No. Quiero saber que es lo que le sucede a mi hermanito.- insistí.

-¿Cuantas veces tengo que repetir que no somos hermanos?

-Se lo de Kris.- dije.

-¿De que estas hablando?.- preguntó después de unos segundos en silencio.

-De que ustedes..- siempre me dolería decirlo.- Se ven. Que son pareja.

-¿Pareja?.- preguntó sarcástico.- ¿Asi que ya me gané un título?

-Lo lamento..

-No finjas..- dijo mirándome a los ojos por primera vez.- En primer lugar, Kris y yo no somos pareja. En segundo lugar, no tienes que disculparte por nada. Y en tercer lugar, lo que haga con él no te incumbe.

-Claro que me incumbe.- afirme.

-No, porque el sexo que tenemos es de dos.- dijo de manera fría. Me sorprendió su manera de ser, este no es Luhan.- Y siempre hemos sido los dos. Así que no tienes que meterte en donde no te llamen.

-¿Donde estuviste?.- quería dejar de lado ese tema. Ya habría tiempo de hablarlo.

-Tampoco te incumbe.

-Luhan.- es desesperante.- ¿Has visto el aspecto que tienes?

-No. Y tampoco me importa...

-¿Quien te hizo eso?.- pregunté señalando las marcas en su cuello y clavículas.

-¡No te importa!.- gritó. Sus ojos se cristalizaron notablemente.- Es mi vida, es mi cuerpo y yo puedo hacer lo que se me de la gana.

-Yo solo quiero remediar todo....- tenia que ser sincero.- Hablar y salir por ahí con mi hermano.. Quiero que todo sea como antes, con tu anterior yo.

-Pues no puedes.- dijo llorando.- Porqué no puedes traer a mi madre de la tumba.

-Luhan..- susurré. Dolía verlo así, ahora que lo pienso mejor, la madre de Luhan murió cuando recién cumplió catorce y se supone que en ese mismo año, Kris se aprovechó de el dolor que sentía Luhan.

-Solo vete.- señalo la puerta. No quería. No podía quedarme de brazos cruzados viendo como mi hermano se destruía solo.

-Hagamos un trato.- pedí como último recurso.

-¿Que?

-Tu dejas de hacer todos esas cosas y yo prometo que una vez que vea el cambio, te ayudaré a investigar la muerte de tu madre.- Él siempre sostuvo que su madre fue asesinada, así que aprovecharía esa oportunidad para regresar al verdadero Luhan.- ¿Aceptas el trato?

-Yo...- podía oír los engranajes de su cerebro trabajar.- Si.