Capítulo 1

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Todas las mañanas antes del trabajo, Harry iba a la misma y pequeña cafetería, pedía el mismo café y se sentaba en la misma mesa, sacaba su diario y escribía  las frases más dulces que alegrarían el día de cualquiera. Desde que era pequeño su abuela hizo que se uniera a el club de literatura de su colegio, y desde la primera clase Harry supo que hacer por el resto de su vida. 

Él quería ser escritor,  quería escribir lindas historias y ser reconocido por eso, pero al crecer se dio cuenta de lo complicado que era volverse un escritor conocido, la única que lo apoyaba era su linda abuela, el resto de su familia creía que era una perdida de tiempo y que eso no lo llevaría a ningún lugar, aun así al terminar la secundaria Harry entró a la universidad dispuesto a estudiar literatura y así convertirse en el escritor que él quería ser. 

Como su familia no lo apoyaba, tuvo que conseguir un trabajo de medio tiempo para pagarse sus estudios, él lo hacía porque quería que su abuela, la que siempre lo apoyó, se sintiera orgullosa, ella era como su madre, adoraba a esa mujer. 

Cuando Harry iba en segundo semestre de literatura, su abuela enfermó y su familia no tenía el dinero suficiente para pagar los tratamientos, él tomó la decisión de dejar la universidad y conseguir un trabajo de tiempo completo para conseguir el dinero, además para pasar más tiempo con ella, ya que el sabía que todo acabaría pronto.  

Y así fue, su abuela murió a los dos meses cuando él solo tenía 19 años. Después de eso, su familia lo obligó a trabajar para traer dinero a casa, no lo apoyaban para continuar su carrera, él se sentía más solo que nunca y estuvo alrededor dos años con depresión. 

Un tiempo después Harry tuvo un sueño, soñó con su abuela, con su tierna sonrisa y esos ojos verdes brillantes que había heredado, pero no estaba sola, había otra persona que él no reconocía, era un chico,  aunque lo único que recordaba de él, eran unos hermosos ojos azules. 

Harry ignoró el sueño, pero al pasar el tiempo se repetía cada noche, lo que él no entendía era el por qué de este. Una noche creyó entenderlo, se levantó sobresaltado y sudando a eso de las cuatro de la madrugada, entendió lo que quería su abuela, o eso creía. 

En su sueño su abuela siempre susurraba un nombre, el nombre de un pequeño pueblo, Castle Combe.

Y a pesar de sus dudas no lo pensó por mucho tiempo, ese sueño se repetía noche tras noche, así que tomó la decisión y con apenas 22 años se mudó, sin saber que le depararía el futuro, sin saber como subsistiría en una ciudad desconocida, pero lo hizo, después de esa noche donde por primera vez escuchaba el nombre, cogió sus pocas  pertenencias y con el dinero ganado ese último mes, se fue, lo dejó todo atrás, aquella gran ciudad que lo vio crecer, donde se había sentido más solo que nunca, donde murió su linda abuela y donde quedaba su familia que al parecer no le importaba lo que ocurriera con él.     

Así pasaron 5 meses, vivía en una pequeña casa y tenía un trabajo en una pequeña editorial donde se publicaba el periódico todos los días, no estaba mal, tenía con que vivir y llevaba una vida tranquila, aunque su rutina todos los días era la misma, no se quejaba, pensaba que esa era la mejor decisión que había tomado en los últimos 3 años.   

Y como todos los días, Harry se encontraba en esa pequeña cafetería en el centro de aquel pueblo,  siempre permanecía vacía, ya que era de esas cafeterías que no habían perdido su esencia a pesar de los años. Él adoraba ese pequeño lugar.

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 (:

"Enie" Gracias por  todo tu apoyo. 

Castle Combe {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora