Capítulo 8

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Harry sentía que en cualquier momento podrían atraparlos, además de que se iban a meter en muchos problemas. Sin embargo, tenía que mantenerse calmado, ya que esta era su oportunidad de descubrir un poco más de lo que pasaba. Ignoró por completo lo que había pasado hace apenas solo unos minutos, porque si lo recordaba iba a terminar corriendo directo a la salida, claro que él no iba a hacerlo. Tenía que ignorarlo.   

-Emma...-Harry tocó su hombro suavemente y esta volteó a verlo- Yo no tengo las llaves de esa habitación.    

-Pensé que él te las había dado-Susurro sin quitar la vista de sus ojos- ¿No las trajiste?

-No no, las de su oficina las tengo, pero- Desvió su vista al piso- Me refiero a la de la otra habitación, la que esta escondida.  

Emma lo miró con una ceja alzada, como si lo que estuviera diciendo Harry no tuviera el mínimo sentido para ella.  

-¿De qué hablas? ¿Cómo que habitación "escondida"?- Habló un poco más fuerte e hizo comillas con sus dedos.   

-No lo sabes...- Susurró Harry y la miró a los ojos- Ven, te mostrare. 

Harry la tomó de la muñeca y ambos se dirigieron a la puerta su jefe, con la linterna en mano sacó las llaves del bolsillo del pantalón y abrió la puerta lentamente. Emma lo observaba atenta. Con las linternas ambos alumbraron cada esquina, observando por encima lo que tenían a su alrededor. Harry empujó un poco a Emma para que esta se adentrara más.  

-Mira, detrás de este estante- Dijo señalando con su dedo- Hay una habitación, a esto me refería. 

Emma sonrió y se acercó a observar mejor, se agachó y alumbró con su linterna por el suelo, pero aun así no se distinguía que había al otro lado, ya que no era muy grande el espacio que había entre el suelo y la puerta.  

-Tenemos que entrar allí, si esta escondido es porque debe de haber algo muy importante dentro- Dijo lentamente Harry- Hmm... Pero no tengo llaves- Emma se incorporó y se paró al lado de él. 

-¿Y quién te dijo que íbamos a necesitar llaves?- Harry la miró confundido- Te enseñare algo útil para tú vida. Pero ahora necesito que me des una mano aquí, vamos a mover esto.   

Emma se acercó al estante y trató de moverlo un poco, de inmediato Harry supo que iba a hacer,así que puso su linterna en el escritorio y se hizo al otro lado del estante y entre los dos lo movieron lentamente para que no se desorganizara nada de lo que estaba en las repisas. Tan solo tardaron 20 segundos y tenía la puerta frente a sus ojos. 

Esta era negra, se veía muy deteriorada, demasiado. Harry tomó la perilla y trató de abrir la puerta, pero como era lógico esta estaba cerrada con llave. 

Emma lo quitó de un empujón suave. 

-Observa- Susurró, y sacó de su cabello una pinza. La introdujo en el orificio de la perilla y comenzó a moverla. Harry creyó que era lo más ridículo que vio en su vida, era obvio que eso solo pasaba en las películas, era claro que no iba a funcionar. 

-Sabes... Creo que deberíamos buscar unas llaves o algo- Dijo lento con voz ronca- Eso no va a funcionar...- La observó una vez más y se puso a buscar por los alrededores, tal vez encontraría un llave. 

 Lo gracioso es que Emma no desistía, ella siguió con la puerta susurrando pequeños -abre, abre- no iba a funcionar.  

-¡Abre maldita sea!- Gritó Emma en señal de frustración y le pegó una patada. 

Harry la tomó por los hombros y la alejó un poco de la puerta, antes de que esta terminara de abrirla, pero a patadas. 

-Tranquila, aun podemos buscar las llaves- Dijo sin soltarla de los hombros- Solo... Relájate.  

Castle Combe {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora