Capítulo 20.

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A las 11 am llegaron al viejo edificio, su jefe los recibió con algunos gritos e insultos por su falta de puntualidad, estaba claro que estaba enfadado por algo más que su llegada tarde, pero dejo salir su frustración contra ellos. Ninguno dijo nada en ese momento, tan solo con la cabeza gacha y en silencio decidieron no cuestionarlo. Fue injusto de todos modos, ya que debían de recuperar el doble de las horas que faltaron al acabar la jornada laboral.

Toda la tarde paso en total calma, hicieron su trabajo hasta la hora normal de salida donde todos comenzaron a irse menos ellos dos. Harry se sentía intranquilo, no podía concentrarse y recordaba su sueño, o mejor dicho pesadilla, y eso lo ponía ansioso. 

Emma esperó que hasta que el último de sus compañeros saliera de aquel lugar, luego se dirigió al pequeño escritorio de Harry.

-Hey- Murmuró- ¿Cómo estás?

Harry tardó unos segundos en darse cuenta de la pregunta y respondió dudosamente- ¿Bien?

Emma sonrió.

-Entonces, ¿Qué tal si cerramos el lugar y nos vamos?- Propuso- Sabes que él no se dará cuenta de que nos fuimos antes.

Harry dudó.

-O podemos entrar de nuevo a su oficina y mirar que encontramos nuevo- Lo observó mientras esperaba una respuesta.

Harry suspiró- Creo que deberíamos dejar de buscar- Se levantó de su silla y tomó unos papeles de su escritorio- Además esto ha ido muy lejos- Dijo mientras caminaba al escritorio de enfrente- No quiero que se vuelva más peligroso para ti- Colocó los papeles en el escritorio y se giró para observarla- O para mi- Susurró.

Emma se quejó y se acercó a Harry- Sabes que ya hemos llegado muy lejos, además no he podido dormir bien últimamente, ¿No te sientes asustado al saber de los asesinatos que están ocultando?- Suspiró- Yo la verdad quiero saber que esconden aquí.

Harry lo pensó por un momento, estaba claro que él quería respuestas, pero también sabia que estaba cansado de la situación.

-Vamos Harry, no puedes rendirte en este momento- Dijo Emma.

-No me estoy rindiendo- Murmuró Harry- Es solo que yo...- Se calló, no sabia que responder.

-Tú eres el que decide- Murmuró Emma.

-Esta bien, tú ganas- Susurró Harry- Cerremos la oficina y nos vamos.

Emma no dijo nada más, no era la respuesta que esperaba recibir por parte de Harry, sin embargo prefirió solo asentir e ir por sus cosas.

Salieron del viejo edificio en silencio, y al llegar a la entrada Harry solo murmuró un adiós y se dirigió a su casa, Emma quedo confundida por la actitud de él, pero decidió simplemente irse igual.

Harry pensó que lo mejor en ese momento era dejar las cosas así, se sentía muy perturbado y agotado mentalmente. Camino sin rumbo durante algunas horas, con pasos lentos y con sus manos dentro de los bolsillos del abrigo para no sentir tanto frío. No eran más de las 8 y sin embargo las calles estaban muy solas debido al intenso frío de la noche.

Sin darse cuenta llegó al pequeño lago y se sentó en el muro del puente, dejando así que sus piernas colgaran a unos metros del agua. Se quedó quieto con la vista perdida.

Estaba tan confundido, demasiado, no sabia que se suponía que debía de hacer, si averiguar más sobre las muerte, si preocuparse por la persona que ha estado enviándole mensajes, si solo debería olvidarse de todo e irse de Castle Combe. Porque en verdad estaba cansado, él no era un chico valiente, aveces se sentía como un niño perdido, sin saber que decisión tomar. 

Castle Combe {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora