Capítulo 26

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"Abrí mis ojos con dificultad, el lugar estaba totalmente oscuro, no sabía donde estaba. Me senté lentamente y comencé a gatear tratando de no chocar con algo, había una pequeña luz que entraba por una ventana, así que me fui acercando lentamente.

Me sentí muy desconcertado al sentir algo pegajoso en mis manos, me dio un poco de asco pero no pude ver bien que era, así que seguí gateando en dirección a la luz. Al llegar me puse de pie y me acerqué a la ventana, miré mis manos y me di cuenta que estaban manchadas de sangre, al igual que mi pantalón. Me asusté, rápidamente limpié mis manos con fuerza en mi camisa y miré el rastro de sangre que había dejado por el pasillo.  

Por alguna razón el pasillo se iluminó más, pude ver que unos metros más allá de donde estaba había algo tirado, un bulto, ahí fue que me ensucie de sangre. Comencé a acercarme sin saber que iba a encontrar, mis manos temblaban y mi cuerpo tenía pequeños espasmos, mis pasos eran lentos, tenía miedo de tropezarme por lo nervioso que estaba. Al acercarme más a ese bulto pude ver que era un cuerpo, o lo que quedaba de un cuerpo humano, el pasillo se volvió pequeño y cada vez que miraba había más y más muerte, cuerpos humanos mutilados, quemados, el lugar estaba lleno de sangre, miré mis pies y estaba parado en charco de sangre, mis piernas comenzaron a temblar, quería salir corriendo pero no era capaz de reaccionar. 

Escuché unos pasos detrás de mi, lentos, mi corazón se aceleró y cerré los ojos fuertemente, quería escapar, desaparecer. Los pasos se acercaban a mi, cada vez más cerca, cada vez más rápidos y fuertes. Un pequeño gritó salió de mis labios cuando los pasos se detuvieron de repente detrás de mi, mi cuerpo comenzó a temblar bruscamente, sentía que me iba a ahogar, había algo detrás de mi.  

Una risa sonó a mis espaldas, suave, fría, esa voz no era natural. Comencé a llorar, quería salir de allí. Mi cuerpo no reaccionó, sentí una mano que se posó en mi hombro derecho y me congelé, sentía que mi corazón iba a dejar de latir.   

-Es tu turno- Susurró algo a mis espaldas y después comenzó a reír. Iba a morir". 

Harry pegó un gran gritó, abrió rápidamente sus ojos y se dio cuenta que estaba en su habitación, recostado en su cama. Su corazón latía rápidamente, estaba bañado en su propio sudor, miraba cada rincón de su habitación con cuidado, no se movió ni un centímetro hasta que se dio cuenta que había tenido una pesadilla. 

Suspiró para tranquilizarse un poco, trató de moverse y sintió un gran dolor en su cuerpo, se alarmó  cuando se dio cuenta que no era capaz de moverse a causa del dolor. Tomó su tiempo y lentamente mientras pequeños gemidos de dolor salían de su boca, se fue sentó en la cama, observó su ropa y se dio cuenta que tenía puesta su pijama. Miro sus manos, estas temblaban y él no era capaz de controlarlas, tenían manchas de sangre seca, sus uñas estaban sucias. Miro sus brazos, tenían algunos morados, le dolía mucho hacer movimientos rápidos y bruscos. Su ropa... No recordaba haberse puesto esas prendas y haberse acostado, no recordaba lo que había sucedido.  

Con mucha paciencia y movimientos lentos, Harry se levantó de su cama, sus piernas le ardían, todo su cuerpo estaba lastimado y el sentía mucho dolor con cada movimiento. Llegó al baño  y encendió la luz, se acercó al lavamanos y  se sostuvo de este, abrió la llave, dejó que el agua corriera y miro al frente, vio su cara demacrada en el espejo. Harry parpadeó un par de veces, junto un poco de agua en sus manos temblorosas y mojó su cara, volvió a ver su reflejo. Sus ojos estaban hinchados, tenía algunos morados en estos; tenía el labio roto e inflamado, su cara estaba sucia, con rastros de sangre, su cabello estaba húmedo, sucio. Harry no podía reconocerse, sin embargo, lo que más le sorprendió, fueron las imponentes marcas de quemaduras que tenía al rededor de su cuello.    

Y Harry lo recordó, recordó todo lo que había sucedido, recordó el momento en que vio a Louis arder al final de las escaleras. 

-2 año después- 

Harry corría por las solitarias calles de Londres, iban a ser las 7 de la mañana y pensaba que no iba a llegar a tiempo al trabajo, esa madrugada había soñado con algo muy extraño, no recordaba con claridad que era, pero se había levantado tarde, sudando y con el corazón acelerado. 

Al llegar al edificio saludo al portero que con una sonrisa le abrió la puerta, subió al ascensor y presionó el número 13. Miro su reloj, 6:57 de la mañana, había llegado a tiempo, sonrió. Harry salió del ascensor y caminó por el pasillo con una gran sonrisa, llevaba un saco negro de cuello alto y una gabardina del mismo color, había cortado su cabello hace algunos meses y ahora lucia mayor. 

Harry saludó a sus 3 compañeros de trabajo, llevaba una muy buena relación con ellos, después dejó sus cosas en el escritorio y se reunió con ellos a charlar por un momento. Harry se había mudado a Londres dos días después de lo ocurrido, había decidido volver a comenzar y dejar aquel pueblo atrás, no volvió a recibir mensajes ni señales que le insinuaran que algo raro estaba sucediendo, había hecho muchos cambios en su vida y se sentía muy tranquilo con su actual situación. Ahora trabajaba en una pequeña agencia de mercadeo digital, vivía en un apartamento pequeño cerca del edificio y había hecho nuevo amigos.  

-¡Harry!- Gritó felizmente un joven mientras tocaba la espalda de Harry. 

-¡Josh!- Respondió Harry de la misma forma, el joven era el dueño de la agencia, era solo unos años mayor que Harry y tenían una muy buena relación. Harry de verdad estaba muy satisfecho con su nuevo equipo de trabajo.

-Chicos, les tengo una sorpresa, tenemos un nuevos integrante, debe de estar por llegar-Dijo Josh con una gran sonrisa.

Todos se quedaron un rato más charlando y comentando sobre el nuevo integrante, después de unos minutos Harry se sentó en su escritorio y prendió el computador, tarareaba una canción mientras revisaba lo que tenía que hacer en la jornada. Harry escuchó cuando llegó el chico del que Josh hablaba, sus compañeros estaban presentándose y decidió ir a saludar, se levantó lentamente y caminó hacía allí.

-Harry, te presento al nuevo integrante del equipo- Dijo su jefe.

Harry miro al chico que se encontraba de espaladas a él, sonrió.

-Mucho gusto, soy Harry- Dijo con una sonrisa amable. El chico se giró y sonrió.

Harry dejó de sonreír, sus manos empezaron a temblar. Llevó una de sus manos temblorosas hasta la cicatriz en su cuello. 

-Mucho gusto Harry, soy William, William Tomlinson- Dijo aquel chico de ojos azules.  




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(: 

Fin.

Castle Combe {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora