A medida que pasaban y pasaban los días, que se fueron convirtiendo en semanas, comenzaba a acostumbrarme a entrenar con lo que para mi, son veinte sacos de arena colgados alrededor del pecho, y a lo que ellos llamaban armadura. Y me estaba volviendo realmente buena con el arco.
Y algo comenzaba a darme vueltas en la cabeza... Bueno, no ESE algo, sino mas bien una pregunta.
¿Por qué ningún Dios daba señales de vida? Habia visto que a algunos campistas se le habia prendido fuego la parte de arriba de la cabeza, que todos habian celebrado y "Oh, salve a Fulanito, hijo de Menganito, padre/madre de algo, Dios de algo" y Fin.
Pero yo cada vez me sentía más y más sola...
Excepto por Logan. Que lo tenía pegado a la nalga izquierda. Es un decir... Aunque en ese momento era mas bien literal.
Habia tratado de ayudarme a sacarme mi armadura, y no sé exactamente cómo, pero sus correas quedaron enredadas con las mias, y ahora andamos pegados por la cadera buscando a alguien que nos desate.
O bueno, yo lo buscaba, porque Logan parecia un saco de papas.
Me caian un par de gotas de sudor de tener que arrastrar al pesado conmigo cuando de repente, casi parecía una aparición mágica caida del cielo, vi a Thalia. Caminaba directa hacia el grupo de Cazadoras que estaban congregadas en la sala de entrenamientos.
- ¡Thalia! - grité tan fuerte como pude. Ella inmediatamente se voltió, y yo me di cuenta por la posición de sus manos, y sus pies que estaba lista para sacar su carco y una flecha y atravesarle el cráneo a cualquiera. - ¿Podes venir, por favor? Tengo un problemita - dije, señalando con la cabeza el nudo.
Riendose entre dientes llegó trotando. Y desató el nudo más rápido de lo que a Logan le tomó hacerlo.
- Gracias, es la primera vez que me pasa. - dije, un poco apenada.
- No te preocupes, a todos nos pasa aunque sea una vez con esas armaduras. - dijo, sonriendome a mi, levantó la mirada, y su sonrisa se perdió un poco mientras observaba a Logan.
- Ehm.. Si, gracias - agregó Logan, seguramente cohibido por la mirada de Thalia. - Ya es hora de comer, ¿vamos, Vita?
- De hecho, queria hablar algo con Vita un minuto - dijo Thalia, agarrandome la mano cuando estaba volteandome. Me miró, - ¿Podemos hablar?
- Claro. - Me di vuelta para mirar a Logan - Ahora te alcanzo.
- Seguro - dijo él, caminando hacia el comedor.
- ¿Qué querias hablar, Thalia? - dije, sintiendo que el lugar comenzaba a tornarse oscuro.
- Estuve hablando con Rachel. Y ella... ella me dijo que yo te dijera que... solo - suspiró, se la veía preocupada, como si algo le estuviera molestando - solo no te resistas, no es malo. No te resistas. - se dió media vuelta y se encaminó al comedor.
- ¿Qué no tengo que resistir? - medio grité, pero ella ya se habia ido. Comencé a trotar al comedor, tratando de alcanzar a Thalia antes de que se siente con las Cazadoras, pero para cuando llegué, ya estaba enfrascada en una conversación con las Cazadoras que parecía seria.
Caminé y me serví la comida. Fui hacia la mesa donde estaba Logan, quien me hizo un lugar a su lado. Recibiendome con una sonrisa. Ultimamente Logan estaba un poco menos molesto y mas... no sé, ¿lindo?
Comenzaba a pensar que si Atenea no era mi madre, y todo eso, quizas podríamos... no sé...
Corté ese pensamiento antes siquiera de terminarlo. Eso era ridiculo. ¿Logan y yo? Iugh... ¿Iugh?
Sacudí mi cabeza, y alcé la manzana, le di un mordisco, y mientras masticaba observé a Logan, estaba hablando de algo con una de sus hermanas. Pero yo solo escuchaba ese molesto ruido. No sabia de dónde venia, pero queria dejar de escucharlo. Volví a alzar la manzana para morderla, pero mi mano se veía borrosa, parecía diferente, su sabor era insípido en mi boca, como si fuera un recuerdo de algo que comí alguna vez.
Mi cabeza dolía, Mi cara dolía, mi cabello, todo. Parecía como si me estuviera quemando viva. Traté de gritar, pero mi voz ya no salía. Lo último que vi antes de desmayarme fue a Nico, con una expresión que no logré decifrar del todo, parecía entre emocionado y angustiado, y venia corriendo hacia mi, al igual que las Cazadoras.
Sentí unos brazos rodearme, y creí reconocer el aroma de alguien antes de desmayarme.
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Si ya sé, ya sé...
Me demoré un poquitito...
No lo vuelvo a hacer!!!!
¡¡Lo prometo!!
Tuve muchisimos problemas y todo eso.
Chicos, quería informarles que hice un Club de Lectura como grupo de Facebook, por si quieren meterse. Es un grupo público, y ahí pueden preguntarme sobre cuando actualizo y todas esas cosas.
También debo decir que es un Club en serio. De esos en los que te juntas con gente igual de rara que vos y los escuchas hablar sobre libros y te sentis que no estas solo en el mundo, y pensas una estrategia para irte de ese lugar con todos sus libros...
De ese tipo de club.
Los que quieran saber más hablen por ahí. el Link está mas abajo. y como siempre...
¡¡VOTEN Y COMENTEN!! ¡¡¡¡¡¡ES GRATIS!!!!!!!! YEY!!!!!
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¡¡Los quiero!!
- Agustina G. Ivanovich
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Dos Vidas - Los Peligros de ser semidiosa
FantasyVita es una típica chica que vivía en Washington. Su vida era totalmente normal. Hasta que a su madre la ascienden en su trabajo y deben mudarse a Long Island. La única y verdadera habilidad de Vita, era pasar desapercibida, pero la llegada de un c...