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Un día te despiertas pensando que es como cualquier otro, pero no, no lo es. Las cosas han cambiado, y para mal. Abres Whatsapp esperando un mensaje de buenos días, de esos que te sancan una sonrisa algo tonta. Pero ese día era diferente el mensaje no estaba. Pero lo peor no era eso; no estaba ni el mensaje ni esa persona. Y esque el amor es así. De un día para otro las cosas pueden cambiar. Y esta vez lo hizo. Todo dio un giro de 360 grados. Yo me sentí, vacía. Me había aconstumbrado a tí, a tus mensajes, a tus llamadas, a tu lado borde, a nuestras fotos haciendo el tonto, a tu forma de hacerme reír. Me acostumbré a que me mandaras mensajes diciendo que me echabas de menos, a un nosotros, a nuestros planes de futuro, a soñar cada noche como sería todo después de varios días sin vernos. Me acostumbré a que, a pesar de todas nuestras peleas y enfados, a final siempre volvieras con un "eh, que no puedo estar así contigo". Y ese fue mi error; aconstumbrarme a todo esto, aún sabiendo que la vida es muy puta y que cualquier día podría perderlo. Y este día, por desgracia llegó. No sé muy bien cómo pasó lo único que se es que ya no estás conmigo. Y es duro ver como tú ya estás escribiendo otra historia con otra persona. Y yo, sigo aquí, a veces añoro todo lo que tuvimos.
Ni siquiera sé como he acabado escribiendo sobre ti, ¿que estúpido verdad? Quería plasmar en palabras todo lo que sentí aquel día, dejar claro lo bueno que fue todo mientras tú estabas y el puto caos que hay ahora dentro de mí.

Y sí, aveces te echo de menos.