No sé si tendré tiempo para escribir más cartas porque podría estar demasiado ocupado intentando implicarme, así que si esta acaba siendo mi última carta, quiero que sepas que me encontraba mal cuando empecé el instituto y tú me ayudaste. Aunque no supieras de qué hablaba ni conocieras a nadie que le hubiera pasado lo mismo, hiciste que no me sintiera en la total soledad. Sé que algunas personas dicen que estas cosas no pasan. Y que hay gente que olvida lo que es tener 17 años en cuanto cumple los 18. Y sé que algún día todo esto serán anécdotas. Que nuestras fotos se volverán viejos recuerdos y que todos nos convertiremos en padres o madres de alguien. Pero ahora mismo estos momentos no son anécdotas. Esto está pasando. Estoy aquí. Y estoy mirando porque es preciosa. Puedo verlo. En ese instante te das cuenta de que no eres una historia triste. Estás vivo. Te pones de pie, ves las luces sobre los edificios y todo lo que hace que te asombres. Escuchas la canción de aquella noche en el coche con las personas que más quieres en el mundo. Y en ese instante, sientes que, somos infinitos.
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PoetryTe quiero para un café, dos cigarros, cien besos, mil caricias y toda la vida.