Tengo fantasmas y tengo miedo, tengo ganas de besarte y un acantilado en el pecho por el que salto cada vez que ríes. Tengo dudas que no me dejan dormir y un demonio al que no puedo enfrentarme, porque eso supondría enfrentarme a mí.
He dicho tantas palabras bonitas a tantas creyendo que eras tú, que a tí me da miedo a escribirte.
Supongo que el tiempo me ha hecho ser más cauta, que la niña interior que no quería crecer ahora viste uniforme y hace caso de un despertador. Pero tenía que hacerlo para conocerte, tenía que curarme, antes de quererte.
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PoetryTe quiero para un café, dos cigarros, cien besos, mil caricias y toda la vida.