CAPITULO 1: LA PRIMERA VEZ QUE LO VI.

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Hola a mis queridas nuevas lectoras, y a las antiguas. :3
Me gustaría que antes de que comiencen la historia (A las que son nuevas en esta historia) vayan al final y lean la última actualización que dice "COMENCEMOS" para que estén al pendiente de las ediciones y mejoras de esta historia. Me gustaría que vayan al compás de la misma.
Sin más las dejo y nos leemos pronto.

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- Ay no Hyun Joong, esto es imposible. -Le decía a mi primo mientras caminaba por los estrechos pasillos de mi nuevo instituto.
-Tranquila, ya tengo un mapa del instituto aquí, veamos...-Hyun Joong miraba aquel pedazo de papel muy concentrado y fruncía el ceño para parecer más inteligente. -Ja, lo tengo. -Dijo emocionado
-¿Ya? -Pregunté en seco.
-Así es amada prima, nuestros salones se encuentran el el edificio C, está por allá. -Aseguró mientras señalaba el enorme edificio en donde se ubicaban nuestras aulas.
-Genial... Vamos. -Esta vez ya más emocionada.
-Ey, no corras de ese modo, vas a lastimarte.
Hyun Joong a veces suele ser un tipo muy sobreprotector, pero me conocía perfecto. Lo suficiente como para saber que de un momento a otro puedo salir herida por lo descuidada que soy.
-Bien prima amada, dime ¿Cuál es tu aula?
-Mmm... -Mire mi hoja de registro por un par de segundos. -Aquí dice que la 116. -Esta vez lo mire a él.
-Excelente, vamos te llevaré y después buscare la mía.
-Eres el mejor Kim. -Le sonreí.
Juntos caminamos hasta mi nueva aula de clases, y antes de entrar me detuve a mirar el panorama. Estábamos iniciando la prepa así que estaba entusiasmada, era una nueva etapa para ambos.
Mi salón y mis compañeros parecían ser demasiado cálidos eso era increíble.
-Bueno Kim, te buscaré en el primer receso, ¿Vale?
-Vale Kim. -Asentí.
Hyun era el primo más cercano de mi edad, me conocía perfecto, lo suficiente como para saber que me costaría adaptarme a todo, como siempre, como en todo; y es que soy esa clase de persona que no le tiene miedo a los cambios, pero se tarda mucho en socializar con los demás y en convivir. Sinceramente nunca eh sido de muchos amigos. Pero espero esta vez sea algo diferente.
Entre a mi aula y me senté en la primera fila que se encontraba pegada en la pared, en los últimos asientos.
No conocía a nadie, me sentía rara, pero en el interior me daba ánimos para continuar.
-Buena tarde jóvenes. -Mi primer maestro, mi primera clase.
Y bueno, aquí estaba yo, Kim Young Mi. En el pequeño inicio de esta nueva historia.
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Al paso de los días todo empezó a cambiar, mi primo como siempre tardó menos en hacer amigos, estaba segura que esa bola de locos lo acompañaría en todas sus travesuras. La primera vez que vi a cada uno pensé que eran delincuentes o algo similar; siendo sincera se veían demasiado grandes, tal vez su primera impresión fue la que me hizo pensar eso.
Me sabía sus nombres, pero a veces los confundía, y a los únicos que podía reconocer con más facilidad eran a Heo Young Saeng, quien era el hijo menor de una familia de clase media, y quien además tenía una hermana mayor. Y a Dae-Hyun, quien a diferencia de Saeng, era el hijo mayor, y por cierto tenía dos hermanos más, además tenía novia, Sun Hee, hacían una bonita pareja, y al parecer llevaban mucho tiempo juntos.
Ya eran inicios de octubre, y estábamos a mediados de clases; por mi parte ya tenía una buena relación con Dae -Hyun; fue con el que me costó menos trabajo entablar una conversación y convivir, éramos tan infantiles que por todo queríamos hacer apuestas, se nos hacia lo más divertido del mundo, porque siempre apostábamos para obtener comida, y el día que nos diera hambre o tuviéramos ganas de cobrar lo que ganábamos se lo pediríamos al otro.
Apostar y ganarle era lo más sencillo del mundo; para entonces él me debía un prometedor medio semestre lleno de ricas comidas.
-Oh genial Young Mi, justo hoy. -Me regañaba una y otra vez a mi misma. Había olvidado mi comida en casa y moría de hambre, fue cuando pensé en Dae-Hyun. Así decidí que era el momento de cobrar una de sus tantas deudas.
Me dirigí a las canchas de frontón, sabía que ellos jugaban ahí durante las penúltimas clases
-Hola chicos. -Grite para tener su atención.
-Hola Young Mi. -Gritaron al unicio sin dejar de jugar.
-Hola pequeña. -Alguien me tomo por los hombros trayéndome un enorme susto.
-Eres un baboso Dae. -Dije después de dar un brinquito. -Pero qué bueno que te apareces, justo a ti te buscaba.
-¿Y a mí por qué? -Preguntó intrigado.
-Porque me debes medio semestre de ricas comidas, y que crees, justo hoy se me olvidó la mía, así que es el mejor momento para que pagues una de tus tantas deudas.
-Me caes mal Young Mi, pero bueno vamos.
-Pues deberías ya no hacer apuestas conmigo. -Ambos reímos.
Esta vez solo pudo comprarme una bolsa de papitas, su efectivo casi se había acabado. Y bueno, lo acepte con tal de amortiguar él hambre.
Ambos caminábamos de regreso a las canchas de frontón, notando que a mi primo y a al resto de sus amigos se les había volado la pelota hacia las jardineras, y todos la buscaban como unos desesperados entre los arbustos. Era algo muy gracioso y extraño a la vez.
Mientras ellos estaban en lo suyo, yo les hacía la platica, y preguntaba cosas muy triviales, hasta llegar al punto de pregunta si tenían pareja y como les iba en cosas del amor.
Heo Young Saeng respondió que los únicos que tenían novia eran Dae-Hyun y Park Jung Min señalando a cada uno de ellos mientras los mencionaba.
-Jung Min es un asalta cunas. -Decía Young Saeng de forma burlona
Mire a Jung Min de una manera dudosa. Nunca nos habían presentado, y era la primera vez que lo veía con mi primo y el resto de los chicos.
-¿Por qué asalta cunas? -Me atreví a preguntarle un tanto dudosa.
Con una expresión marcada de exagerada de burla pude deducir que con solo la mirada me decía "¿No es evidente niña torpe?"
Y después de cinco segundos de silencio, en todo burlón y muy obvio de atrevió a responder.
-Se nos dice asalta cunas porque la chica con la que estamos es más pequeña que nosotros, aunque mi novia es solo un año menor que yo.
-Ohh vaya, ahora lo entiendo. -Afirme.
Mi cara de sorpresa ante su respuesta fue lo que provoco que sonriera levemente, como si lo que me dijera fuera totalmente del otro mundo y en otro idioma, pero que yo con mi alto IQ podía comprenderlo con extrema facilidad.
Un silencio demasiado incomodo se formó entre nosotros. Así que decidí ofrecerle de las papas que Dae me había comprado, digamos que como gesto de "amabilidad"
-Oye ¿Quieres papas?
-Claro. -Respondió haciendo una leve mueca.
Estire mi brazo hacia él para que pudiera tomarlas. Fue entonces cuando el muy grosero me quito la bolsa entera y comenzó a comérselas; mi primer instinto salvaje fue darle una patada en la rodilla derecha con toda la fuerza que había en mi pequeño cuerpo y quitarle mi bolsa de papas.
Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, y para cuando yo volví a ser una persona "razonable" solamente me topé con su mirada llena de desesperación acompañada de un gesto demasiado gracioso provocado por dolor. Lo único que pude hacer ante esos gestos tan graciosos fue reírme sin parar, consiguiendo atraer la atención de mi primo y los demás.
Pasando un rato logre calmarme, me dolía el estómago; sin darme cuenta que no me había disculpado por el acto tan grosero que había cometido con Jung Min, no le preste la atención suficiente y preferí regresar a mi salón como si nada.
Iba caminando por el pasillo un tanto distraída, hasta que me percaté de que Jung Min y Young Saeng iban delante de mío. Quise volver a hablarles, y para hacerme notar grite ligeramente.
-¡Ey vengo detrás de ustedes!
Ambos chicos voltearon de inmediato hacia atrás al escuchar el grito, Young Saeng me sonrió de una manera tierna, mientras que Park Jung Min me lanzo una mirada desagradable.
-Debe ser por el tremendo patadon que le di hace un rato. -Me dije a mi misma. -Pero él comenzó. -Continúe debatiendo en mis adentros, mientras daba un par de pasos más largos para alcanzarlos.
Cuando lo había logrado Jung Min me tomo de los hombros empujándome de vuelta hacia atrás mientras decía con tono grosero.
-Si atrás.
Lo mire un poco enfadada, creo que se dio cuenta porque pocos segundos después se volteo hacia mí, y mientras me dedicaba una sonrisa divertida dijo.
-Ah no es cierto, vente con nosotros.
-Aisshh es tan irritante este hombre. -Volví a hablarme en el interior mientras caminada a su lado.
Al parecer al único que le daba gracia nuestra forma de comportarnos era a Young Saeng, porque sonreía levemente con nuestros comportamiento.
Sentí un poco de frío,así que coloque mis manos en las bolsas de mi chamarra, percatándome de que en una de ellas traía el dibujo que mi hermano menor me había dado hoy por la mañana.
-Miren, mi hermanito me lo regalo. -Dije atrayendo de inmediato su atención.
-Wow que lindo, él debe quererte de verdad. -Dijo Heo Young Saeng muy conmovido.
Young Saeng y yo escuchamos una risita que provenía de Jung Min. Ambos lo miramos con el ceño fruncido.
-Lo siento, es que escribe más bonito que yo. -El comentario descuidado de Jung Min nos hizo reír a Saeng y a mí.
-Bueno mujer, hemos llegado a tu salón, al rato pasamos por ti. -Me aseguró Young Saeng mientras me dedicaba una leve sonrisa.
-Muchas gracias, los veo al rato.
-¿Esta bien si me quedo un poco más contigo? -La pregunta de Jung Min al parecer no solo me desconcertó solo a mí, si no, también a su amigo.
-Amm... Si, si quieres... -No sabía que más responder.
Esta vez el que se reía ligeramente fue Saeng.
-Bueno, quédate, hasta al rato Young Mi... Como perros y gatos, así se llevan esos dos. -Fue lo único que alcance a escuchar mientras Young Saeng se iba a su salón.
Jung Min y yo nos quedamos hablando del dibujo que mi hermano me había dado y de mil cosas más, como si fuéramos los amigos más cercanos del mundo; hasta que mi profesor llego, le dije que tenía que ir a clase, él solo me devolvió mi dibujo y se fue.
Mientras estaba en clase, pensaba que ese hombre era muy divertido, me inspiraba algo diferente a los demás, vaya Dios a saber que era.

8:30 mi clase se había terminado, salí para ir a buscar a mi primo, y no tuve que caminar mucho por que me los encontré a medio, nos dirigimos un par de miradas y sonreímos.
Cuando encontré a Jung Min con la mirada sentí una alegría inmensa, como si hubieran pasado años de no vernos. Fue la sensación más rara, pero grata que había experimentado.
De inmediato se dirigió a mí para preguntarme que tal mi clase. Después de un rato de charlas triviales lo interrumpí para poder confesarle lo que había pensado en clase.
-Sabes... La forma de comenzar a hablarte ha sido un poco extraña, pero también es extraño que en un momento me hayas inspirado confianza y cierta paz que no había sentido antes; espero no me lo tomes a mal, me agradas como persona, siento como si lleváramos muchos años de conocernos.
Por su parte él me miraba atento, y note como la cara se le llenaba de ternura por mis palabras
-Dime copión, u hombre sin ideas originales, si quieres, pero querida Kim Young Mi, tú también me transmitiste eso, es grandioso sabes, ojalá eso no cambie porque me encantaría que fuéramos amigos, es que, contigo puedo ser yo, siento que no me juzgaras por lo que diré o haré, eres una chica agradable.

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Hola unnies, este es el primer capítulo de La historia de mi primer amor, espero les agrade mucho y pronto estaré subiendo el segundo capítulo. Bye bye. 😁✌🏻💚

LA HISTORIA DE MI PRIMER AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora