Capítulo V: Conflictos

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Cuatro

El entrenamiento de ayer fue horrible, debí soportar como Erick gritaba a Tris y yo sólo debí poner cara de no me importa, eso hizo que las horas pasaran lentamente, ella al principio me miraba con desprecio y al finalizar la jornada sólo se fue, estaba molesta por mi indiferencia, eso hizo que mi corazón se diera mil vuelcos para buscar una forma de explicarle a través de mis pensamientos, debe saber que es para protegerla.

He intentado encontrarme a solas con ella pero siempre está con Christina o Uriah, al parecer Marlenne se pone un poco celosa y la verdad es que yo también, me molesta verlos tanto tiempo juntos sabiendo que yo no puedo estar cada segundo a su lado. Desde que bajó por esa red los sueños se acabaron, ¿acaso fue una señal de que debiéramos conocernos, que debemos estar juntos para poder protegerla?, poco a poco comienzan a llegar recuerdos de lo ocurrido años antes, a mi madre Evelyn al fondo de abismo y en cómo no pude protegerla, luego se me hace un nudo en la garganta pensar que podría encontrar Tris en su lugar, sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos de la cabeza y sin darme cuenta me sumí en un profundo sueño.

Tris

Después de mi encuentro con Cuatro camino por los pasillos atormentada por qué me descubran, mi madre dijo que ser divergente es muy peligroso, que Cuatro me ayudaría, aún no entiendo porqué tendría interés en ayudarme o cómo sabe ella que él es de confianza, aún no se si confiar en él, es un hombre guapo y rudo pero es líder de osadía, es parte de quienes no me quieren viva a quienes le temo, se me forma un nudo en el estómago y no puedo evitar que las lágrimas broten y caigan por mis mejillas, confío en mi madre, pero la pregunta es ¿ella debe confiar en Cuatro?.

He caminado sin rumbo y sin darme cuenta he llegado a la cocina, a lo lejos observo una figura haciéndome señas con la mano, es Christina, corro hacia ella y me percato que Cuatro está en la otra mesa, frente a la nuestra, al sentarme Christina ríe al escuchar como gruñe mi estómago.

- Ten, te guardé algo de comer al ver que no llegabas – me dice extendiendo un plato de carne con arroz - ¿Dónde te metiste? – pregunta dejando ver su curiosidad.

- Sólo estaba caminando, intentando recorrer el lugar y me perdí – ella rió estruendosamente, haciéndome sonrojar y que muchos voltearan a vernos, al mirar me di cuenta que Cuatro tenía su mirada fija en mí, eso hizo que un escalofríos recorriera mi espalda, pero luego me di cuenta que su mirada era distinta ¿acaso era ternura?, desvié la vista de él para evitar pensar tonterías.

Después de un rato y una charla grata me dirijo al dormitorio de los iniciados, cuando alguien toma mi mano y deja en ella un trozo de papel, al voltearme lo veo a él de espalda, caminando a la sala de entrenamientos, es Cuatro, otro escalofríos recorre mi cuerpo pero me doy cuenta que no es miedo, es algo de curiosidad y placer, no seas tonta me digo a mi misma mientras corro al dormitorio para ver su nota...

"No te preocupes, nada malo te pasará, no lo permitiría. Es agradable verte sonrojada"

¿Qué significaba eso?, ¿no lo permitiría?, ¿es acaso una muestra de afecto o simplemente parte de su rol protector?, me detengo en la última oración, es agradable verte sonrojada, no logro interpretar esto, será que ¿le gusto?, eso sería imposible y esto hace que mi mente divague nuevamente, pero el dueño de mis pensamientos ahora es Cuatro.

Cuatro

Después de entregarle la nota a Tris me dirijo a la sala de entrenamientos, debo liberarme de ganas y deseos de abrazarla, tal véz un poco de ejercicio me canse y mantenga mi cabeza ocupada, es una buena opción ya que ahora no puedo correr a besarla, haría que Erick vea un punto débil en mí y con ello una forma de atacarme, antes de doblar en el pasillo escucho la voz de Erick conversando con una mujer, es Jeanine Matthews, no logro entender de qué hablan, luego escucho la frase...

"Si queremos seguir el plan debo desacerme de Cuatro, debo matarlo", estas palabras me llenan de ira pero debo pensar con claridad, no se si está armado y yo no tengo más que mis puños en estos momentos, corro a la oficina de max, debo volver con apoyo y acabar con esto de una vez por todas.


Comentario: Aún no se si les gustó, nadie a comentado y eso es frustrante, espero llegar al menos a los 1K y a medida que comenten seguiré escribiendo, un abrazo enorme, díganme si al menos les gusta la historia.


Cuatro, líder osadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora