Cuatro, líder osado

Momentos

Cuatro

Espero a Tris por unos minutos cuando veo que los iniciados comienzan a salir de la habitación para dirigirse a algún lugar para seguir entrenando, Shauna y mi estirada son las últimas en salir, cuando pasa por mi lado le tomo la mano y veo que se sonroja, sus mejillas hacen juego perfecto con el brillo de sus ojos.

- Tris, buscame mañana antes de lo entrenamientos para que no te pierdas nada - le dice Shauna con una gran amabilidad, luego se dirige a mí - Cuatro, ayúdala con la segunda etapa, debe entrenar su mente si no quieres que deje osadía.

Se retira a la siga del grupo y yo no puedo dejar de sonreír, nos quedamos mirando sin prestar atención a las palabras de Shauna, le tomo por la cintura y la acerco a mi, nuestras respiraciones se agitan compartiendo el poco aire y espacio que nos separan, me inclino y le doy un tierno beso en la frente para que sepa que es importante para mi.

- Tal vez deberíamos ir a otro lugar - le digo recordando que quiero entregarle algo y quiero que sea un momento que no pueda interrumpir nadie además de los deseos que tengo por besarla.

Nos dirigimos caminando sin rumbo, entre onrisas y pocas palabras, llegamos a un pasillo y al llegar frente a la puerta de mi departamento le digo.

- Es mi departamento, aquí estaremos tranquilos - tomo la perilla de la puerta para poder abrirla, mi respiración se vuelve agitada y los nervios se salen por mis poros, Tris da un paso con vacilación, me mira con cierta pena y decepción reflejada en sus ojos y caigo en cuenta que tal vez piensa que tengo malas intenciones - Sólo quiero que conversemos con tranquilidad - mis palabras la aliviaron y esta vez me regala una leve sonria antes de entrar a la habitación.

Al cerrar la puerta nuestra nerviosismo se hace notorio, a tal punto que me veo jugando con las llaves en las manos, es la primera vez que estoy con una chica en este lugar y más aún con una chica que me importa en verdad, suelto una risa y la miro.

- ¿Te sirvo algo? tengo agua, té , café y un trozo de torta osada, ser líder tiene sus ventajas - espero su respuesta sin quitarle los ojos de encima.

- Me vendría bien un trozo de torta y algo de té, estoy un poco agotada - y esa hermosa sonrisa que deja ver me lleva a las nubes para correr a abrazarla.

Le tomo las manos, rozo sus mejillas hasta que mis manos bajan hasta su cintura, sus ojos brillan como nunca antes dándome paso a seguir pero se avalanza hacia mi y coloca su cabeza en mi pecho.

- Te extrañé mucho - suspiré hundido en su cabello, ella sólo guardó silencio haciendo que el espacio que nos separaba desapareciera.

Aparto su cara de mi pecho, coloco su cabello alborotado detrás de sus orejas y tomo una de sus manos, buscando en mi bolsillo el obsequio que escogí para ella, sin decir palabra lo coloco alrededor de su muñeca y acaricio su mano antes de soltarla, estoy tan nervioso y emocionado que doy la vuelta para caminar a la cocina en busca de torta osada y té, estoy en eso cuando siento sus brazos en mi cintura y su respiración en mi espalda.

- También te extrañé.

Dejo las cosa en la encimera de la cocina, volteo y no puedo dejar de besarla, mis manos van desde su nuca hasta su cintura y las de ella recorren toda mi espalda haciendo que una electricidad recorra mi ser, el resto de la tarde la pasamos entre besos, abrazos, té y torta, ahora se con certeza que ella es quien quiero a mi lado, es tan fuerte pero a la vez frágil.

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¿Qué tal les pareció?

un abrazo a todos