Cuatro, líder osado

Un traidor entre nosotros

Me despierto empapado de sudor, he soñado nuevamente con esa chica, no sé quién es, pero sus ojos son difíciles de olvidar, en toda mi vida en osadía nunca los he visto y tampoco recuerdo haberlos visto en las calles de la ciudad.

El sueño siempre es el mismo, me la encuentro en el pozo, posa su mirada en mi, yo me acerco hasta casi tocarnos mientras siento un calor que fluye por todo mi cuerpo, y justo cuando voy a acariciar su rostro o su cabello, alguien la arrebata de mi lado y corro en su búsqueda desesperadamente para luego despertar.

Me levanto, tomo una ducha y salgo camino al comedor, escucho a Zeke que me saluda, recordándome que mis osados realizarán su prueba hoy.

- Hey Zeke, no estés nervioso, Uriah estará bien, es más osado que tú - le digo entre risas para calmarlo. Le doy un golpe en el hombro y sigo mi camino.

Max me espera en su oficina, debemos tener una seria charla sobre la conducta masoquista del entrenador de los iniciados, Erick, es algo que nos tiene muy preocupados, ya que el año pasado le costó la vida a 3 iniciados nacidos en osadía por lanzarlos al abismo, aunque él negara los cargos pese a las grabaciones que se vieron en la sala de control, pero que nadie se explica cómo fueron borradas de los archivos.

Sé que se trae algo entre manos, y el hecho que sea trasladado de erudición me hace desconfiar mucho más.

- Cuatro, quiero que este año supervises los entrenamientos junto a Erick, tenemos que mantenerlo vigilado, algo me dice que es un traidor a su facción - dice Max angustiado.

Lo miro y respondo - no le quitaré los ojos de encima, no podrá realizar ningún paso en falso, de lo contrario es hombre muerto.

Me dirijo a mi departamento, al llegar me recuesto en la cama mirando el techo, y nuevamente recuerdo esos ojos, grandes y llenos de brillo, de un azul profundo, ¿qué significa ese sueño?, y me quedo dormido mientras medito.

Despierto por los golpes en mi puerta, al abrir sorprendo a Zeke con una enorme sonrisa.

- Adelante amigo - le digo.

- Hey Cuatro, esto te puede interesar, es sobre Erick - me dice con mucho entusiasmo.

Me cuenta que al vigilar las cámaras de la sala de control, pudo ver a Erick conversando con una chica erudita, la cual le entregó un sobre mientras le decía "recuerda a qué haz venido a osadía", esta última frase me da vueltas en la cabeza, es cierto, es un traidor, ahora debo buscar pruebas tangibles para lanzarlo al abismo.

- Gracias Zeke - Le digo con una enorme sonrisa, él sabe cuanto detesto a Erick por sus actitudes.

Nos dirigimos al comedor para encontrarno con Shauna y los chicos Uriah, Marlenne y Lynn, para saber sus resultados, sé que no debemos preguntar, pero la curiosidad me invade, cuando sorprendo a Zeke besar a Shauna en la boca, todo el mundo quedó mirando la escena, nos miramos pero nadie pregunta, hasta que le lanzo una mirada pícara a Zeke.

- Sabía que ambos se gustaban, pero desconocía que ya estuvieran juntos - Digo mirando a ambos.

- Disculpa hermano, por no decirte, pero pensamos que ya lo habías adivinado - Se defiende mientras Shauna se ruboriza completamente, ella es linda, pero no es mi tipo, sólo espero conocer algún día aquella chica de esos hermosos ojos, mientras me divierto con algunas osadas que no buscan compromiso.

La tarde sólo transcurre entre risas, alcohol y algo de pastel de chocolate, luego me depido para ir a dormir, mañana será un día largo, no me anima ir a los entrenamientos a vigilar a Erick, pero me consuela saber que evitaré que haga de las suyas con los pobres iniciados, sólo espero este año no muera ninguno.