Corazón roto

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Tris

El alboroto en los juegos de guerra de hace unos días ha hecho que no pueda ver a Cuatro, está muy ocupado con estrategias y planes y qué se yo de otras cosas de líderes y para mi mala suerte cada vez que lo encuentro estoy con Uriah, me da verguenza acercarme y decirle que somos solo amigos, pero la verdad es que no se porqué le importaría saberlo, no ha mostrado indicios de que le importe aunque sea un poco, a penas me mira, no me habla y cuando lo hace es sólo para decirme algo de los entrenamientos ya que aún me ayuda a proteger mi divergencia, me duele el pecho cada vez que quiero abrazarlo, pero la razón me niego aquellos momentos de felicidad, tal vez sea hora de olvidarlo además en qué mundo un lider se enamoraría de una iniciada. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no advertí la presencia de Uriah, se acerca y me toma de la cintura y sin previo aviso me besa.

- Uriah esto es inapropiado - le digo con calma mientras lo alejo de mi, me volteo y no puede ser peor mi suerte, Cuatro se encuentra caminando a nuestra dirección y me queda viendo mientras pasa a mi lado,ntengo ganas de correr tras él y explicarle pero algo me detiene y no es Uriah, es su indeferencia ante la escena.

Me despido de Uriah y camino al comedor, a lo lejos observo que Cuatro está afirmado de espalda en una muralla e intento pasar a su lado con la mayor naturalidad posible pero mi estómago se retuerce, se pone frente a mi impidiendo mi paso y me toma del brazo fuertemente pero sin lastimarme.

- Tris, yo te quería ... - Alguien lo interrumpe, una chica alta, pelo largo, negro y ondulado, ojos azules, curvas y un tatuaje en el rostro - Debo irme - Sin más dio la vuelta y se marchó, su frase "te quería" me dejó perpleja, lo perdí sin saber que lo tenía, he sido una tonta, lágrimas brotan de mis ojos, ya no tengo apetito y no pretendo entrar al comedor para ver a Cuatro cerca de esa chica.

Me dirijo a la sala de entrenamientos a botar la pena e intentar quedar agotada para poder dormir esta noche, al llegar me encuentro con Shauna quien me mira y luego hace una señal con su dedo para que vaya a su lado.

- ¿Cómo va todo? - me dice mientras sigue ordenando sus cuchillos.

- Bien supongo, aunque aún me cuesta lo de los disparos - Le digo encogiéndome de hombros.

- No te pregunto por los entrenamientos - levanta una ceja, deja los cuchillos y se para imponente frente a mi.

- Al parecer aún no reune el valor necesario - suspira y luego añade - Espero lo haga pronto - luego se va, pero antes de salir dice - No deberías estar sola sin un entrenador, le pediré a alguien que venga a ayudarte, yo debo ir a comer, tal vez Cuatro esté dispuesto a ayudarte.

- No quiero la ayuda de él, además está ocupado con esa chica de la cara tatuada - Le digo sin darme cuenta de lo aspera que sonó mi voz a causa de la rabia.

- Sólo pretendía darles un empujón - Dice mientras cierra la puerta y se aleja

Nadie llegó a acompañarme, para ser sincera albergaba la esperanza que esa puerta se abriera y verlo entrar, al menos he aprovechado mi tiempo practicando técnicas y movimientos de combate cuerpo a cuerpo, debo ganar mis próximas peleas si quiero asegurar mi permanencia en osadía, miro la hora ya son las seis de la tarde y mi estómago cruje de hambre, me dirijo a los dormitorios para ducharme para poder ir al comedor en busca de torta y alguna hamburguesa, no almorzar me ha dejado hambrienta, pero al llegar junto a mi cama encuentro una rosa roja con una nota que tenía mi nombre, al abrirla se podía leer la frase

"LO SIENTO"


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¿Quieren saber más de FourTris?, quiero saberlo

Lo prometido es deuda, y aquí están los tres capítulos, lleguemos a las 300 lecturas, 90 voto y 60 comentarios y apenas eso pase les prometo subiré el próximo capítulo, considerando además sus comentarios sobre lo que quieren.

Abrazos y gracias :)


Cuatro, líder osadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora