Malos entendidos

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Tris

Al ver la rosa roja sobre mi cama con una nota que decía "lo siento" pienso en Uriah, sabe que somos amigos y que no debió besarme, me ducho y luego camino al comedor, ahí se encontraba Uriah y me dirijo a él.

- No debiste molestarte con lo de la rosa

- Qué rosa? - me dice confundido - Se que soy un seductor pero las rosas no son mi estilo - complementa con una enorme sonrisa a lo que Cristina responde con una carcajada que provocó eco en el enorme salón.

No entiendo quien pudo dejarla, me quedo pensativa cuando siento que alguien me habla, es Shauna.

- Te espero en 30 minutos en la sala de entrenamientos - Y se aleja

- ¿Para qué te quiere esa? - dice Cristina con un tono áspero en la voz

- tal vez quiere ayudarte, es una chica amable o al menos eso dice mi hermano, aunque lo dice porque le gusta aunque no quiere reconocerlo - dice Uriah

- Me la encontré en la tarde en la sala de entrenamientos y le conté que necesitaba ayuda con los disparos, tal vez me quiera ayudar con algunos consejos - comienzo a comer para no llegar tarde, menos mal Cristina no insistió en Shauna, debe ser que realmente soy mala con las armas, aún no me acostumbro al sentimiento de poder.

Me quedan sólo cinco minutos para llegar a reunirme con Shauna así que me doy prisa, al ingresar a la sala de entrenamientos me encuentro con ella, se acerca y me dice

- Esperemos un momento - mientras consultaba su reloj escucho que la puerta se abre, para mi sorpresa Cuatro asoma sus ojos azules en la habitación.

- Llegas tarde - le dice Shauna y él parece tan sorprendido como yo - Ya es hora Cuatro - y luego se va, dejándonos a solas, nos quedamos mirando mutuamente y me pierdo en la inmensidad de sus ojos que son tan profundos como un enorme océano, me disgusta saber el poder que tiene sobre mi, es injusto. El silencio no era incómodo, de cierta manera sólo quería seguir viendolo.

- Me contaron que necesitabas ayuda con el arma, aunque debo reconocer que no esperaba encontrarte aquí - dice mientras se acerca a un armario donde saca un arma de entrenamiento, me apresuro para cogerla - Practicaremos con ese blanco - su voz es más profunda con cada instrucción - intenta darle al centro.

Me pongo en posición pero no logro darle al blanco y la bala golpea la parte externa, en ese momento siento sus manos en mi pecho y espalda.

- El problema es tu posición, debes alinear tu cuerpo

Vuelvo a intentarlo con sus manos sobre mi corrigiendo mi postura pero no logro darle al centro

- Debes controlar tu respiración, es muy agitada

- Es difícil hacerlo con tus manos en mi pecho - las palabras brotaron de mis labios sin darme cuenta y me sonrojo, él toma el arma y la deja sobre una mesa, se pone frente a mi y me toma de la cintura.

- Creo que Shauna lo hizo a propósito - me dice sonriendo, luego agregó - ¿Recibiste mi mensaje?

- ¿Tú dejaste la rosa sobre mi cama? - lo miro dubitativo

- Acaso pensaste que sería Uriah? - su mirada se volvió más dura y sus músculos se tensaron, decido actuar y cuelgo mis manos de su cuello haciendo que compartamos el mismo aire que respiramos.

- ¿De qué querías hablarme en la mañana? - pregunto para cambiar de tema

- Te vi besar a Uriah, si nos ve juntos se puede molestar

- No estamos haciendo nada malo, sólo conversamos además él y yo sólo somos amigos y ese beso no debió suceder, aclaramos el tema y por eso pensé que el mensaje era suyo, como una forma de disculparse ante su falta de respeto - le digo sin mirarlo a los ojos.

- Me alegra saber que no son novios - dice mientras levanta mi rostro con sus manos para encontrarse con mis ojos - Tris tu me gustas.

- Pero hoy te ví con aquella chica guapa, la del tatuaje en el rostro - digo intentando desviar mi mirada para no verme averrgonzada, pero impide que deje de mirarlo

- Ella es una amiga, me mantiene al tanto de lo que ocurre en oadía vigilando las cámaras de seguridad, es mi informante, su nombre es Teresa y es amiga de Tori - me atrae hacia él y el espacio que nos separa se achica.

Luego de un breve instante en que nuentras mirada bailan y arden en deseos de más contacto, interrumpe el silencio

- Me gustas Tris, desde que te vi caer como una mancha gris sobre la red -

Paso seguido me aferra contra su cuerpo y me besa, nuestros labios se exigen el uno al otro y sólo se separan para recuperar el aliento, me aferro fuertemente al pelo de su nuca para atraerlo hacia mi, sus manos recorren mi espalda hasta llegar al borde de mi camiseta, nos separamos y coloca sus manos en mis mejillas para acariciarlas con delicadesa y mi mejor recuerdo los atesoro en tres palabras que hacen que mis latidos sean cada vez más rápidos ... "me gustas Tris".

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Si fueran Verónica Roth ¿Qué momento de la saga de libros les gustaría cambiar y reescribir?

Un abrazo enorme y gracias por leer mi historia

Cuatro, líder osadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora