Capítulo 19

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=No, no, no lo sé. = Digo tartamudeando.

=¿Estás bien R?

En ese preciso momento Luc vuelve a meterse detrás de la barra y mira con el ceño fruncido a su hermano.

=Hola Chris, ¿pasa algo? = Dice con tono amenazador.

=A ti que te importa imbécil, que yo sepa nadie te ha dado vela en este entierro. = Dice Christian mientras se pone tenso a mi lado.

=El entierro al que iremos sera el tuyo como no me dejes un momento a solas con ella. = Afirma mientras me señala con la barbilla.

Christian me mira y me escruta con la mirada, yo le aprieto la mano y asiento con la cabeza afirmando que esta bien que no tengo problema alguno. Él me devuelve el apretón y me suelta. Mira a su hermano y le fulmina con la mirada, se gira hacía a mí y mirándome con unos ojos mucho mas suaves que los de hace un segundo me dice:

=Te espero fuera.

Y se va sin volver a mirar a Luc. Este a su vez espera a que su hermano haya salido del bar y cuando ya no lo tiene a la vista sale de la barra y se sienta a mi lado en una banqueta.

=¿Qué te ha hecho? De verdad que no tienes porque aguantarle.

=No, no ha sido él. Ha sido Gorka, ha estado aquí, conmigo.

A Luc se le endurece la mirada, aprieta los labios y asiente.

=Ya veo.

=No pasa nada Luc, no me ha hecho nada, solo que me he quedado muy sorprendida estoy bien.

=Me da igual lo que digas, Gorka siempre que aparece te jode, y si tengo que romperle la cara lo haré con tal de que tu estés bien.

=Te he dicho que estoy genial, y no quiero que hagas nada. No le pongas un dedo encima porque iré a por ti.

=No entiendo porque le defiendes.

=No entiendo porque me defiendes tu a mí. No te he pedido tu ayuda, no somos nada y nunca lo vamos a ser, olvídame ya que es lo que tenías que haber hecho hace tiempo.

Me bajo del taburete y me dirijo hacía la puerta, no miro atrás porque estoy hecha una furia, aunque siento su mirada clavada en la espalda, salgo por la puerta y allí esta Christian fumando, esta apoyado en la pared, una pierna puesta en el suelo y la otra doblada con el pie en la pared, me pongo en frente de él y veo como su hermano nos mira. Le meto la mano derecha detrás de la espalda y le beso. Dejo salir toda mi rabia a través de la boca, y me imagino la mano de Gorka sobre mi muslo.




Si fuéramos lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora