Capítulo 20

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=Joder R, ¿qué haces? = Pregunta Christian cuando me aparto y me coloco a su lado.

=¿Cómo que, que hago? = La verdad me siento bastante perdida, con Pablo había aprendido que los besos no necesitan una explicación y me parece que voy a tener que darle una. Y espero que no exija demasiado porque pagaré con él el cabreo que me ha hecho coger su hermano.

=Sí, ya se que estoy buenísimo y que te mueres por mí pero no sé que confianzas son esas. Paso de tí, que iba a hacer alguien como yo contigo pringada.

Me quedo petrificada. Cada músculo de mi cuerpo se paraliza y creo que mis ojos están a punto de desorbitar. Cierro el puño derecho y antes de que mi mente se de cuenta de lo que estoy haciendo le pego un puñetazo en la boca. Solo soy consciente de lo que pasa cuando siento un dolor inmenso en mi mano, creo que me he roto un nudillo, no sé si la sangre que tengo en la mano es suya o mia, solo sé que esta sangrando por el labio mientras me insulta, intenta agarrarme por la garganta pero alguien le pone una mano en el pecho y le empuja contra la pared y de una patada lo tira al suelo, me giro y allí esta Gorka.

=Gor. = Consigo susurrar.

No contesta, me sonríe y me coge la mano. Me la examina y me dice que no es nada, que probablemente toda la sangre sea de él y yo solo tenga un rasguño. Me suelta la mano y yo le agarro por la muñeca, él se zafa de ella y se aleja. Quiero seguirle. Pero sería peor, él aparece cuando menos te lo esperas y supongo que espera que no le sigas para poder seguir teniendo ese halo de misterio. Me apoyo en la pared y me voy deslizando hasta abajo donde me siento al lado de Christian y le miro con una cara de desprecio que nunca pensé que podría sentir por alguien.


Si fuéramos lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora