Capítulo 38

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Raúl era ese tipo de persona que jamás podrá querer a  nadie porque sólo saber quererse así mismo. Y como siempre, yo tuve que estrellarme contra él, para darme cuenta. Su forma de actuar y de pensar, es decir, lo que configuraba su personalidad, eran tan detestables que siempre estaba solo, su mundo era él, su ordenador y unos amigos al otro lado de la pantalla que estaban tan solos como él.

Por algún motivo, todo apuntaba a que se había cansado de esa soledad de la que tanto se enorgullecía, así que decidió salir conmigo y mis amigos. Era encantador, cuando quería serlo, supongo que todo el mundo tenemos una cara que queremos que la gente vea y que realmente no es la nuestra. Pero esa cara ni siquiera agradaba a los demás. Decía cosas ofensivas hacía el resto, y lo peor es que creía que aquellas cosas que decían eran la realidad. Pero, ¿qué sabía el de la realidad? Era un ser asocial que solo hablaba con sus amigos a través de una pantalla y mientras fuera hacía un estupendo día para pasear bajo el sol, él dormía porque se había pasado toda la noche jugando a juegos de roll.

Y sí, para darme cuenta de todo esto tuve que besarlo unas cuantas veces y llevármelo a la cama, donde por cierto dejaba mucho que desear, aunque él, como la mayoría, pensaba que era el mejor.

Vivimos unas semanas de muchos besos en la hierba, besos lentos y suaves, besaba bien, realmente bien. Pero por algún motivo, quizá alguna razón de "demasiada alegría erótica en sus genitales" nunca quería darme mas de un beso al día. Como ya os estaréis dando cuenta era una persona muy extraña. Y pobre de mí, que pensé por mucho tiempo que me había enamorado de él. Os juro que realmente lo pensaba, pero no era verdad. Simplemente me gustaba. Pero confundimos demasiadas cosas con amor. En mi caso, demasiadas quiere decir muchísimas y todas ellas han sido grandes errores en mi vida. Y digo errores porque no he sacado nada de ellos, ni cosas buenas ni malas. Simple pérdida de tiempo, y a día de hoy sé que no quiero darle mi tiempo a alguien con quien sea perderlo.

No le voy a dar mucho mas espacio en esta historia a mi querido compañero de verano. Raúl y yo pasamos largas noches hablando, discutiendo, riendo... pero como ya he dicho eran el tipo de risas y discusiones que no aportaban nada. Él pensaba que lo sabía todo de mí, no por lo que yo le había contado, sino porque el pensaba saberlo todo de todo el mundo. Y cuando pensaba que me tenía a sus pies, decidió reírse de mí. Lo peor que puedo hacer.

Raúl, yo no te quería, te lo aseguro, ni un poquito, pero tenías una buena amiga que te iba a apoyar siempre. El resto del tiempo te has rodeado de gente que te sigue el juego, que te habla por interés, que te critica cuando te giras. No sé si era lo que querías, pero sí era lo que buscabas.

Adiós Raúl.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2017 ⏰

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